CAPITULO DIECINUEVE
JUNSU
Había
despertado muy temprano y veía expectativo hacia la puerta en espera de
Yoochun, lo último que quería era estar molesto con él, la situación de anoche
se salió un poco de control y esta vez quise obedecer a su deseo. Finalmente,
alguien toca a la puerta y corrí a abrir, pero mi decepción se hizo grande al
conocer que era la esclava trayendo comida para mí.
Quería
ir en busca de Yoochun, necesitaba hablar con él y conocer de sus sentimientos.
Pedirle disculpas de ser necesario pero mi cuerpo necesitaba de su contacto…
-no quiero comer, quiero ver a Yoochun -mencioné a la esclava pero ella no podía hacer mucho sobre eso -puedes llevarte la comida, no me apetece…
-yo si tengo mucha hambre -la voz
de Yoochun me hizo mirarle y corrí hacia él pero me detuve a un paso de
tocarle, quería interpretar primero su rostro antes de hacer algún movimiento.
La esclava nos deja a solas cerrando la puerta al salir.
-¿Cómo estás? ¿descansaste anoche? ¿tu padre está
mejor? -Yoochun me ofrece sus brazos para meterme entre ellos
y me aferré a sus hombros -te extrañé
demasiado… -mis labios le dieron un suave beso en el cuello recordando su
delicioso olor
-vamos a desayunar -nos
sentamos en la mesa para disfrutar de la comida, le entregué un plato a Yoochun
con frutas organizadas en forma tierna -¿quieres
decirme que fue lo que pasó anoche? -él preguntó con voz calmada
-Hani entró a tu habitación, jamás esperó verme aquí y
entonces comenzamos a discutir, ¡sabía que eso iba a suceder! -mencioné molesto -seguramente
pretendía meterse en tu cama y no se lo iba a permitir -con mis gestos hice
sonreír a Yoochun
-de Hani me encargo yo… ¿de acuerdo?
-pero yo no podía quedarme con los brazos cruzados -Yoochun me dedicó una mirada en espera de mi cooperación -es que… está bien
-amor… sé que será una petición extraña pero… necesito
que te quedes en esta habitación los próximos días, no quiero que salgas
-pero… -Yoochun limpia su boca con
la servilleta de tela
-dime que lo vas a prometer, enviaré a Ailee para que
te haga compañía -analicé muy bien y su petición podía ser justa, yo estaba
en el palacio en contra de su decisión, y solo por ello iba a confiar en él y
asentí con un poco de decepción en mi rostro
-lo haré -él termina de beber su
café y acto seguido me da un beso en la frente para irse a trabajar en el reino
del norte
-te amo -me susurró dejándome solo
en la mesa. Empezaba a odiar esa idea de estar encerrado pero por el bien de la
relación, iba a aceptarlo unos días.
YOOCHUN
La
reunión con los ministros fue bastante exitosa, con mi experiencia en el reino
del sur ya lograba manejar temas de administración a la perfección y mis
aptitudes de líder se habían consolidado aun más con las enseñanzas de mi
tío.
Las
semanas pasaron y los temas del reino parecían ir acomodándose a mi reciente
mandato, marchaba muy bien excepto la salud de mi padre. Dia a día le veía
decaer más su ánimo y aun así él me mostraba su mejor rostro. Esa tarde le fui
a visitar como de costumbre y Hani se hallaba a su lado dándole de comer
-que bueno que has venido, quiero hablarte sobre algo
muy importante
-Te escucho
-seguramente moriré pronto -yo negaba con mi cabeza -quiero
que cuides a Hani
-¡¿Qué?! -ella deja caer la cuchara
para mirarme -yo… seré feliz de servir a
tu hijo -ella rápidamente agrega
-primero que todo… no deberías hablar de la muerte,
aun puedes recuperarte y segundo… quiero establecer mi hogar en el sur…
tercero… no tengo ningún interés de conservar a Hani, le pagaremos lo justo y
que se vaya del palacio -la mujer claramente se mostró ofendida con mis últimas
palabras
-mi Rey… creo que sé la razón por la cual tu hijo
prefiere vivir en el sur… aun conserva como amante el esclavo que resultó ser
ladrón… le tiene encerrado en su propia habitación -las
palabras de ella no me sorprendían para nada, en algún momento ella lo iba a
decir
-¡¿Es eso cierto Yoochun?! Ese esclavo de nuevo… -mi padre logró alterarse -¡¡Dime
que esta mujer está mintiendo!! -el comenzó a toser con fuerza y yo le
ayudé a sentarle en la cama dándole agua
-Hani -mi voz podía sonar muy
enojada -vete de aquí ¡ahora! -ella
se va corriendo por un doctor mientras yo buscaba la manera de que mi padre
cesara la tos -tranquilo… tranquilo…
respira conmigo -le mostraba la forma de inhalar y exhalar con profundidad
lo cual le ayudo con la crisis -puedo
explicarlo… te amo papá… Hey… calma- Poco a poco él fue recuperándose y
finalmente le ayudo a recostarse sobre la cama con su respiración normal
-mi reino no puede quedar en manos de un esclavo… eso no
lo aceptaría… no puedo Yoochun -asentí para darle calma, le
contaría todos los detalles de la historia. Esta vez no quería ocultarle nada y
abiertamente le pediría su aprobación.
JAEJOONG
Estaba
recorriendo diferentes puntos del pueblo, no solo escuchábamos a las personas
en el palacio, también nos dirigíamos a diferentes zonas para estar más
cercanos. Mi mirada se encontró con un padre dándole golpes a su hijo pequeño,
mi reacción fue correr hacia ellos y pedirle a ese hombre que dejara de golpear
al niño
-¡es mi hijo no suyo! -fue la
respuesta poco amable y Yunho de inmediato le encaró
-es tu rey a quien le hablas, cuida de tus palabras -la que parecía ser su madre aparece y se deja caer ante mí pidiendo
ayuda, Yunho le ayuda a levantarse y escucho que ese hombre es un maltratador,
ordené que se llevaran a ese hombre y le dieran unas monedas de oro a la mujer
para ayudarla en las siguientes semanas.
En vez
de continuar el camino hacia el área habilitada para escuchar, me regresé hacia
el coche y subí en el para comenzar a llorar de forma extraña, no podía contenerme,
y Yunho sin guardar su evidente preocupación ingresa para sentarse frente a mí
-Jaejoong… ¿te ha pasado algo? ¿Por qué estas así?
-no lo sé Yunho… me siento muy triste, quizás… ver ese
niño asustado… yo… no lo sé -las lágrimas seguían
cayendo y Yunho tocó mis manos para luego hacer caras graciosas haciéndome
olvidar ese extraño sentimiento que de repente me afectó y logró ayudarme.
El día
transcurrió mejor de lo esperado, había aprendido a manejar muy bien las
respuestas de las preguntas y ya era momento de despedirme. Subí al coche para
tomar camino hacia el palacio. Nuevamente un sentimiento extraño de
preocupación me invadió y las lágrimas salían solas, no comprendía que sucedía
conmigo, cuando Yunho abrió la puerta del coche para ayudarme a salir se dio
cuenta de mi estado y ocultando su preocupación me brindo su mano
-¿Qué es lo que pasa contigo hoy? No me gusta verte
llorar -le miré con cierto enojo y retiré mi mano de la suya
-no tienes porque ayudarme -le contesté y me adelanté para llegar al palacio, fui de inmediato a mi
habitación para cambiar mi ropa, Yunho hace su entrada segundos después
-¿ahora estas molesto conmigo? estoy preocupado por ti
-me estoy sintiendo sensible y no sé porque, quiero estar
solo -le dije a Yunho retirando mi ropa para darme un
baño. Algo extraño sucedía conmigo y no encontraba explicación. Sentado en la
cubeta comencé a sentir calor y un deseo de comer helado se hizo muy fuerte.
Salí del
agua y usé una pijama cómoda, pedí a las esclavas que me trajeran un helado y
no tardaron en traerlo. Con mucho gusto lo disfrutaba mientras estaba sentado
en la cama, Yunho toca a la puerta para entrar a la habitación y se sorprende
de verme comer
-¿te sientes mejor? -yo
asentí tiernamente con mi cabeza disfrutando más del helado -voy a pedir al doctor que revise tu cuerpo
mañana, quizás estás estresado por la ausencia de Yoochun, la ultima vez
enfermaste por eso también
-la ultima vez… -luego
de probar esa cucharada de helado fui de inmediato al baño para vomitar todo lo
que había comido
-Jaejoong… -me
aferraba a la taza y Yunho me sostenía por la frente hasta que logré mejorarme.
Lavé mi boca y Yunho fue en busca de las esclavas para que limpiaran, esperé
que las mujeres terminaran con su trabajo para esperar por Yunho, cuando el
ingresa se me acerca queriendo saber cómo me sentía
-la ultima vez que me sentí así… el doctor dijo que
podía estar embarazado… -Yunho me mostró una sonrisa y me abrazó fuerte
-dime que es verdad… amor… he soñado que estas
cargando a mi bebé por las ultimas dos semanas -le miré
con mis ojos aguados y él me da un beso suave en la frente -¡¿si?! ¿te sientes mejor ahora? -yo asentí -necesitas descansar un rato… -él me llevó de regreso a la cama.
YOOCHUN
Mi padre
estaba de mejor ánimo hoy, cuando entré a su habitación para saludarle le vi
vestido y de pie mirando por la ventana, me alegró enormemente verle así,
también me sorprendió que quisiera invitarme a caminar a lo cual acepté sin
demora
-estuve pensando en lo que me dijiste… me siento
tranquilo de saber que conservaras tu matrimonio con Kim Jaejoong y si
realmente amas a ese esclavo -le regalé una sonrisa a mi
padre -… si… cuidador de niños -él
corrigió, quería resaltar que él no era más un esclavo, había logrado cambiar
su estatus de vida y quería reconocerle su esfuerzo -he decidido que voy a apoyarte
-¿lo harás? -me
detuve para darle un abrazo fuerte y un beso –¡te amo!
-ya estoy muy viejo y enfermo para luchar contra eso,
solo puedo desearte lo mejor como tu padre… ¿Qué te parece si esta noche
cenamos en mi habitación?
-¡es una excelente idea!
YUNHO
Llevé a
Jaejoong a la casa que mi padre me había regalado. Nuestro refugio para los dos
y nuestro hogar. Dentro de la casa le cargué en mis brazos causándole una bella
sonrisa, nunca me cansaría de verlo entre mis brazos. La habitación principal
tenia una enorme ventana por la cual se filtraba la luz del atardecer, un sofá
en todo el frente era la vista perfecta para esa belleza natural y allí acosté
a Jaejoong con toda la delicadeza que pude. Me senté a su lado para abrir los
botones de su traje
-comandante Jung… ¿Qué es lo que pretendes hacer? -él menciona y yo descubro la piel de su estomago tocando con mis manos
su delicada piel para luego mirarle
-yo sé que sí -le dije
convencido de que un bebe crecería en su bello vientre. Le besé con tanta
profundidad al tiempo que tocaba su estómago dando círculos en su ombligo. Me
detuve pronto para dirigirme ahora en su abdomen, mis labios hicieron contacto
con su blanca piel, con besos suaves y dulces, vi como su pecho comenzó a
exaltarse con mis toques, su respiración era pesada con cada uno de mis roces
-Yunho…
-¿pasa algo malo? -le
pregunté y él asiente, acto seguido vi como dentro de sus pantalones su
entrepierna se endurecía y resaltaba haciéndome sonreír -yo me voy a encargar -fue lo que pronuncié y él se relajó en el
sofá mientras yo abría el botón de su pantalón para ayudarle a resolver su
pequeño problema.
JUNSU
-¡El blanco! -Ailee
me ayudó a escoger el traje para la cena, no podía creer que el padre de
Yoochun lo hubiera sugerido, estaba demasiado nervioso, todo debía salir
perfecto, era mi oportunidad de dar una buena impresión al rey.
El
tiempo había transcurrido más rápido de lo que creía y aun estaba pintando mis
ojos para resaltar mi mirada, Ailee insistía en que me veía muy bien y no
necesitaba nada más. Yoochun ingresó a la habitación mostrando una bella
sonrisa al verme, creo que en verdad lucia muy bien a juzgar por su expresión
de maravillado.
-no les voy a dejar a solas -Ailee corta nuestra mirada y Yoochun sonríe apenado bajando su cabeza
-te tengo que llevar conmigo ahora -él menciona ofreciendo su mano, le acepté y en un susurro me dice lo
hermoso que me veo. Salimos de la habitación para caminar hasta la habitación
principal del palacio donde su padre descansaba, en cuanto ingresamos mi rostro
se mostró incomodo ante la presencia de Hani, vestida de rojo llamativo y
escote en su pecho más revelador de lo normal.
El padre
de Yoochun nos hace pasar al balcón donde una mesa fue adecuada para la cena,
era normal que no se hiciera pública esta cena cuando yo no era el esposo de
Yoochun, se trataba de algo muy intimo y personal.
-padre… él es Kim Junsu -su
padre me ofrece la silla y todos nos sentamos incluida Hani al lado del rey
-Yoochun me ha contado todo, debo decir que los
entiendo y quiero estar de su parte -las
bebidas fueron servidas y cada uno bebió un poco -al igual que Hani -ella parecía ahogarse con su bebida y tose
hasta recomponer su postura
-mi rey…
-he escuchado todo lo malo que has hecho a Junsu en el
pasado, no solo a él sino a otros servidores de mi palacio y eso me ha
decepcionado enormemente
-eso no es cierto -ella
comenzó a protestar
-Te aprecio mucho Hani, has sido muy servicial conmigo
y me has cuidado muy bien, pero sabes que ya no puedo protegerte más -la mujer mostraba unas lágrimas sutilmente -quedas en manos de Yoochun y lo que él desee hacer contigo -no
podía negar lo complacido que esa noticia me hacia sentir -ahora, te pido nos dejes a solas para disfrutar de la cena -con su
maquillaje corrido se levanta de la silla dedicándome una mirada fuerte, camina
apresurada para alejarse de la habitación cerrando con fuerte sonido la puerta -no sé qué harán con ella pero… trátenla
bien -el rey bebió un poco de agua para probar la comida.
Miraba a
Yoochun para que dijera algo y así romper el silencio pero él tampoco sabia que
decir
-yo… -tomé la palabra -estoy muy agradecido por su apoyo -me
levanté de la silla para ofrecerle una venia de respeto -mi amor por Yoochun es real
-siéntate por favor -eso
hice de inmediato, él se quitó un anillo para dejarlo sobre la mesa -quiero que su primer hijo lo conserve, es
mi regalo para él
-no me gusta que hables así, ¡mírate! Te estás
recuperando -él simplemente sonríe, como si quisiera regalarnos
una bella imagen de su rostro
-¿le gustaría que fuera una niña o un niño? -yo le pregunté queriendo mostrarme más cercano a él
-una niña -Yoochun y yo sonreímos -que sea muy bella, traviesa y tierna, me
encantaría conocerla, le contaría muchas historias sobre como Yoochun era un
mal hijo… tu ¿conociste a tus padres? -mis ojos se mojaron un poco
-no tuve esa fortuna
-puedes prometerme que aunque tengas diferencias con
Yoochun… mi nieto siempre tendrá a sus dos padres
-lo prometo -el Rey
se mostró cansado y nos colocamos de pie para despedirnos, era su hora de
dormir y con un cálido abrazo abandonamos la enorme habitación.
YOOCHUN
Junsu se
veía precioso en su traje blanco, debido al respeto de mi padre no pude
deleitarme con su belleza, deseaba estar en un lugar a solas con él pero no
quería regresar a la habitación, le tomé de la mano y detuve mis pasos lo cual
le hizo mirarme
-vamos a caminar -a él
le gustaba mucho la idea y me siguió.
Quería
respirar el aire limpio de las afueras del palacio y no conté con la mala
suerte de que una lluvia estaba por comenzar. Aun así Junsu se mostró animado
para caminar, tomados de la mano con el agua cayendo sobre nuestros cuerpos
salimos a pasear.
En medio
del camino, rodeado de jardines le robaba muchos besos al tiempo de jugábamos
con la lluvia. La fuerza del agua fue cada vez mayor y recordé que estábamos
cerca de las bodegas de vino. Tomé su mano para correr un poco y protegernos
bajo esa construcción antigua
-¿Qué es este lugar? -Junsu
preguntó
-mmh… ya verás… -con una
antorcha caminé la longitud del lugar para encender varias velas
-no sabía que tenían una bodega de vinos aquí… ¡es
genial! -Junsu tocaba los barriles mientras yo buscaba alguna
copa que estuviera disponible, había encontrado un estante y dentro varias
copas, le entregué una copa a mi amado y le enseñe de donde podíamos extraer un
poco. Él sonríe y llena a tope la copa, hacemos un brindis y bebe todo el
contenido de una sola vez -¡Junsu!
-eu kyang kyan!! -él reía
con mucha gracia -es tu turno ahora
-¡¿Qué?! -mi copa fue llenada también
para que la bebiera. Lo hice y mi rostro fue chistoso para Junsu debido al
sabor particularmente amargo de ese vino -creo
que fue muy fuerte -le decía tocando mi cabeza sintiendo un poco de mareo
-sé como aliviarlo -dice
Junsu y acto seguido me pega a la pared para besarme con mucha dulzura, aunque
solo haya durado los primeros segundos. Cuando su lengua invadía ferozmente a
la mía el mensaje se volvía distinto… mi cuerpo era su fuente de placer y no me
soltaría hasta saciarse
-jhhh! -jadeé cuando sus manos
hábilmente sacaron mi camisa del pantalón… le ayudé a quitarme el saco y los
botones fueron soltándose uno por uno, el calor comenzaba a formarse en mi
cuerpo y me quité por completo la camisa quedando mi piel expuesta. Junsu se
detiene para rozar sus dedos en mi pecho apreciando la calidez que ya se
extendía por todo mi cuerpo. Quería continuar con los besos y con mis manos
acerco su boca a la mía. Sus manos abrieron el botón de mi pantalón para sentir
mi endurecido pene.
Junsu
fue bajando con cuidado hasta que me ayudó a quedar desnudo frente a él,
arrodillado frente a mí no dudó en chupar mi pene dedicándome una mirada
demasiado lujuriosa
-OOWW!! -pronuncié viendo su lengua
jugar con mi hinchada punta disfrutando de mi buen tamaño… solté un enorme
sonido cuando él lo metió completo en su interior y mis manos reaccionaron por
si mismas tomando su cabeza para follarme su boca. Era perfecta, pequeña,
apretaba a la perfección enloqueciéndome y si demorara unos segundos más le
hubiese inundado con mi sabor, pero tenía otro lugar para llenarle de mí.
Sin que
él lo esperara le quité mi polla para levantarlo y besarlo de manera caníbal,
le guie hacia atrás donde había una mesa antigua y sobre ella le senté abriendo
sus piernas para meterme en medio de ellas y aumentar su temperatura
-me encantas Junsu… -mordía
su labio escuchando su jadeo -eres mío
-que esperas para eso… -nuestros
besos eran acompañados de sonidos excitantes. Junsu se baja de la mesa para
darme su trasero y quitarse la ropa. Su trasero estaba siendo totalmente
expuesto para mí y al apoyar sus brazos sobre la mesa me daba una curva perfecta.
Le
invadí con mi polla hasta el fondo de su entrada, escuchando su jadeo de gozo
de inmediato, comencé los movimientos de entrada y salida para deleitarnos en
ese placer recorrer nuestros cuerpos y hacernos olvidar de todo alrededor
-Chunnie… aaaahhh…. AHHH… sii…. Siiii… -a su vez Junsu podía tocarse a si mismo para atender su dura polla, me
encargué de gemir justo en su oído para encenderle aun más y el sudor comenzaba
a mostrar cuan conectados en ese acto nos sentíamos, nuestros cuerpos ardían al
tiempo y era lo más erótico que había experimentado con alguien.
Le
comencé a dar penetraciones mucho más profundas en ritmos más intensos, estaba
llegando al clímax con su sexy trasero golpeando mi vientre produciendo sonidos
que solo podían decir lo fuerte que nuestro amor se convertía con el pasar del
tiempo.
-uhh…uhhh…. -me
detuve unos segundos para continuar con la misma fuerza hasta que derramé toda
mi esencia en su interior, quedándome dentro de él besando su cuello mojado de
sudor. Sus manos soltaron su pene para que yo me apropiara de ello y con movimientos
rápidos le hice correr encargándome de que expulsara todo. Hasta la ultima
gota. Junsu se gira para estar uno frente al otro y su mirada solo podía
decirme lo mucho que me ama.
-solo tuyo -me
susurra con poca energía sonriendo. Le abracé y le besé con tanta delicadeza
reconfirmando que él era mi mejor decisión en la vida. Desde el principio supe
que él era el verdadero amor que llegaría a mi corazón -te amo
-yo te amo más.
Ahahahaha bebé en camino!!! Qué lindo!! Morí de amor con Yunho siendo tierno cosita quiere a Jae cargando bebé. Ame verlo con su sobrinita y este capítulo me trajo esa mirada suya con la bebé en brazos. Te sacaste un 10+ espero que el Yoosu con semejantes momentos de entrega para morir de envidia pronto tenga la misma dicha!!!
ResponderEliminarUn capítulo muy hermoso, esperemos que Hani no de problemas al YooSu, gracias por actualizar
ResponderEliminarPor fin un bebe del YJ :) . Que bueno que el papa de Chun los apoya ahora... Hot el yoosu :)
ResponderEliminarPienso que la unica solucion que encuentro es que yhuno se case con junsu para que asi verlos juntos con los reyes no sea un problema
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