Robado XV

MINHO

Mi hombre sexy estaba ahí sentado en el rojo sofá fumando un cigarrillo cuya acción me excitaba. ¿Es que mi cuerpo nunca dejaría de ser débil ante él? Había llegado hace unos minutos al club y aunque era extraño me quedé de pie observando cómo sus manos jugaban con ese cigarrillo aspirando su sabor para luego soltarlo… también Changmin sonreía por algún motivo haciendo que mis piernas flaquearan ante su divinidad.

Es como si lo amara más allá de lo normal. Sus ojos comienzan a mirar alrededor y también a su reloj, él esperaba por mí, ya deseaba verme, me apresuré en aparecer frente a él recibiendo su mano en la que me ofrecía un asiento a su lado

-no pensé en tardar pero estos chicos… ¡ya sabes! –Cada uno de sus amigos parecían muy entretenidos con las bocas de otras personas –es el cumpleaños de él –Changmin me señalo la persona y justo en ese momento vimos como él presionaba las nalgas de otro haciéndonos reír a los dos –creo que esto ya acabo –Changmin se levanta y yo le imito pero no quería regresar a casa todavía. Yo tomé su mano y le llevé a otra sección del club, ya no era tanto de baile, era un pub, para beber y hablar con música suave.

El lugar también se encontraba concurrido lo cual pensé que sería mejor. Encontramos un sitio en la barra con una sola silla y Changmin me la cedió. Abrí un poco mis piernas para que él se ubicara más cerca de mí, justo eso era lo que quería. Pedimos cervezas y comenzamos a beber hablando de muchas cosas hasta que un silencio llegó

-¿Qué es lo que esta pensando esa cabecita? –él dulcemente tocó mis mejillas

-cuando te conocí… pensé que eras un amargado reprimido y te odié con todo mi corazón

-¡¿Yo?! –él encontraba graciosa mi confesión   

-los días pasaron y comencé a verte más guapo cada día, a pesar de que tu rostro se mostraba serio eso era lo que más me atraía de ti, aun así salí con otros chicos

-eso no me lo esperaba –Changmin bebe de la botella ocultando un poco de molestia

-yo tampoco créeme, y bueno… dormí con algunos pero nunca dejé de pensar en ti… nunca…

-ok… -Changmin parecía aburrirse pero tenía un punto al cual llegar

-me sentía frustrado… enojado… de mal humor… hasta que ese día me llamaste borracho, corrí de inmediato por ti y –yo me reía –todo fue tu culpa…

-¡¿Qué cosa?!

-estaba tan loco por ti y te deseaba tanto que cuando estuvimos por primera vez quise todo rápido… -acerqué mi rostro al suyo para hablarle más suave –no me importaba si me lastimabas o no yo solo quería que me hicieras tuyo

-y eso hice –desde mi posición veía esos labios carnosos invitándome a morderlos  

-no me di cuenta que fuiste el hombre más tierno y cuidadoso que quisiste darme los mejores recuerdos… -mi rostro estaba mucho más cerca al suyo sintiendo su respiración -por eso dije eso tan…

-no pasa nada, hemos aclarado eso

-es que ahora… quiero que me hagas el amor… tan lento como desees –mis manos se aferraron a su camisa blanca y no pude evitar robarle un beso, metiendo mi lengua hasta lo más profundo siendo correspondido con las mismas ganas de más. Mi mundo se volvía solamente él y esperaba darle todo el placer que necesitara para que nunca se alejara de mí

-es hora de ir a casa –yo también lo creí y acto seguido nos tomamos de la mano para salir del club.

JAEJOONG

Yunho y yo estábamos preparando todo para la mudanza, organizábamos las cosas más importantes en cajas y algunas se donarían a fundaciones que pudieran utilizarlas. Yunho se despidió de mi por un momento para ir a comprar comida, ya estábamos cansados de toda la mañana recogiendo. A los pocos minutos de Yunho haberse ido el timbre sonó y con algo de temor me acerqué a la puerta.

Miré por la pantalla pero no lucia como alguien peligroso e incluso traía puesto el uniforme de la institución de policía. Abrí la puerta y él hombre me saluda

-debes ser Jaejoong –yo asentí –soy el director de Yunho, escucha voy a ser muy rápido, no quiero que Yunho sepa que estoy aquí –yo negué con mi rostro diciendo que todo estaba bien –en dos días es su cumpleaños –yo lo tenía muy presente –quiero que le entregues esta placa, será un regalo muy especial para él

-gracias –le dije y al minuto siguiente el hombre se fue. Guardé la caja que contenía la placa y regresé a la habitacion del primer piso donde vi la caja con el babydoll negro que Yunho había comprado… abrí la caja y vi de nuevo el pequeño vestido…. Negaba con mi rostro… ¿de verdad él quiere que use esto? Escuché la puerta abrirse y era Yunho con las bolsas de comida. Le recibí con un beso quieto en sus labios y le ayudé para servir la comida.    

YOOCHUN

-Sr. Park –mi asistente sale del vehículo para acercarse a mí –han cancelado las demás reuniones, si le parece bien, puedo reservar los tiquetes a Tokio para esta noche

-¡Hazlo! –le ordené, y pedí a mi conductor que me llevara a casa, revisé mi celular y Junsu había enviado muchas fotos entre ellas esta que me hizo mirarla detenidamente

  

Esos labios tan apetecibles que me enloquecen… como olvidar esa mirada cuando quiere que le haga mío… ¿En qué momento me ha hecho perder la cordura? No quiero esperar más tiempo para verle y tenerle bajo de mi cuerpo, estaba sintiendo una pequeña erección por imaginar esos labios disfrutando de piel como solo él lo sabe hacer… moría de ganas por llamarlo para decirle que viajaría esa misma noche pero preferí darle la sorpresa

JUNSU

El tiempo pasaba lentamente, mi seguridad por el amor de Yoochun se estaba reduciendo cada día, enviaba muchas fotos para que no me olvidara y para que volara pronto… en unos minutos tendría una cita médica, odiaba ir a los consultorios y sobre todo solo.

-Kim Junsu –me llamó la enfermera y respondí acercándome a la puerta. El doctor se encontraba adentro invitándome a pasar….

Todo había salido muy bien y fui a buscar las vitaminas que necesitaba consumir. Ya era de noche y no quería llegar a casa a cenar, me detuve en un restaurante y entré pidiendo un plato con comida ligera.

-¿puedo sentarme? –un joven se me acerca y le digo que no deseo su compañía –será solo un café –él de igual forma se sentó produciéndome un fastidio. Decidí ser tranquilo y no hablar mucho para que comprendiera que no me interesaba –creo que no podía quedarme callado… eres hermoso… -yo le miré pero preferí no decir nada ante sus palabras, me dediqué a comer de mi plato y pasados veinte minutos terminé de comer.

El hombre no volvió a pronunciar palabra pero tampoco había sido insistente en hablar, quise pagar mi comida pero él lo hizo de forma muy rápida y hábil

-gracias pero no estoy interesado –le dije

-esta bien… solo déjame acompañarte a casa  

-¡No lo necesito! –le respondí con un poco de enojo. Me levanté de la silla y rápidamente caminé a la salida. Por un momento sentí mucho frio y había olvidado el saco en el restaurante, por nada del mundo quise regresar y preferí acelerar mis pasos para llegar cuanto antes al departamento.

Estaba a unos pasos del edificio en el que ahora vivía cuando un hombre toca mi espalda haciéndome girar asustándome

-has olvidado tu abrigo –era el mismo extraño del restaurante

-¡déjame en paz! –levanté mi voz para hacerle entender que no quería saber de él

-lo siento… no quería asustarte solo quiero saber cómo te llamas

-¡vete! –ese hombre toma mi mano y traté de alejarme pero él era más fuerte que yo -¡suéltame! –unos movimientos pude hacer logrando soltarme, me di la vuelta para correr y me tropiezo con alguien que si no me sujeta fácilmente habría caído al suelo

-¡¿Qué pasa?! –miré quien me hablaba así y ¡¡Era Yoochun!! El hombre aparece y Yoochun me coloca detrás de él -¡¿te esta molestando?! –Yoochun astutamente lo descubrió

-solo quería entregar su abrigo que olvido en el restaurante –mi novio no dudó en acercarse para tomarle de su camisa y sacudirle

-¡Nunca más te le vuelvas a acercar! ¡Nunca más! ¿Me oíste idiota? Juro que no vas a salir vivo –Yoochun le empujó haciéndole caer al suelo y esperó que se levantara para caminar de regreso

-¡idiota! –Susurró al ver que el hombre huyó –uuff… está congelando aquí –él me miró y se quitó su abrigo para ponerlo sobre mis hombros –vamos –en silencio fuimos caminando hasta el interior del edificio. Tomamos el ascensor y seguimos por el pasillo que daba al departamento que renté por varios meses.

En el interior de casa me coloqué de pie frente a Yoochun con una distancia grande. Era momento de hablar, teníamos cosas que decir pero yo no quería comenzar. Yoochun cruza sus brazos para mostrarse autoritario como siempre 

-enviaré un guardaespaldas que cuide de ti –dijo esto con voz fuerte y sin oportunidad de refutar pero yo no era la persona que más le obedecía  

-yo no quiero un guardaespaldas, quiero que tu estés conmigo porque…

-tengo muchas cosas que arreglar en Korea, te pedí tiempo y me dijiste que no tenias problemas ¿Por qué de un momento a otro viniste aquí?

-porque… -yo miré hacia abajo y tocaba mis manos sudadas –yo…

-¿no confías en mí? –Yoochun dio pasos grandes para llegar a mí y con su mano subir mi rostro para mirar a sus ojos

-…estoy embarazado…

-¡¿Quee?! –el rostro de Yoochun era de confusión total

-perdí el control de los cuidados que debía tener, tomaba los medicamentos pero quizás perdí el orden u olvidé tomar el día que… -mi novio levantó su mano haciéndome callar

-no no no, ¡¡¿Cómo te atreves a ocultarme algo así Junsu?!! ¡¡Ese bebé es mío también!!

-¡Yo quería protegerlo!

-¿acaso yo no lo hubiera hecho?

-cuantas menos personas sepan mejor… nunca olvido a que te dedicas y los peligros que eso conlleva. Quiero que estés aquí conmigo… yo te necesito aquí –Yoochun negaba con su cabeza y no podía interpretar sus gestos

-necesito pensar –él se iba a ir y le abrazo por detrás, acto seguido busco ubicarme frente a él para darle un beso en los labios

-te amo Yoochun… voy a esperarte en la cama –le dejé irse para que respirara aire fresco y asimilara el nuevo rol que le pedia.

YUNHO

Estaba atrapado en el tráfico de regreso a casa. Había negociado con la empresa de mudanza para llevar nuestras cosas a Pusan en los próximos días. Llevaba una hora atascado y nos llegaba información que tardarían otra hora más en abrir el paso. Llamé a Jaejoong para hacerle saber que tardaría en llegar a casa

-¿Qué te parece si alegras un poco mi espera? –le pregunté por el chat interno –dime que nombres te gustan para las niñas

-mmh…. Yuna ¿te gusta?

-me gusta más Jaena… ¿podemos tener gemelas?

-Yunho eso dolerá mucho…

-yo estaré contigo. Siempre

-Yunho… estoy cansado y dormiré ahora mismo

-¿hablas en serio? –Miré mi reloj –solo son las nueve… espera que llegue y… nos dormimos juntos 

-mi amor… me despiertas cuando llegues

-pero… Jae!! Jae!! –no recibí mas respuesta e incluso ya no estaba conectado en el chat. 

Finalmente una hora y media después pude conducir el vehículo y tomar el camino para llegar a casa. Quería saber porque Jaejoong había dejado de escribirme de esa forma tan extraña, generalmente es él quien siempre quiere que hablemos… ingresé a casa y pude observar la luz de nuestra habitacion encendida… me quité la chaqueta para dejarla sobre el sofá y luego subí despacio pensado que Jae se durmió con la luz encendida

Abrí la puerta y… tuve que espabilar varias veces para creer lo que veía

-tu… -Jaejoong estaba usando el babydoll negro