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---Yoo Chun---

Una reunión de alta importancia en la empresa se definió para la mañana y no creía prudente salir dejando a Junsu dormido aun por su borrachera de la noche anterior. Me preocupaba por él, por nosotros y hablar era lo mejor. Le observaba su silueta acostada en la cama mientras estaba de pie detallando su hermoso rostro con un poco de hinchazón en los ojos.

Él comenzó a moverse y esperé que despertara poco a poco, parecía que eso iba a suceder y me senté en la cama justo a su lado

-… Chun… nie –él finalmente abre sus ojos sentándose a observarme –yo… ¡¿te vas?! –él miró mi ropa concluyendo en su mente la situación

-es algo de última hora –me expliqué –Junsu –llamé su atención y él me mira –odio no saber nada de ti –él me entendía recordando las insistentes veces que le llamé a su celular sin que él me respondiera –jamás lo vuelvas a hacer  

-es que… me sentía celoso –él quiso confesar bajando su rostro y yo le tomé de la barbilla obligándole a verme  

-no tienes por qué dudar de mí, jamás lo hagas –me levanté de la cama quedando de pie y él sale de las cobijas para ubicarse frente a mí

-es que yo conozco poco de tu pasado, tu amistad con Jaejoong es… muy cercana

-no quiero volver a discutir sobre eso –le dije –y menos el día de nuestra boda

-pero es que él me hace dudar –Junsu quería seguir hablando del tema pero yo prefería detenerlo

-mi madre vendrá en una hora –quise dar por terminada nuestra conversación inicial –no alcanzaré a llegar aquí así que nos vemos en el juzgado –rápidamente le di un beso en la frente antes de irme suspirando por estar algo molestos. Esperaba que al final del día, todo se haya superado.

 ---Jun Su---

Un dolor en el pecho me invadió, su poca importancia por aclarar mis dudas me quebraba el corazón, aun me sentía celoso y él quiso evadir el tema. Además de eso se fue a su reunión en la empresa, como si yo no le importara nada.

Ahora mi cabeza comenzaba a doler de tanto pensar y analizar sobre nosotros. Mis lágrimas con facilidad seguían cayendo liberando mi pequeño enojo. Busqué una salida de baño para tomar una larga ducha de agua caliente y así  relajarme. Lo cierto es que en pocas horas me casaría con él y eso no cambiaria. Traté de disfrutar mejor del baño pero el sonido del timbre me hace salir.

Cubrí mi cuerpo mojado y miré por el visor de la puerta. La madre de Yoochun había llegado. Le hice pasar excusándome por mi presentación y ella comentó que así estaba bien, pues trajo una chica que se encargaría de ayudarme con el cabello y un poco de maquillaje para no verme tan pálido en las fotografías

-verificaré que tu traje esté bien –me dice buscando en el closet la ropa mientras mi cabello era secado por la asistente. Minutos después ella se ubica frente a mí –esperaré en la sala que Xica termine de prepararte y luego iremos a almorzar

-Si Sra. Park –asentí sin poder negar esa invitación y además tendría la oportunidad de preguntar más sobre mi futuro esposo.      

---Jae Joong---

El semáforo cambió a verde y mi mente despistada no se percató, fue cuando muchos autos detrás de mí me pitaron que noté la señal de seguir. Busqué un lado de la calle dónde pudiera estacionarme y calmar mis pensamientos por unos minutos.     

Le daba golpes al volante lleno de impotencia por tener que terminarle a Yunho, a ese hombre y amante causante de todos mis enredos en la cabeza después de cuatro años de haber pasado por un mal momento en el amor, pensé que podía controlar mis sentimientos pero… no puedo negar que con Yunho siento más que solo atracción sexual.

-no quiero dejarte… -hablé en voz alta. Yo conservaba la esperanza que él pudiera enamorarse de mí pero él nunca lo haría. La historia estaba a punto de  repetirse y me prometí no caer en el mismo error dos veces.

---Flashback---

-Jaejoong… solo quiero dormir –Sang Wook mi esposo me negaba tener una noche de amor por tercera vez en la semana. Mi cuerpo sobre el suyo en el sillón no pudo encender su pasión. Me sentí herido, frustrado y rechazado. Mis ojos se llenaron de lágrimas y me senté en el sofá mirando hacia el otro lado para no mostrarle mi rostro –no llores por favor –él me dice percatándose y buscando mi rostro

-¿Ya no te gusto?

-claro que me gustas, ¿De dónde sacas eso? –él me abraza y yo descansé sobre sus hombros mi cabeza sintiendo su pecho duro –es solo que me siento encerrado

-lo siento –volví para mirar sus ojos –es mi culpa, yo he estado trabajando mucho estos días y no te he dedicado tiempo

-estaba pensando que necesitamos unas vacaciones –él sugirió con una hermosa sonrisa y yo analicé su petición.

Luego de esa sugerencia pensé en mis tarjetas de crédito, ya no tenían mucho cupo puesto que seguía pagando su auto y otros viajes que habíamos hecho antes -¿Qué dices? –él me pedia un comentario

-pero… no he liberado la tarjeta de crédito, es decir, necesito unos meses más –su sonrisa de niño se enfrió e incluso me alejó de su pecho para colocarse de  pie. Yo le seguí con mi mirada y él respira profundo conteniendo algo de rabia para hablarme

-¡yo también te necesito Jaejoong! En casa, conmigo, siempre estás trabajando mientras yo me quedó aquí a esperarte –él me confesó

-solo te estoy pidiendo unos meses más –me justifiqué y me acerqué –lo prometo, iremos de vacaciones pero… dame un tiempo ¿Sí? –quise bajar su enojo dándole un beso que él respondió con poca intensidad finalizándolo para irse a dormir.

Odiaba negarle alguna petición a mi esposo. Quería verlo siempre feliz aunque eso requiriera un esfuerzo. Rápidamente pensé en una forma de complacerle esta vez, al día siguiente podría en marcha mi plan.

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Estacioné mi auto en la cafetería de la mamá de mí mejor amigo, siempre que quería hablarle sobre algo importante, ese era nuestro lugar de encuentro. Ingresé buscándole en la silla de siempre y ahí estaba Park Yoochun

-hola –le toque suave por el hombro y me senté frente a él quien lucía su acostumbrado rostro serio    

-¿Está todo bien? –fue su pregunta curiosa y asentí. Él espero que tomara la palabra y con todos los nervios a flor de piel inicié

-yo… necesito dinero

-¿Cuánto necesitas?

-seis millones –dije con mi rostro apenado

-¡Estás loco! ¡Eso es demasiado! –Él se alteró –sabes que quiero crear mi empresa. ¿En qué usarás el dinero?

-bueno… es que… Sang Wook quiere unas vacaciones

-¡¿me estas tomando del pelo?! –Yoochun enojado se levantó de la silla y se fue hacia la salida. Yo le seguí por detrás caminando hasta la esquina donde pude detenerle

-¿Qué… que pasa? ¿Por qué reaccionas así?  

-No te da cuenta que no me gusta Sang Wook, ¡Es un inepto y aprovechado! ¡Solo te quiere porque le das todo lo que pide! ¡No Más Jaejoong! ¡Reacciona! –Yoochun parecía haber liberado su corazón cuando terminó de gritarme todas esas cosas que me hicieron llorar al instante –lo siento… Jaejoong lo siento –él quiso consolarme pero me alejé de él y me apresuré en abandonar el lugar para buscar mi auto.

Yo contaba con ese dinero y había planeado citar a Sang Wook en un restaurante lindo en la noche para darle la buena noticia pero nunca pensé que Yoochun estuviera en desacuerdo con mi matrimonio. Nunca él mencionó algo.

Conduje rápidamente a casa porque necesitaba a mi esposo. Su apoyo era lo más importante en ese momento y olvidé por un momento mi empleo, mis funciones, dedicarle el tiempo que él pedia era lo principal.

-¡Wookie! ¡Cariño! –le llamé pero unos sonidos provenientes de mi habitacion me hicieron confundir, me acerqué con lentitud al tiempo que mi corazón se agitó y mi mente generaba miles de ideas por segundo.

La puerta se abrió por completo dejándome ver a mi esposo con un chico sobre su cuerpo disfrutando de una conexión placentera. Mi primera reacción fue cubrir mi boca descargando unas lágrimas

 

-Puedo explicarlo ¡Jaejoong! –quise correr pero mis piernas no daban, con su cuerpo semidesnudo se me acercó y le empuje

-¡¿Cómo pudiste engañarme?! ¡Eres un cínico! ¡Maldito! ¡¿Por qué lo hiciste?! –pude sacar valor para marcharme de allí con el corazón hecho añicos. Muy a mi pesar, Yoochun fue lo primero que pensé y ordené al taxista que me llevara a casa de él.

Bajé corriendo del auto y toque desenfrenadamente la puerta siendo abierta por mi amigo quien me sostuvo en sus brazos mientras lloraba como nunca lo había hecho.

---Fin Flashback---

El celular vibró identificando la llamada de Yoochun. Sin él idearlo me había liberado de los dolorosos recuerdos del pasado. Le contesté mirando la hora en mi reloj

-¿estás cerca? –su pregunta me hacia sonreír, sintiéndome más calmado encendí el auto para conducir a la oficina donde sabía que Yoochun me esperaría  

-voy en camino, jamás me perdería esta boda

-te espero

     ---Jun Su---

En el almuerzo no tuve mucha oportunidad de hablar. La Sra. Park fue quien me dio miles de recomendaciones para cuidar de su hijo. La peor parte fue cuando me obligaba a repetir en voz alta cada una de sus instrucciones.

De regreso en el auto ella recibe una llamada de la organizadora aceptando llegar una hora antes

-se ha presentado un pequeño inconveniente –ella me dice –yo… esperaba que llegáramos juntos al juzgado pero debo llegar primero –yo comprendía –te dejaré el auto y el chofer y tomaré un taxi –me sorprendo de su decisión pero aun así no la refuté. Me despedí por el momento y subí al departamento para cambiar mis ropas luciendo el traje escogido por la Sra. Park

Tardé una hora en sentirme listo vistiendo el traje gris que ciertamente adoraba. El color era lindo y mis ansias por ver a Yoochun aumentaban aunque no olvidaba el pequeño roce que tuvimos en la mañana. ¿Él aun estaría enojado conmigo? Me miré al espejo para guardar el recuerdo de mi felicidad

Me repetía que era la persona más afortunada del mundo, sonreía mucho reconociendo un brillo en mi mirada de alegría absoluta. Respiré profundo y camine hacia la puerta principal para salir.

Sin advertir la presencia de alguien, miré frente a mí y una mujer en acción rápida me cubre el rostro con un pañuelo que tenía una sustancia fuerte que al olerla me hizo perder la conciencia.  

---Jae Joong---

-Wooaaa!! –le dije a Yoochun al verlo muy guapo en ese elegante y preciso vestido gris con una flor dentro del bolsillo de su pecho. Su cara me lo decía todo. Se veía nervioso, tímido y muy feliz. Como yo siempre soñé verle

-ven conmigo en el auto –me dijo mi amigo y cuando iba a seguirle mis ojos se encuentran con Yunho quien aun se encontraba en la empresa y hacía su imponente entrada a la oficina

-Jaejoong y yo llegaremos juntos –agregó sorprendiéndome con su petición, él tomó mi mano para alejarme de Yoochun quien iba a decir algo pero Yunho nuevamente habla –por el bien de Junsu… tu mejor llega solo

Yo no entendía que pasaba pero mi amigo aceptó sin ningún problema y pronto me vi caminando detrás de Yunho hasta mi auto que lo había estacionado en el espacio de siempre y él perfectamente conocía

-¿Quieres que yo maneje? –le miré unos segundos recordando que lo nuestro no era verdadero amor, que él un interesado más en mi dinero

-¡No! –le dije en forma grosera y me solté de su mano bruscamente para ingresar a la puerta de piloto, no había forma de negarle que subiera a mi lado ya que íbamos al mismo lugar. Aceleré y salí a una avenida principal que me llevaba directo al juzgado

-¿Te pasa algo Jaejoong? –yo me quedé en silencio concentrándome en conducir, no estaba preparado aun para decirle y además necesitaba estar en otro ambiente

-eh… no es nada, solo… hablemos después de la boda

-quiero saberlo ahora –fue su voz fuerte y seria

-no es un buen momento –trataba de justificar

-¿A dónde iremos después de la boda? –él me pregunta y yo le veo con ojos grandes quedándome sin respuesta –entonces ¿quieres terminar? –yo presioné el freno sin delicadeza haciendo que nuestros cuerpos se inclinaran hacia adelante  

-¿cómo lo supiste? –le miraba consternado. No quería tener ese momento tan pronto

-gira a la derecha, ahí queda el juzgado –fue lo que dijo mirando al frente como si no hubiéramos mencionado nada importante. Con mis manos temblando internamente yo aceleré y seguí su instrucción. Efectivamente algunos fotógrafos y periodistas estaban presentes. Yunho fue el primero en bajar del auto y me quedé allí unos segundos suspirando para evitar mis ganas de llorar.   

 ---Yoo Chun---

-madre, era mejor que llegaras con Junsu

-descuida, ya debe venir en camino, voy a llamar al chofer –yo asentí con muchos nervios recorriendo mi cuerpo. Finalmente iba a dar el sí y jamás lo imaginé tan rápido, hasta hace unos meses creí que todo sería planeado por mi madre, pero Junsu apareció en mi vida haciéndola más interesante.

Recordaba la pequeña discusión de la mañana pero me encargaría de demostrarle que mi vida será solo para él

-¡¿Cómo dices?! Pero…

-madre que pasa –me alteré de inmediato intuyendo que algo malo sucedía. Sin esperar sus comentarios llamé a su número celular pero no contestaban, eso no era normal, los minutos pasaban sin ninguna respuesta y eso me desesperaba. Jaejoong aparece leyendo nuestra preocupación, tanto la de mi madre como la mía, en el rostro

-Junsu no contesta su celular y el chofer no lo ha visto –le hice saber

-¡¿Qué dijiste?! –Yunho casualmente iba entrando y alcanzó a escuchar

-Yoochun ve por él –Jaejoong me entregó las llaves de su auto pero Yunho me las quitó diciendo que él manejaba más rápido que yo.

Mientras íbamos al departamento seguía insistiendo con la llamada pero mi amado no respondía, un nudo en la garganta no me dejaba hablar con claridad, quería verlo, abrazarlo, saber que estaba bien. Efectivamente llegamos muy rápido y sin la aprobación del vigilante subimos por el ascensor para correr al departamento.

La puerta estaba semi abierta y mis ojos se humedecieron al ver a Junsu sobre el piso de la sala con su traje rasgado, no estaba desnudo pero su saco y camisa estaba cortada al parecer con una tijera, iba a tocarlo pero el cuerpo de Yunho me apartó con brusquedad

-¡no lo toques! estoy llamando una ambulancia –él buscó su mano para sentir su pulso confirmando que mi Junsu estaba vivo. Mis lágrimas caían sin control, la espera de los paramédicos se me hacía eterna

-Junsu despierta… amor… baby… ¡Junsu! ¡Junsu!

-¡usemos la camilla! –el personal de primeros auxilios hizo presencia por la puerta para atender a Junsu –pupilas no responden, respiración estable, traslademos a clínica, solicitemos permiso ingreso –fue lo que concluyeron y yo me fui detrás de ellos. Subí a la ambulancia sosteniendo todo el tiempo la mano de Junsu, queriendo darle mi calor para que regresara cuanto antes.      

*******  

No esperamos mucho por el resultado y me apresuro en acercarme al doctor en cuanto pregunta por los familiares

-él ha inhalado una droga que le ha hecho perder la conciencia, por las ropas podemos concluir que alguien quiso hacerle daño pero no lo suficiente para matarlo. Esperamos que el efecto de la droga pase rápido y por lo pronto está dormido pero se recuperará

-gracias doctor –Yunho me miró con mucha rabia. Me hacía responsable de Junsu pero se contenía de decirme lo que pensaba. Jaejoong me abraza y me fijo en Yunho quien parece odiar esa escena con mucha claridad en su expresión facial y también nos da la espalda

Acto seguido se aleja del piso quizás en dirección a la cafetería y entonces enfoco mi atención en Jaejoong quien me habla

-puedo quedarme para que vayas a casa a cambiarte –él se ofrece y amablemente le dije que no, era mejor que él se alejara. Prometía contarle después de mi discusión con Junsu que de cierta forma era por mi cercanía con él. Jaejoong asintió y se fue a casa mientras yo me quedé esperando a que Junsu despertara para cuidarlo.   

 

---Jae Joong---

Deseaba que Junsu despertara pronto. En parte mi corazón dolía de ver a Yunho sufrir por su primo, conocía su cercanía familiar, su apoyo incondicional y el amor que se tenían. Hubiera anhelado abrazar a Yunho también pero ya habíamos dicho no más, o bueno yo…

Estacioné el auto en el edificio de mi casa y pasé por la recepción siendo llamado por la chica de seguridad de turno

-Sr. Kim Jaejoong –ella me reconoce –un hombre le espera fuera del edificio, en el estacionamiento de visitas

-¿Mencionó su nombre?

-Sí. Dijo Kim Heechul –ella leía de un papel

-¿de verdad? –me alegré de escuchar el nombre de un gran amigo cuando viví en los estados unidos. Me apresuré en ir al estacionamiento pero mi sonrisa acabo cuando se encontró con la verdadera persona.

Yo no pude dar un paso más y por eso él se acercó.      

  

-Hola mi amor

-tu… ¿Qué haces aquí? –dije sin ninguna emoción  

-¿es así como saludas a tu esposo?

-Ex – esposo querrás decir –su maldita sonrisa, la misma que por muchos años me manipuló, nuevamente la vi pero ya no me era tan hermosa como antes, ahora lo detestaba

-lamento decirte que aun estamos casados

-¡¿Qué?!