Capitulo Veinte

CAPITULO VEINTE  

YOOCHUN

La mañana llegó y Junsu estaba dormido sobre mi pecho, le abracé fuerte haciéndole despertar y más se pegó a mí, le daba muchos besos en su frente hasta que le hice quejarse pues él quería seguir durmiendo.

Le pedí que me acompañara a tomar un baño para ir de nuevo a la habitación de mi padre, él lo hace y una hora después caminábamos uno al lado del otro por los pasillos del palacio del norte. Ingresamos a la habitación y mi padre en cama lucía bastante cansado lo cual me asustó de inmediato.

-¿Cómo te estas sintiendo hoy?

-muy mal… creo que es mi momento de despedirme

-aun puede luchar -Junsu dice acercándose a la cama

-llamaré al medico -mi padre extiende su mano para ofrecérmela, le toco y con mis ojos mojados le escucho

-me voy tranquilo porque eres feliz -sus ojos se fueron cerrando

-¡no!... padre… mírame -aunque le tocara con mis manos en su pecho él no daba respuestas y Junsu con sus manos me haló hacia lo lejos de la cama para abrazarme ante la realidad que ahora me tocaba vivir…

JAEJOONG

Después de escuchar la continua queja y problemas de los ciudadanos, la siguiente persona que pidió la palabra fue uno de nuestros mensajeros principales

-hay una terrible noticia

-¿De qué se trata? -el padre de Yunho se muestra alerta al igual que yo desde la silla

-el anterior rey del norte ha fallecido

-¿Qué dices? -era difícil darle crédito a esa noticia al primer minuto de escuchar -pero… ¿es confirmado?

-me temo que sí, hemos recibido este mensaje escrito y el rey Park ha pedido que decretemos tres días de duelo nacional

-eso haremos -respondí -por favor organiza una ceremonia en la catedral principal, iré a presentar mis condolencias -vi como el padre de Yunho limpiaba sus ojos sutilmente ante la triste noticia. Me acerqué para acompañarle

-no… no imaginé nunca eso… pensé que él estaba bien -le abracé y Yunho hace su entrada, en su rostro supe que ya conocía de la noticia. Él abrazó a su padre también mientras le trasmitía fuerza.

-¿quieres ir al norte?

-no es necesario, estamos a semanas de distancia y habré llegado tarde. Iré a la catedral  

-me iré a preparar -mencioné a ellos y les di su espacio a solas.   

DOS DIAS DESPUES

YOOCHUN

-me alegra que estés aquí, creo que hubiera sido mucho más difícil -Junsu trataba amorosamente de animarme a comer ya que mi ánimo se encontraba afectado -él nunca quiso decirme que estaba enfermo, me dijo que quería hablar de estrategias económicas para no preocuparme…. A pesar de tener muchas diferencias él me amaba mucho

-y nos aceptó… eso debes recordarlo siempre, quiere que seas feliz como yo así que toma este jugo, solo la mitad… por favor -recibí el vaso y bebí para tranquilidad de Junsu. Su mirada era tierna todo el tiempo y eso me enamoró aún más.

-voy a hablar con Hani -su rostro me dijo que no le agradaba la idea  

-intento ser objetivo pero ella me hizo mucho daño… quiero que se vaya

-está bien.

XXXXXX

Hani vino al despacho en que le estaba esperando para hablar sobre su situación. Ella se veía visiblemente afectada por la muerte de mi padre y sus ojos podían decir lo mucho que había llorado

-antes de que hables -ella menciona -siento mucho la muerte de tu padre, siento mucho haberle dicho de Junsu cuando él estaba muy enfermo, siento mucho haber provocado a Junsu esa noche en tu habitación, siento mucho haber golpeado a Junsu en varias ocasiones y siento mucho…

-¿golpeaste a Junsu? -le hice detener porque no podía creer eso -independiente de que él fuera un esclavo nadie merece ser golpeado ¿lo sabes? -ella asiente     

-no quiero regresar a la calle -ella derramaba muchas lagrimas y eso me partía el alma aunque no quisiera sentir eso. Sabia a que se dedicaría sin la protección del palacio -Yoochun… no quiero  

-¡bien!… puedes quedarte en el palacio hasta que encuentres otro lugar al cual pertenecer, te entregaré oro suficiente para que puedas defenderte y nunca te acerques al sur

-gracias -ella hace una venia hacia mí

-y otra cosa -ella me mira -evita ver a Junsu, le diré que te he expulsado de este palacio

-lo siento -Hani se apresura en darme un abrazo que no esperé -de verdad lo siento mucho -le veo salir de la habitación cabizbaja, pero con la tranquilidad de tener un techo donde estar. El mayordomo hace presencia para decirme que los consejeros del reino querían una reunión, de camino a la habitación estaba la recamara que compartía con Junsu y moría de ganas de verlo

-¡Chunnie amor! -él corre hacia a mí y cuando le abrazo nos quedamos así pegados por unos segundos, de repente Junsu se retira de mi para verme y acto seguido cubrir su nariz

-¿Qué… que pasa?

-tu olor… es muy fuerte y… -Junsu se desmayó de repente y tuve la fortuna de reaccionar a tiempo para sostenerlo en mis brazos. No sabia que pasaba, le cargué para acostarle en la cama y llamé de inmediato a la esclava, Ailee se encontraba cerca y se apresura en preguntar que sucedía

-le pediré al doctor que venga -ella ofrece y yo asiento, regresé con mi amado para estar a su lado cuando despertara, me preocupaba demasiado su desmayo y rogaba a los cielos que no se tratara de algo grave.

      

JAEJOONG

Aun nos encontrábamos en duelo nacional por la muerte del tío de Yunho, él seguía cuidando de su padre a cada minuto mientras yo esperaba pacientemente por su tiempo para mí. Finalmente la noche llegó y él se preparó para dormir, yo le esperaba sentado en la cama y él intuyó que quería hablarle sobre algo

-siéntate aquí -él eso hizo cubriendo sus piernas con las cobijas, yo busqué una pequeña caja en mi mesa de noche y se la entregué, pero antes me senté en sus piernas mirando hacia abajo -no sé si es el mejor momento pero… necesito decirlo -él quiso abrir la caja y le detengo para darle un beso quieto en los labios

-de verdad que sabes como llenarme de curiosidad -su comentario me hizo sonreír y él abre la caja tratando de entender su contenido, después de mirarlo varias veces pareció comprender -es un… un gorrito de bebé -sus ojos parecían enormes y su sonrisa iluminó mi existencia

-¡Si! -le dije abrazándole -vamos a ser padres -me aferré a él y acto seguido él me mira para llenarme de besos todo el rostro -no puedo creerlo… estoy esperando un hijo tuyo…

-Jaejoong… eres lo mejor de mi vida -Yunho tocó mi estomago mientras daba besos sueltos en mis labios.

JUNSU

Mi mano era sostenida por Yoochun, afirmando fuerte para que pudiera sentirlo, poco a poco fui regresando a la realidad, acostado en la cama y con varias miradas fijas en mí. Sonreí causando una impresión en Yoochun

-me tenías tan preocupado -él susurró -¿Por qué sonríes de esa manera? Esto no es gracioso mi amor. El doctor está en camino 

-Chunnie… -él me ayudó a sentarme en la cama -creo que… estoy embarazado           

-¡¿Qué?!... tu…. ¿De verdad?… -Yoochun me daba muchos besos en la frente y me regalaba su hermosa sonrisa. Mis cálculos no fallarían y esa noche en la bodega de vinos definitivamente traería consecuencias para nosotros.

SEIS MESES DESPUES

Luego de regresar del norte, una extraña migración de personas de otros reinos llegó al Sur, nuestro reino estaba siendo el más prospero y por ellos todos querían vivir en el Sur, pero junto a las muchas personas de bien, personas peligrosas también impusieron sus propias reglas ignorando a la guardia real.

Yoochun ordenó mi traslado a una casa privada algo retirada del palacio, lo hacia para mi protección ya que cuantas menos personas me vieran, nuestro engaño era mejor.

Esa mañana me dedicaba a recoger mandarinas arrancándolas del árbol para guardarlas en la canasta cuando el sonido de un disparo alteró todo mi cuerpo, algunos esclavos que me acompañaron me pidieron apresurarme para ingresar a la casa.

Seguramente eran rebeldes queriendo apropiarse de la casa, pero se suponía que muchos guardias la custodiaban, entramos y cerramos las puertas pero aun así vidrios de ventanas caían en el interior. Corrimos hacia la cocina resguardándonos de las balas. Mis lagrimas caían desesperadamente ante el miedo, la incertidumbre y la desprotección.

-están aquí -escuchamos una voz fuerte y mi cuerpo se alegró de ver a nuestra guardia. Eran hombres apuntando hacia el otro lado de la casa -¡Cúbranme! -este hombre nos guio hasta las afueras de la casa donde un coche estaba estacionado -el guardia les alejará de aquí mientras continuamos atacando

-¡Son demasiados! -le dije en mi desespero -déjales ganar

-no podemos… -él se quitó el casco y ambos nos reconocimos -Junsu… nuestro trabajo es proteger el sur    

-¡ordénales que se retiren! -le exigí a Max derramando una lagrima más -no quiero que mueran todos, lo arreglaré

-¡tu!

-mi hijo es del rey -Max de inmediato notó mi barriga -juró que no quedará impune

-sube al vehículo ahora

-no me iré sin ti

-¡¡¡Junsu!!!

-de acuerdo -Max corrió hacia la casa para ordenar a los demás la rendición, alguien mostró bandera blanca y los disparos parecieron aquietarse. Max corrió hacia mí ordenando que subiera al coche, él tomó el control de los caballos junto a otros para huir de esa zona.

JAEJOONG

Había escuchado un ruido terrible que venía desde la habitación donde Yoochun hablaba con sus consejeros, tenia que saber que ocurría y entré sin ser advertido

-¡no lo voy a tolerar! -Yoochun estaba lanzando libros y papeles y lo que estuviera en la mesa haciéndoles caer al suelo, claramente estaba descargando su ira -¡¡¡quiero la muerte de todos!!! -Yunho llegó apresurado para hablarle

-ha habido rendición, no lo entiendo, siempre he dado la orden de atacar

-¡¿Y eso que rayos significa?! -Yoochun tomó a Yunho por su traje para encararlo y yo corrí para intervenir

-quizás….   

-Jaejoong atrás -el padre de Yunho me tomó por los brazos para apartarme de allí

-¡¡¡¿Que rayos es lo que sucede?!!!

-unos rebeldes han atacado la casa donde estaba Junsu… hasta el momento no sabemos de él… puede ser que haya…

-iré a buscarlo… -Yunho se ofreció y reconociendo lo peligroso que era la situación me niego rotundamente a esa idea comenzando a llorar

-no… no… por favor… -tocaba mi abultado estómago, el mismo que Yoochun observó y se quitó el saco que representaba su estatus para irse por su cuenta

-¡es una locura! -el consejero trató de detenerlo

-es mi bebé y mi pareja, nada me importa más -Yunho se fue con él diciendo que le acompañaría, sin despedirse de mí se fue detrás. El padre de Yunho me pide quedarme donde estoy ya que él quería apoyarles en la búsqueda.

JUNSU

El coche se detuvo y mi corazón nuevamente se asustó ante la posibilidad de ser atacados de nuevo, estaba demasiado alterado y el bebé parecía sentir todo eso. La puerta se abrió y Max me ofreció su mano para salir… los caballos estaban muy cansados y se negaron a cabalgar

-estamos lejos de cualquier casa pero no te preocupes, voy a cuidar de ti. Es agua y frutas para ti

-gracias… ¿crees que estemos seguros aquí?   

-si -quería abrazar a Max, sentía la necesidad extraña de sentir la calidez de otra persona. Recordé a Yoochun deseando verlo cuanto antes para decirle que el bebé y yo logramos huir de esa casa.    

YOOCHUN

Alrededor de la casa muchas personas estaban sin vida victimas de ese ataque de los rebeldes. Lo pagarían muy caro y no me importaba violar todas las leyes de protección a la vida si esas insignificantes personas habían lastimado a mi Junsu.

Iba a continuar cuando Yunho me detiene, no estaba siendo cuidadoso, no me importaba nada excepto que entrar a esa casa y encontrar a Junsu.

-así no sé comprueba si hay personas en casa -Yunho ordena a uno de los guardias –¡Granada! -nos protegimos detrás de unos arboles y la granada fue lanzada comenzando unos disparos desde adentro de la casa. Ambos bandos comenzamos a atacar hasta que ya no logramos escuchar sonido -¡Avanzar! -nuestros soldados comenzaron a caminar en línea recta en espera de algún ataque pero nada sucedió, considerando que era seguro yo continué e ingresé a la casa. Buscábamos por todos los rincones pero solo muertos podíamos ver, algunos eran servidores que conocía de muchos años atrás.

Pasado el tiempo nos reunimos para confirmar que Junsu no estaba entre los muertos, lo cual aliviaba mucho mi corazón pero ahora la enorme duda surgió en ¿Dónde estaba Junsu? 

No pude evitar mostrar unas lágrimas descender por mis mejillas, estaba desesperado, la impotencia de no poder hacer nada era peor que cualquier otra situación. No tenia idea sobre qué hacer

-regresemos al palacio -mi tío comentó -si recibimos noticias llegaran primero allá

-encontraremos a Junsu -Yunho agregó -ve al palacio, estaré con mis guardias recorriendo los alrededores -en este punto no podía ni siquiera pensar y fue mi tío quien guió mis pasos para llegar al caballo e ir hacia el palacio.   

XXXXXX

Jaejoong miraba hacia la ventana todo el tiempo en espera de Yunho, secaba sus lagrimas en silencio y eso me llenaba de mucha culpa, su bebé también era una prioridad, me acerqué para cubrirlo con mi saco y pedirle que se calmara, él comprendía mi situación y decidió no juzgarme

-¿Qué harás con esos rebeldes? -él me preguntó

-aun no lo sé, pero es la última vez que escucho de ellos, ordenaré la desaparición de todos

-que todo el pueblo lo sepa, somos superiores a ellos -yo asentí a las palabras de Jaejoong.

Mi tío ingresa a la habitación apresurado y toma un poco de aire para poder articular una palabra, cerca de la casa capturamos un rebelde, dijo que unos guardias se marcharon en un coche con habitantes de la casa, dijo que uno de ellos parecía cuidar de su barriga. La noticia me daba mucha esperanza y aliviaba mis pensamientos mas negativos.

Solo me quedaba esperar que los demás guardias le trajeran conmigo.

UNA SEMANA DESPUES

Nuestros guardias más confiables aun no lograban traerme a Junsu, la carroza fue encontrada en medio del bosque pero sin nadie a su alrededor. Yunho había liderado a su tropa pero aun así los avances no eran suficientes.

Esa noche caía una lluvia muy fuerte, mi mente era siempre con Junsu pensando en donde se podría encontrar, finalmente a mi despacho de visitas mi tío ingresa en compañía de un guardia cuya estatura sobresalía, se acercó mucho a mí para decirme algo que parecía importante

-he estado cuidando de Junsu, su condición es delicada

-y ¡¿Quién rayos eres tú?! -le encaré

-soy Max, un guardia de rango medio y… -él se calla por unos segundos -fui el prometido de Junsu muchos meses atrás…