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---Jae Joong---

-invítame a tu casa –Sang Wook me pide pero yo no estaba dispuesto a permitirlo. Me costó mucho trabajo sacar su nombre de mi vida para que aparezca sin avisar y queriendo entrar en mi espacio personal

-¿Qué es lo que quieres?

-entonces… es el apartamento ¿503? –él menciona reconociendo que ha investigado un poco mi vida luego de la separación. Sin mi autorización camina en dirección a la recepción, suponía que era difícil detenerlo así que no luche por evitarlo.

Él espera que ingrese la clave de mi puerta y sigue hasta la sala. Me le uní con rostro muy serio pidiendo que hablara rápido

-quiero siete mil dólares

-sie... ¡¡¿estás loco?!! –me alteré –además tu y yo no somos nada

-¡error! –el lo dijo con mucha seguridad –nuestro matrimonio en las vegas no fue anulado y aun somos esposos

-¡eso no es cierto! –él parecía decir la verdad –además… no tengo ese dinero

-Yoochun si

-¡¿Qué?! –yo no podía creer que él hiciera esa sugerencia, mi rostro le decía la desfachatez de su propuesta

-la última vez ese maldito me amenazó y quise vengarme pero es una pena que quien iba a recibir el ataque con el gas pimienta fueras tú –yo negaba con mi rostro, recordando los días atrás, el culpable del atentado fue él, ¿cómo pudo atreverse a eso? Lo odiaba con todas mis fuerzas. Corrí a pegarle como reacción espontánea pero él era mucho más fuerte que yo así que solo recibí un empujón haciéndome caer al suelo

-no tardes con mi dinero –él se me acercó al suelo para intimidarme aun más –solo así te firmaré el divorcio y prometo jamás aparecer en tu vida, hasta entonces me escucharás acosarte a cada minuto -Él sale de mi apartamento cerrando la puerta con fuerte sonido que me hizo sobresaltar dejando caer mi cuerpo al piso comenzando a llorar.

-no tengo… -quise susurrar pero el miedo se apoderó de mi y con dificultad podía hablar. Sentía como si los años atrás donde sufrí tanto regresaran y mi recuperación con la ayuda de Yoochun se hubiera esfumado por un acantilado.

Ahora le necesitaba, a Yoochun, a mi ángel guardián de ese momento, lo quería tener a mi lado pero él no vendría, su atención ya la tenía otro y yo no podía decirle nada.

-Yoo…chun… -pronunciaba entre sollozos mientras más lágrimas imparables caían mojando mis mejillas 

---Yoo Chun---

Terminé la llamada en mi celular viendo a mi madre acercarse a mí para seguramente preguntar por Junsu

-¿te han dicho algo? –ella dice y mi mirada de enojo la hace confundir

-me han enviado las fotos de la cámara de seguridad del edificio, fue Da Hee quien le hizo esto a Junsu. Madre… ¡¿Tienes algo que ver?! –estaba muy molesto con esa mujer y de cierta forma relacionaba a mi madre con ella

-¡por Dios Yoochun! –Ella se muestra ofendida -¿Cómo puedes pensar algo así?

-Junsu no te agrada

-es verdad pero… yo corté mi comunicación con Da Hee –una enfermera se nos acerca para informar que Junsu había despertado. Por ese momento terminé la conversación porque mi amado era más importante. Ingresé por la puerta de su habitacion viéndole sentado, corrí a abrazarlo pero él no me respondía y eso me desconcertó. Lentamente le miré y su rostro era triste

-yo… no quiero casarme contigo –una lágrima baja por su rostro y yo esperé que terminara de hablar –no soy el indicado para ti y tu madre me odia al igual que… -él parecía recordar lo que le había pasado en casa  

-lo siento mucho –él estalla a llorar partiéndome el corazón. Me senté en la cama con mis ojos aguados mirando sus lágrimas y secándolas con mis manos

-seguro tienes miedo –le descubrí sin dejarle responder, volví a abrazarle fuerte cubriendo la mayor parte de su pecho –te amo, no deseo conocer a nadie más, solo a ti, por favor… olvida lo que pasó. Yo te protegeré y esto no volverá a ocurrir lo prometo –logré que él me viera para convencerle de lo que decía. Sus labios estuvieron disponibles para mí y le besé suave.

Era una locura lo que decía, jamás me separaría de él. No creía todavía que mi amor por él fuera tan fuerte pero ya no lo dudaría nunca más. Arreglaría todo para mudarme con él a nuestra nueva casa y luego pensaríamos en el matrimonio

-no tardo amor –le dije y Junsu asintió quedándose más tranquilo. Al salir me encontré con mi madre. Le advertí que no provocara ninguna afectación en él y ella prometió no hacerlo.  

************

Le pedí a Jaejoong reunirme con él en la empresa, le estaba esperando en mi oficina mientras revisaba algunos informes. Teníamos algunos inconvenientes en las grabaciones de videos musicales y muchas negociaciones a revisar.

Jaejoong aparece usando unas gafas oscuras que me hizo sonreír en cuanto lo vi imaginando que habría estado en algún bar

-¿estuvo divertida la fiesta?

-Yoochun yo… -él quería decirme algo al parecer importante –terminé con Yunho, es por eso –yo asentí dándole a entender que era lo mejor aunque también me doliera verle así. Me acerqué para darle un abrazo que él recibe aferrándose mucho a mi pecho

-no pensé que estuvieras tan mal –le dije y él apoya su cabeza en mi hombro –no estés así, sabes que me tienes para lo que necesites

-lo que sea –él me pregunta y le respondí que sí. Mi celular vibraba y era la llamada que estaba esperando. Me disculpe con mi mejor amigo y contesté recibiendo una excelente noticia, cerré la llamada para regresar con Jaejoong.

-¿Quién era?

-mi agente de inmuebles, ya me puedo mudar a mi casa nueva, he adelantado la compra para que Junsu esté más seguro. Jaejoong para los nuevos proyectos necesitamos reducir un poco el presupuesto, he usado algunos fondos de la empresa –le confesé –pero no creo que sea tan grave

-ahh… si –él parecía estar un poco ido y le pedí que mejor dejáramos la reunión para otro día, lo necesitaba muy concentrado y no era el momento con sus sentimientos tan lastimados. Le pedí a Jia que me reuniera con otras áreas de la empresa para aprovechar el día de trabajo.  

---Jae Joong---

-dígame abogado ¿es eso cierto? –me preparaba para escuchar su respuesta en la bonita oficina del centro  

-lo es –fue la afirmación que me asustaba –aun están casados en estados unidos y si usted quisiera unirse a alguien en este momento por ese matrimonio no sería posible –yo me quedé en silencio pasando mi mano por la frente –y en caso de iniciar un divorcio se procede con la separación de bienes –él continua –señor Kim, en este caso le aconsejo mejor hacer una negociación con su compañero y disolver ese contrato –me coloqué de pie sujetando mi bolso y dando por terminada esa consulta. Le agradecí por su información y salí de allí cubriendo mis ojos mojados con las gafas oscuras

Me apresuré en llegar al auto, abrí la puerta y me senté lanzando el bolso en la silla de copiloto. Acosté mi cabeza en la silla cerrando mis ojos pensando que hacer para conseguir el dinero que Sang Wook me pedía para dejarme en paz.

Yoochun ya no podía ayudarme con dinero, había gastado mucho en la compra de su casa, además se preocuparía por mí y eso no estaría bien cuando ya tiene un prometido para darle su atención.

Mi celular vibra y era un mensaje de texto. Lo abrí y era el estúpido de Sang Wook exigiendo su dinero pronto aumentando mi desespero por no saber qué hacer sintiéndome solo en ese momento. No pude evitar llorar de nuevo porque no tenía nada claro en mi cabeza.   

Resolví que tenía que despejar mi mente pensando en otras cosas y encendí el auto dirigiéndome a la empresa, quería disculparme con Yoochun por mi comportamiento, encendí la música dispuesto a sentirme mejor y tomé camino.

El celular vuelve a sonar y esta vez era una llamada, esperaba que no fuera mi ex porque era la última persona con la cual quería hablar

-estoy en Seúl –reconocí de inmediato esa voz fuerte produciéndome una sonrisa al instante

-¡Gackt! –¡era él! Un gran amigo que había conocido en Japón cuando estudie en la universidad. Giré mi auto para ir a su encuentro en las afueras del hotel donde se quedaba

   

Detuve el auto y él subió a la silla de copiloto. Solté mi cinturón de seguridad para darle un abrazo efusivo

-ok. Jae… contrólate –él me regañaba y yo no quise terminar ese abrazo –está bien –él me sostiene un rato y finalmente le veo a su rostro mirando qué había cambiado en él luego de dos años sin verlo pero seguía igual de atractivo –déjame ver bien tus ojos –él me dice y yo olvidé por un segundo que tenia las gafas oscuras

-así estoy bien –le dije pero él me las quita notando mis ojos un poco hinchados y rojos –por favor no preguntes –le dije y miré al frente empezando a conducir

-¿Por qué estabas llorando?

-no hablemos de eso, dime cuando llegaste a Seúl –mi amigo quiso ser bueno conmigo y me habló de él tranquilizando mi corazón, incluso me hizo reír en cuanto llegábamos al restaurante donde le invitaría unas cervezas.

El bar es bastante bonito y pedí una mesa al lado de la pared de vidrio con una vista de la ciudad. Aun era de día pero en poco tiempo llegaría la noche embelleciendo ese lugar aun más

-y ¿Qué haces aquí en Seúl? –le pregunté para empezar nuestra larga conversación por esos años sin vernos.

    

---Jun Su---

Estaba sentado en la camilla vestido con ropa normal esperando por Yoochun para ir a casa pero mi primo aparece y le doy un abrazo fuerte. Él me acoge en sus brazos como siempre protegiéndome pero esta vez él agradecía que yo estaba recuperado

-Junsu, promete que me llamarás si necesitas ayuda

-¿Por qué hablas así? –Me alejé para leer su rostro -¿piensas irte? ¿Por qué? ¿A dónde? Puedes seguir bailando para Mirot Entertaiment, no quiero que te vayas –le hice un pequeño reclamo

-sabes que no será bien visto que esté ahí –Él se refería a mi relación publica con el presidente de la compañía –escucha, aun no sé a dónde iré pero estaré bien

-y ¿Jaejoong? –le pregunté

-te dije que solo quería divertirme, eso ya pasó –fue su explicación sin sentido

-pero…

-será mejor que me vaya. Quería despedirme de ti –volvimos a abrazarnos y en ese momento Yoochun hace su entrada por la puerta de la habitacion donde estaba recuperándome

-Yunho –mi prometido le saludo –escuché que te vas

-estaré pendiente de mi primo hasta que confíe en ti –yo toqué a Yunho para que no dijera mas y tras un beso en mi mejilla él abandona la habitacion

-¿estás listo? –me pregunta Yoochun y le dije que si buscando su mano para caminar juntos hacia el auto –te llevaré a casa –me dice dándome un rápido beso en la mejilla.

************

-quiero que uses esto –Yoochun me entrega un tapaojos, yo sonreí imaginando que sería una sorpresa preparada para mí. Lo usé sin refutar y dejé que Yoochun siguiera conduciendo el auto.

Él se estaciona y me ayuda a salir de la silla de copiloto, siempre guiando mis pasos

-con cuidado bajamos un escalón –sonreí tratando de tocar algo pero nada estaba cerca

-Chunnie quiero ver

-un momento –di unos pasos más y luego de un conteo suave en mi oído mis ojos pueden ver reconociendo la casa en que viviríamos una vez nos casáramos, pero ahora todo estaba amoblado, el sofá que ha sido testigo de nuestro amor estaba ubicado frente a mí, y las demás cosas que estaban en el apartamento de Yoochun –ahora vivimos aquí

-¡Sí! –yo no lo podía creer, pensé en nuestra habitacion, en mi ropa, me alejé de Yoochun para verificar que todo estaba con nosotros, el closet tenía mi ropa, los cajones también tenían mis cosas.

Ingresé al baño y nuestros cepillos de dientes estaban ubicados, las toallas de manos, de cuerpo, todo estaba perfectamente ubicado y limpio, me sentía extremadamente feliz.

Regresé con Yoochun y me he quedado congelado al verle con una torta grande y una botella de vino, y todo el suelo de la sala incluyendo el sofá con pétalos de rosa roja   

-espera ahí –me dice y yo no podía dejar de sonreír –me falto algo más –desde mi ubicación quieta le veo buscar muchas velas blancas en forma de cilindro y encenderlas por varias partes de la sala.

Cubrí mi boca con las manos e incluso derrame una lágrima de felicidad, todo lo que pasaba estaba siendo muy especial y lo grababa en mi mente con mucho cuidado

-Chunniee… -él se me acerca ofreciendo su mano con la más bella sonrisa que le había visto   

-quiero que celebremos nuestro primer día de esposos

-¿sin casarnos? -él me toma de las manos

-quiero que vivamos desde ya como casados, después haremos la gran fiesta, además quería iniciar en esta casa contigo como mi esposo –Yoochun me abraza por la cintura –dime que te gusta la idea

-te amo, te amo, te amo –me pegué a sus labios varias veces dándole besos sueltos hasta que mis ganas pidieron algo más pasional. Yoochun quiso acostarse en el sofá y yo me quedé sobre él besando sus labios con mucha suavidad.

Atrapando con amor cada vez que sus labios pedían los míos, sus manos me tocaban fuerte la espalda y yo me movía sobre su cuerpo amoldando mi figura a la suya para sentirnos más unidos

-espera, espera –Yoochun corta ese beso por un instante y me quedé mirando su boca con deseos de seguirla probando –no creo que sea prudente avanzar, quiero que descanses y… -le callé con un beso

-es nuestra noche de bodas ¿lo olvidaste? –Me apresuré en quitarme mi saco y acercarme de nuevo a su boca –te amo Yoochun –quería que él sintiera el calor que emanaba de mi cuerpo por su culpa. Le besé sintiendo que su deseo también crecía      

-Junsu quiero cuidarte –él me dice estableciendo una distancia clara entre los dos. Me separé de su cuerpo para sentarme en el sofá frustrado. Él arregla su saco café grueso y destapa la botella con intención de servir las dos copas.

Miré mi celular y a mi mente vino rápidamente una idea, busqué una canción que de nombre tenía la letra “X” e hice click en reproducir subiendo el volumen máximo, Yoochun confuso me mira y yo le empujé suave para que cayera sentado al sofá

-¡¿Qué haces?! Jun… -comencé a cantar y bailar la canción con los movimientos más sensuales que tenía en mi repertorio. Mi mirada se tornó ansiosa por ser admirado, fue buena idea que mi blusa interna tuviera un escote grande en la espalda y así al mover mi trasero Yoochun logró remover el cuello de su saco.

No me iba a rendir hasta que pidiera mi cuerpo para saciar su lujuria. Quería provocarle lo suficiente para que me tomara con fuerza, le necesitaba, le deseaba y debía mostrarle cuan caliente me sentía por él.           

Sin darme cuenta Yoochun había removido su saco y eso me hizo sonreír, poco a poco él iba cediendo ante mi seducción, volví a mover mi trasero dándole la espalda y en este punto el mordía su labio con desespero

    

Incluso se acomodaba en su postura quizás tensa por contener toda su excitación. Le podía ver su pantalón con algo sobresaliendo, duro, pidiendo por mí, dándole mi espalda retire con suavidad mi blusa y abrí el botón de mi pantalón

-mmm... –toqué mi pecho cerrando mis ojos deslizando mis manos por mi piel y bajé la única tela que me cubría, el pantalón con los bóxers dejando mi cuerpo a su disposición. Apoyé mis manos en la mesa para mover mi trasero invitándole a Yoochun quien no se resistió más y me tocó la cintura pegándola a su excitado y duro pene a través del pantalón

-no debiste provocarme así Junsu –fueron sus palabras antes de lanzarme al sofá quedando acostado para verle quitar con desespero toda su ropa…     

  

---Yun Ho---

Me estoy despidiendo de cada uno de los bailarines que compartieron conmigo por el tiempo que trabajé con ellos. Desde el día de la boda no veía a Jaejoong, aunque tampoco quería verlo, lo nuestro había terminado y me negaba a aceptar que su decisión fue muy confusa para mí.

No quería darle importancia pero si pudiera conocer el motivo para él terminar… solo eso me daba vueltas en la cabeza, yo sentía que me amaba y que se entregaba totalmente cada vez que estuvimos juntos.  

Aprendí a conocerlo poco pero supe que me iba a terminar, ese día sus manos no temblaban de emoción sino de angustia y su mirada era esquiva y no me esperaba en su rostro su sonrisa cálida como siempre. Fui yo quien le buscó sin que él pudiera notar que en realidad yo tenía ganas de verlo…  

Iba caminando por la calle pensando en todo eso hasta que vi un bar que me llamó a entrar. Me senté en la barra ya que pretendía estar solo y ordené una cerveza, recordando con mucho enojo mis momentos a solas con Jaejoong, me negaba a pensar en eso pero… su rostro de placer mientras estaba bajo mi cuerpo… golpee algo fuerte la mesa de la barra revolviendo mi pelo como si eso me ayudara a detener mis pensamientos.

-lo siento –un hombre que pasaba cerca de mí me moja la espalda con su bebida –no fue con intención… -él me miraba detenidamente –escucha… creo que te he visto

-eh? –yo intenté también recordarle pero nada venia a mi cabeza y negué

-¿eres… bailarín de casualidad?  

-si –contesté y él chasquea los dedos

-bailaste con BoA –él afirma y yo me sorprendía asintiendo. Él hombre me ofrece su mano para presentarse 

-me llamo Gackt

-soy Jung Yunho -el hombre de apariencia culta y tranquila se me sienta al lado ofreciendo su tarjeta de presentación. En cuanto la leí sus datos mis ojos se abrieron al instante

-¡¿Ma.. Mavex Entertaiment?! ¿De verdad eres el CEO? –él me indica que baje la voz con su dedo índice y luego me regala una sonrisa

-¿Qué dices de trabajar en Japón?