Capitulo Nueve

CAPITULO NUEVE

YOOCHUN

Observaba un caballo galopar en dirección a nosotros, era mi primo quien finalmente hacia su llegada al punto de encuentro para hacer el cambio de papeles. Le vemos bajarse del robusto animal y su rostro me decía que algo estaba pasando pero no podía comprender si se trataba de algo bueno o malo

-Yunho ¿Estas bien? -mi tío se apresuró en preguntar y mi primo asintió tocando sus manos como saludo

-podemos hablar a solas…. Sin los guardias de seguridad -fue su petición y ordené a todos que se fueran exceptuando a mi tío

-¿Cómo está mi prometido? -me apresuré en preguntar –¿le has tratado bien? -el silencio de Yunho me estaba desesperando pero le permití que tomara su tiempo 

-Jaejoong lo sabe todo

-¿Cómo que todo?

-él y yo…

-¡¿Cómo que él y tú?! -yo tomé a mi primo por el saco de su traje y su padre se ubica en medio para evitar que le golpeara

-me enamoré de Jaejoong y me quedaré a su lado siempre, sabemos que la boda se realizará, pero debes saber que él me ama a mí

-¡Pero ¿De que estupidez hablas?! ¡yo te pedí que no lo tocaras! Te lo advertí muy bien

-simplemente pasó

-¡¡¡esto…. no te lo perdonaré Yunho!!! Cuando sea rey te voy a exiliar del reino, será lo primero que haga cuando tome el poder

-¡Yoochun! -el padre de Yunho me pide que me calme por mis palabras mencionadas -lo arreglaremos… buscaremos la manera de resolver esto

-¡¿Resolver?! El príncipe y tu hijo se burlan de mi frente a todo el reino y crees que hay manera de resolverlo -en ese momento no podía pensar con claridad, la situación era totalmente inesperada y nada parecía tener coherencia en mis ideas de venganza… miré a Yunho destilando odio puro porque solo eso sentía por él -encontraré la manera de cobrarte por esto -Yunho contuvo sus manos empuñadas porque conocía a la perfección su desventaja sobre mí. Me fui de allí y caminé hacia el caballo que me llevaría al palacio. Necesitaba explotar mi enojo así que galopé con alta velocidad.

JUNSU

Hoy era el gran día de la boda, desde muy temprano estábamos preparando el enorme salón de un palacio en el que se desarrollaría la fiesta. Max estuvo acompañando a mi Lady todo el tiempo y desde la distancia me seguía con su mirada sin ocultar el amor que sentía por mí.

Ya habíamos terminado con la decoración y era mi momento de cambiar mi ropa de esclavo por el traje de tela fina que había sido un regalo de lady Jessica.

El maquillaje no podía faltar para verme mejor presentable y mi cabello levantado hacia un lado hacia que mis ojos pequeños se vieran un más expresivos. Con el inicio de la fiesta yo me ubiqué en la pequeña tarima donde estaban los músicos.

Con mucho amor comencé a cantar y a disfrutar mucho de ese momento en que estaba siendo admirado por los invitados, muchos realmente estaban apreciando mis habilidades de canto. Alguna vez soñé con hacer eso y hoy también parecía ser mi día especial. 

Mi presentación de canciones había llegado a su fin recibiendo el aplauso de todos especialmente de Lady Jessica quien no dejó de mostrarse feliz por mi aporte a su bello matrimonio, me despedí de todos y bajé para guardarme en la habitación donde teníamos nuestros trajes e instrumentos. Max estuvo allí y me tomó de la mano para llevarme a otro lugar con menos personas

-¿Te gustó? ¿Cómo te pareció mi…? -Max me abrazó pegándome a su pecho para luego mirarme y plantarme un beso bastante pasional que no dudé en seguir el mismo ritmo hasta que con suavidad nos detuvimos

-me encantóooo -susurró esto último -Junsu… tu… ¿crees en lo nuestro? -esa pregunta era bastante profunda y con mucho temor sin pensarlo bien me atreví a contestar  

-…si… lo creo -él sonrió aliviado

-he hablado con Lady Jessica

-¿sobre qué?

-he ahorrado dinero para ir al reino del sur -si pero… ¿Tenía él que mencionar precisamente ese reino? -puedo comprar tus derechos de esclavo y llevarte conmigo -¡¿Que?!... él…  yo no supe si había escuchado bien su propuesta -¿irías conmigo?

-yo… si… ¡sii! Si iré -le abracé fuerte y derrame una lagrima de felicidad por la posibilidad de ser libre, los sueños que podría cumplir… él limpió mi mejilla y me dio muchos besos sueltos en los labios -Max… te haré el hombre más feliz de todos

-¡Te quiero Junsu!  

JAEJOONG

Esa mañana durante el desayuno estaba demasiado tenso, dejé caer el cuchillo dos veces causando impresión en mi madre. Park Yoochun aparecería en cualquier momento y yo debía actuar con la misma cercanía que había creado con Yunho.

Un hombre de edad avanzada hace presencia en el comedor y todos le observamos al considerar como un extraño

-buenos días familia Kim, soy el doctor de la familia Park, el rostro del príncipe ha sanado perfectamente y puede presentarse sin el velo por primera vez

-¡que excelente noticia! -mi madre se mostró emocionada, acto seguido un hombre de estatura parecida a Yunho se acerca a la mesa con pasos lentos haciendo una venia de respeto, se ubicó en la silla frente a mi posición regalándome una mirada muy intensa

-permítanme ser hoy el príncipe del reino del norte en versión real -esa frase terminó en un tono muy malvado dirigido hacia mí

-sabia que eras un hombre guapo -mi madre agregó y él se sienta en su silla sonriendo coquetamente antes de disfrutar del sabor del café

-buenos días Yoochun -dije regalando una sonrisa –¿has tenido una buena noche? -debía sonar bastante cercano a este príncipe real -luces muy fresco en la mañana de hoy

-realmente tuve una pésima noche -él bebió un poco más mostrándose muy tranquilo

-¿A qué se debe esa mala fortuna? -mi padre se interesó -tienes nuestra total confianza para solicitar lo que necesites

-me he enterado de cosas desagradables -Yoochun me miró -han ocurrido en el norte y trabajaré en ello el día de hoy, nada de que preocuparse, suele importarme más de lo necesario el bienestar de mi pueblo 

-siempre con las palabras precisas, serás un excelente rey para ambos reinos -mi padre orgulloso menciona

-estoy agradecido… ahora si me permiten… deseo tomar una caminata con mi prometido – Yoochun se levanta de la silla para ofrecerme su mano y yo me tomé unos segundos en reaccionar, retiré la servilleta de mis piernas y recibí su mano para irnos en dirección a los jardines. Quería demostrarle que yo también tenía un carácter valiente y una vez ingresamos a los altos arbustos lejos de la seguridad y algunos esclavos tomé la palabra

-príncipe Park, cumpliré con el acuerdo de casamiento, pero me niego a compartir habitación contigo -Yoochun detuvo su caminar para encararme con su fuerte mirada, pude notar lo atractivo que sus facciones eran y seguramente si no hubiera conocido a Yunho nuestro matrimonio habría funcionado, pero estaba muy seguro de mis sentimientos por Yunho y eso no iba a cambiarlo. Su ahora fría sonrisa mostraba sarcasmo, en sus gestos pude ver que él estaba muy molesto

-de hecho, estoy pensando en cancelar el matrimonio

-¡¿Qué?! -esa idea no la había contemplado, siendo así la reputación de mi familia estaba en juego pues ya en el reino todos conocían la noticia…

-¿Cómo puedo casarme con un príncipe infiel? ¿Crees que soy tan poco inteligente para aceptar algo así? Nos casamos y luego te iras todas las noches con tu amante ¿esperas que nadie se entere de eso? Los rumores sobre mí me harán ver como un rey débil -lo que él decía tenía mucho sentido, pero podíamos llegar a un acuerdo -escucha Jaejoong… es tu decisión… me caso contigo y exilio a Yunho de ambos reinos o me caso contigo y escogeré a dos esposas más -una opción era devastadora para mí, ¡No podía vivir con la idea de no volver a ver a Yunho! Y la otra opción se trataba de humillarme públicamente de la peor forma, mis padres se sentirían decepcionados. Toqué el brazo de Yoochun quien intentaba irse dejando mi mente con las peores ideas reproduciéndose por segundo

-terminar con Yunho puede ser tu mejor opción -fueron las ultimas palabas de Yoochun para dejarme allí solo con un enredo de decisiones que no lograba detener, mi cabeza dolió demasiado al punto que caí sentado en el suelo. Un esclavo se acercó y me ayudó a levantar.    

 

YOOCHUN

Ingresé a mi despacho donde trataría de ocupar mi cabeza en asuntos que realmente fueran importantes, estaba lleno de enojo, de odio hacia Yunho por acabar con mi idea de tener una bella familia, tomé todos los objetos que estaban sobre la mesa y los arrojé al suelo descargando mi ira.

Mi tío en ese momento ingresa con un guardia de seguridad comprobando que no se tratara de alguna situación grave. Le pide al guardia que se retire para quedarse a solas conmigo, luego de unos minutos decidió dar su comentario

-tu odio hacia Yunho no puedes descargarlo en el príncipe Jaejoong

-en este momento, eres la persona menos indicada para hablar

-¡No puedes obligar a que alguien te quiera!

-fue tu idea enviar a Yunho a este reino, ¡es tu culpa!

-no fui yo quien se encaprichó con un esclavo y tratando de resolver eso decidió quedarse en el norte por varias semanas más -él me había dejado sin argumentos -exiliar a Yunho no hará que el príncipe se enamore de ti, entiende que tu matrimonio será solo un acuerdo de familias  

-exiliarlo será mi venganza por haberse atrevido a tocar algo que era mío -contesté de inmediato

-si el rey del norte y sur será un hombre cruel y egoísta no me interesa seguir siendo parte de su gobierno -mi tío me entregó el prendedor que le identificaba como alguien del norte -sugeriré nombres de mejores consejeros para ti

-lo que me pides es que acepte ser avergonzado por ese par ¿Acaso suena lógico? Yo voy a ser el rey de este pueblo ¡¡¡A quien todos deben respetar!!!

-puedes tomarlo así o puedes creer que genuinamente ellos se enamoraron sin que ninguno tuviera la culpa, puedes nombrar a Yunho como guardia principal de tu familia y eso será menos sospechoso. Tendrás la oportunidad de conocer otras personas para enamorarte de nuevo y convivir en paz con Jaejoong, solo ustedes sabrán la verdad -negaba con mi cabeza esa respuesta pero luego de unos minutos tomé el prendedor en mis manos y se lo entregué de regreso

-puedes quedarte, no quiero un nuevo consejero… solo debes saber que Yunho tiene que pagar

-¿A qué te refieres con eso?...

JAEJOONG

Esa misma tarde habíamos sido citados Yunho y yo a un encuentro privado con Yoochun… solo el padre de Yunho nos escoltó al lugar de la reunión, mi mano no soltaba la de Yunho en ningún momento. Estábamos nerviosos, con el corazón latiendo a mil, aunque yo era un legítimo príncipe yo había cometido el error de no guardar mi compromiso, estábamos en desventaja ante nuestro secreto que él podía revelar en cualquier momento.

El príncipe del norte esperaba por nosotros con dos arcos en sus manos, todo era confuso pero la sonrisa de sarcasmo en Yoochun erizaba cada vello de piel ante el temor de no escuchar algo positivo

-finalmente nos encontramos los tres -él mencionó como saludo -los he llamado porque quiero retar a Yunho -mí amante y yo nos soltamos de la mano para escuchar con atención -tres flechas en el punto rojo, si gano yo… te exilio de los reinos -yo negué de inmediato -si pierdo yo… no voy a interferir y el matrimonio seguirá de acuerdo con lo planeado

-¡NO! -yo grité -aceptaré que tengas todas las esposas que quieras… te daré una parte de mi reino… apoyaré todas tus ideas si es necesario pero no quiero que Yunho sea exiliado

-dejemos que la suerte sea quien lo defina… no es de hombres rechazar un reto

-lo haré -Yunho respondió decidido  

-¿Acaso no escuchaste bien? -le daba pequeños golpes en el pecho de Yunho -si pierdes te irás… ¿De verdad te arriesgaras a eso? Es un estúpido reto más importante que nuestro futuro… ¡Yunho! ¡reacciona!...

-no voy a perder -él me respondió con su mirada fija en la mía, su voz sonaba a decisión tomada -voy a ganar y nos dejaran amarnos sin problema, te amo Jaejoong… confía en mí -eso quería hacer pero dejar una decisión de esas en mano de la suerte era una idea imprudente. Si Yunho perdía le iba a odiar el resto de mi vida.  

El primero en lanzar hacia el punto rojo fue Yoochun, su descarga fue directo al centro mostrándose demasiado feliz por ese primer punto a su favor, le cedió su turno a Yunho quien tomó su tiempo para enviar la flecha y afortunadamente fue exitoso. 

El corazón me latía demasiado fuerte, podía escucharlo en mis oídos y los nervios crecían a cada minuto. Yoochun continuó y nuevamente acertó al centro coloreado, su felicidad era evidente y me regalaba gestos de autoconfianza, pegué mis manos en forma de rezo para esperar por la siguiente flecha de Yunho y exhalé fuerte de alivio cuando él había pegado al centro.

-ya es hora de definir esto -Yoochun, quien era el único disfrutando de la competencia toma de nuevo el arco y envía la flecha al punto rojo… él había completado todos los lanzamientos sin errores.

Yunho tenia demasiada presión, solo una oportunidad tenia de lanzar y no podía fallar, esta vez cerré mis ojos, incapaz de ver que sucedería, todo pasó muy rápido y la risa sonora de Yoochun me confirmaba lo peor… mi amante había fallado.

Unas lágrimas ya se rodaban por mis mejillas imaginando su partida del reino. Yoochun era la peor persona que había conocido en mi vida y no iba a casarme con él. Mi reacción fue ir donde Yoochun para golpearle, pero antes de eso el padre de Yunho se ubica frente al príncipe para protegerlo, Yunho me toma por el estomago para alejarme de allí

-¡Yoochun es suficiente! -el padre de Yunho habla.

Todo indicaba que el príncipe solamente se divertía con la situación, causándome al instante demasiado enojo por su crueldad -tenemos una idea que podría funcionar -agregó el consejero en vista de que Yoochun no podía dejar de reír.

Yunho en una acción rápida toma el saco de Yoochun para lanzarlo al suelo con enormes ganas de seguir golpeándolo más pero su padre le pide que se calme -Yunho por favor…. Escuchen -el hombre me miró.

Yoochun, recuperado de su deleite ahora con rostro un poco más tranquilo espera que su consejero sea quien explique la solución a nuestra situación.

-los tres harán un acuerdo para beneficio y tranquilidad del reino. Yunho será declarado el guardia personal de la familia real, eso incluye proteger al príncipe Yoochun y al príncipe Jaejoong -esa idea sonaba muy bien y me gustaba muchísimo… era muy acertada, el consejero se dirige a mí -debes aceptar que Yoochun tenga una segunda esposa 

-sí, acepto -dije sin pensarlo, eso era lo mejor que podíamos hacer para que mi amor por Yunho no se viera afectado y mi matrimonio con Yoochun siguiera en planes, finalmente descubrí que él estaría dispuesto a aceptarnos, le dirigí unas palabras por ello -pensé que serias alguien muy cruel pero tienes mi agradecimiento… voy a cuidar de tu imagen como mi rey y seré cuidadoso -Yoochun sonríe y en una acción rápida me da un beso en la mejilla quedándose detenido por unos segundos, Yunho de inmediato nos separa dedicándole una mirada fuerte a su primo, ellos parecían no llevarse nada bien  

-tenia que vengarme -fue la respuesta de Yoochun -me he divertido mucho por hoy y… acostúmbrate a mis besos para Jaejoong, seré un rey bastante amoroso en público -tomé el brazo de Yunho para pedirle que nos fuéramos a celebrar por la buena noticia, podíamos disfrutar de nuestro amor gracias al permiso de Yoochun.     

JUNSU

El viaje al reino del sur tomaba muchísimos días en la caravana que tomaríamos Max y yo, no podía creer que mi vida hubiera cambiado para bien en tan poco tiempo, ahora tenia la posibilidad de dejar de ser un esclavo y convertirme en el esposo de Max, un hombre joven y bastante guapo enamorado de mí.

Mi lady Jessica se iría de viaje con su ahora esposo y antes de marcharse quiso hablar conmigo, se acercó a la habitación donde dormía con otros esclavos pidiendo que nos dejaran a solas

-mi Junsu… -ella incluso me dio un abrazo -todos han hablado de tu maravillosa voz, ha sido un regalo muy bello de tu parte -ella tocaba mi rostro -eres muy lindo también… me encantaría que te quedaras conmigo siempre pero veo que ¡¡Has ganado el corazón de Max!! -su risa se hizo presente -quiero que lo cuides mucho -yo asentía -él merece ser feliz y volver a creer en el amor, no te permito romper su corazón porque el pobre… no lo aguantaría de nuevo -ella quiso dejar de hablar pero yo me había llenado de curiosidad

-¿Cómo de nuevo?...

-Ah… bueno… tuve un esclavo antes de ti llamado Minho –¿Minho? ¿Quién demonios era ese?...

-mi lady -el mayordomo nos interrumpió -su esposo quiere iniciar el viaje ahora mismo    

-debo irme… te deseo lo mejor… espero verte de nuevo -Lady Jessica me dio dos besos y se fue dejándome con una pregunta que no me daría alivio hasta no saber…. Sabía muy bien con quien encontrar información, pero eso me iba a costar. Busqué entre mis cosas una barra de chocolate que solo personas de mucho dinero podían comprar y Max me había regalado una barra con mucho cariño.

Llegué a la cocina y tomé la mano de Sojin, la llevé hasta una habitación a solas y le mostré la barra del delicioso dulce

-¿Quién fue Minho? -le pregunté ofreciendo una porción pequeña

-¿Cómo supiste de él?... está bien… -ella degustó del chocolate y comenzó a hablar -él era el esclavo personal de Lady Jessica, todos sabíamos que tenía una relación oculta con Max pero un día, recibimos la visita del duque Jhons, un hombre extremadamente rico y Minho no dudó en conquistarlo… luego de una semana Minho había sido llevado con él, Max se convirtió en un hombre frio y serio -la historia sonaba muy común, muy normal pero algo seguía inquietando mi corazón…

-y… sabes ¿A dónde fue Minho?

-los rumores dicen que él está viviendo en el reino del sur -mis sentidos se llenaron de alertas automáticamente… ¿Qué pasaría si Max se encuentra de nuevo con él? ¿lo seguiría queriendo?... ¿Podría ser que no era buena idea viajar al reino del sur?…