Capitulo Veintiuno

CAPITULO VEINTIUNO

YOOCHUN

-¿Dónde tienes a Junsu? -quería golpear a ese hombre, en mi desespero de querer saber sobre mi amado, le tomé de su saco para exigirle respuesta, mi tío intercedió para separarnos

-calma, calma… él nos llevará con él

-es preciso llevar un doctor -agregó este guardia y acto seguido fuimos por los caballos en que nos desplazaríamos a esa casa donde tenían a Junsu.

XXXXXX

Comprendí que se trataba de la casa del extraño y me sorprendió saber que su esposo era quien cuidaba de mi Junsu quien estaba acostado en la cama dormido mientras le colocaban paños agua fría en su frente.

Junsu estaba sintiéndose mal desde hace días lo cual impidió que pudiera viajar al palacio, Max dijo que le cuidaría y antes de perder la conciencia le contó todo sobre nuestro romance. El doctor examinaba el cuerpo de Junsu cuyo estomago ya se notaba mucho, esperé por sus comentarios y finalmente todos se van de la habitación para dejarme a solas con él.

Me acosté a su lado y toqué la bella curva de su estómago, nuestro bebé estaba tranquilo, pero Junsu estaba pasándola mal. El estrés de haber vivido ese momento de ataque de los rebeldes afectó su salud

-Yoo… chun…. -él me llamaba en sus sueños y tomé su mano para hacerme sentir, después de unos minutos sus ojos se abren poco a poco, me reconoció de inmediato y se acurrucó cerca de mí -tenia mucho… miedo…

-shh!!... sh!! -le abracé muy fuerte, seguido de un beso en la frente -ya pasó todo, te quedaras en el palacio, conmigo, donde te pueda ver todo el tiempo

-pero… esa no es la solución -en la misma posición acostados me separé para ver ahora a su rostro -tienes que expulsar a todos los rebeldes, que nadie más se atreva a atacar a los ciudadanos

-lo sé, pero no pienso volver a exponer tu seguridad ni la del bebé

-Chunnie… quiero seguir el plan original, puedo esperar unos meses más para que puedas nombrarme el cuidador de los niños, no pueden verme así -él llevó mi mano a su barriga 

-entonces, instalaremos una habitación mucho más cerca del palacio -Junsu me mira queriendo decir algo más

-prefiero quedarme aquí hasta que sea el momento

-¡¿Aquí?! ¡No! -me levanté de la cama y él se sienta sobre la misma para hablarme

-es el mejor lugar, nadie me verá, Max es un hombre casado así que nadie cuestionara el porque estoy aquí, simplemente seré un familiar de ellos, es lo más prudente

-no confío en él

-¿y en mí?

-Junsu no comiences

-a veces eres muy impulsivo y lo sabes. El doctor ha pedido completo reposo para mí y parece que no entiendes eso -miré a Junsu con mucho enojo y él simplemente extiende sus manos para llamarme -el bebé quiere un abrazo, un beso y tus palabras -él hace unos pucheros con los que enloqueció mi cabeza haciéndome sonreír olvidando sus cambios de humor.

No me quedó más remedio que acercarme a él y darle muchos besos cumpliendo con cada una de sus peticiones.

JAEJOONG

Me mantenía frente a la ventana en espera de Yunho, observaba con cuidado a todos los caballos que se acercaban al palacio pero mi amado aun no aparecía. El bebé también lo extrañaba mucho y se movía dentro de mí. Unos pasos detrás de mí me alertaron y al girar vi la figura de Yunho frente a mí. Corrí a abrazarlo

-¿estas bien?

-necesitaba verte

-yo también -sus labios tocaron mi frente y yo me aferré a su saco sintiendo su cercanía

-debes estar cansado… vamos a la habitación -yo asentí y caminé primero que él en dirección a nuestra recamara ya que aun debíamos cuidar de ser vistos juntos.

Tomamos un baño juntos y fuimos a la cama sobre la cual Yunho se sentó y yo me acomodé en medio de sus piernas y pecho, sus manos tocaban mi estomago abultado y mis manos le tocaban a él

-te voy a cuidar siempre, a ti y al bebé -Yunho me susurró -y… ¿has pensado en el nombre?

-si

-quiero escuchar

-Karam, Yunho, Dongho… -le hice reír

-deseo una niña y que se llame Jaena -fue demasiado dulce su comentario que no pude evitar comerlo a besos, pronto el cansancio se estaba manifestando y fue momento de acostarnos para dormir.

TRES MESES DESPUES   

Estaba bebiendo agua para calmar los nervios que me habían invadido, del otro lado de la puerta Junsu había comenzado con los dolores previos al nacimiento del bebé. Minutos después escuché el llanto que me impresionó lo suficiente para dejar caer el vaso y que este se rompiera. Yoochun quien estaba conmigo en la sala se apresura en ayudarme a alejarme de los vidrios

-¡ya nació! Ya… eres papá… -su sonrisa era la mejor que había visto e incluso vi unas lágrimas bajar por sus mejillas. La puerta se abre y el doctor nos permite entrar, Junsu estaba dormido y el recién nacido había sido limpiado por la partera, seguía llorando hasta que Yoochun le sostuvo y le daba muchos besos. Era un momento bello y fue mucho más cuando el padre de Yunho ingresa y pide sostener a su nuevo integrante de la familia, su mirada fue hacia mí esperando pronto que también cargara a su nieto.

Me despedí de todos y caminé en busca de Yunho quien estaba reunido con otros guardias a su mando, me mostraron respetos en cuanto me acerqué y pregunté abiertamente como estaba la situación en el reino

-mañana haremos las ultimas ejecuciones en público, los rebeldes han huido y la seguridad ha regresado a las calles

-las personas… ¿Qué es lo que están pensando?

-muchos están a favor, otros piensan que no fue correcto, pero lo cierto es que era necesario, nuestras familias están protegidas ahora. Muchas gracias por escucharnos -el guardia hace una venia y se aleja. Le comenté a Yunho sobre el nacimiento del bebé de Junsu y de inmediato quiso ir a verlo.  

YUNHO

Una semana después del nacimiento de Jiwoo, nuestro hijo nació y después de muchas peleas tiernas con su hermosa oma de ojos preciosos, el nombre escogido fue Karam.

El día de hoy, tres meses después, estamos todos reunidos en la catedral para agradecer a la vida que el rey Jaejoong sea oma de dos hermosos bebes. Un niño y una niña, era la primera vez que se mostraban a los ciudadanos y todos celebraban por esa doble alegría. Mientras los reyes caminaban por una calle principal saludando a su reino, cargando ambos bebes, Junsu y yo nos manteníamos detrás de ellos.

Junsu caminaba al lado de las servidoras principales del rey, vistiendo un traje negro y blanco, se resaltaba su estatus en comparación a las demás, él era el cuidador oficial de los bebes y el reino le saludaba de forma especial.

Desde mi caballo liderando la seguridad de los reyes podía imaginar que nuestro engaño había sido muy bien organizado.

Nadie podría sospechar jamás que el rey Kim había sido conquistado por su principal comandante de seguridad y que el bello rostro de un antiguo esclavo había robado el corazón del rey del norte.

Que vivamos así por la eternidad.

….FIN  

N/A: A todos mis lectores muchisimas gracias por seguir la historia y dejarme sus bellos comentarios, siempre me emociono y escribo más de lo que espero, prometo seguir regalandoles más de mis creaciones y seran mas cortas y rapidas de leer :) Besos a todos!!!