Primeros Acercamientos

Capitulo 2

***YUNHO***

Yo presionaba mis manos al brazo de aquel inepto ayudante de cocina, me le acercaba a su rostro mirándolo fijamente para reconocer su miedo pero no vi nada de eso, sus ojos se tornaron fríos y rabia era lo que pude sentir 

-¿sabe qué? Ya que estoy despedido me alegrará no volver a ver una persona tan irracional y salvaje como usted -ese idiota se atrevió a gritarme -es lo peor que he conocido...

-¡cállate!

-¡si! se siente poderoso por tener dinero -ignoró mi orden -pero ni siquiera es feliz...

Teniéndolo así de cerca gritándome quise buscar la forma de callarlo y me concentraba en su boca de la cual sólo salían gritos. Mi reacción fue besarlo. No es cierto, simplemente junte mis labios a los suyos y nuestros ojos se encontraron a pocos centímetros pues ninguno los cerró, eso no se considera beso.

-puedes irte -le dije al separarme de él mirando hacia otro lado. Sentí su mirada de confundido ante mi reacción y salió de inmediato de la habitación

¿Que me había pasado? No era la primera vez que reconocía que ese chico tiene un rostro lindo pero uní mi boca con la de él, así no soy yo. Al menos se que no lo veré de nuevo, creo que de estar aquí más tiempo no sabría controlarme.

-señor Yun -mi mayordomo me sacó de mis pensamientos. Lo vi entrar a la habitación cojeando -he tenido un accidente en la escalera y el joven quiso ayudarme -me hablaba haciendo un esfuerzo por llegar donde estaba yo -nunca le he pedido nada pero por favor no lo despida. Él necesita del empleo

-¡no! él ha sido un...

-se lo ruego -me interrumpió para unir sus manos como si rezara para pedirme ese favor. Nunca le había visto así y debo decir que me quedé sorprendido, sin más opción que ceder y evitar que ese joven se fuera de la casa.

***JUNSU***

Un nuevo día de trabajo empieza, lo único interesante es que cuando salga iré a casa a esperar por Yoochun. Sería nuestra primera salida y debo reconocer que estoy nervioso. Este hecho no arruinará mi felicidad que siempre se afectaba cuando tenía que hablar con el jefe, el niño mimado de Changmin. Sólo por ser el hijo del dueño quedó a cargo del restaurante mientras él fue de viaje.

-¿puedo pasar? -pregunté antes de abrir la puerta de la oficina

-¿eres tú Junsu?

-sí, señor –él era incluso menor que yo pero tenía que tratarle como su padre

-no quiero escuchar problemas ahora. ¡Vuelve más tarde!

Por mucho que insistí no me dejó entrar a su oficina, eso era lo que más odiaba. Yo era el mesero principal y debía reportar algunas cosas a él pero era cuando le diera la gana. ¡No lo soporto!

Pasaron dos horas y esta vez si me quiso escuchar ¡por fin! no era extraño llegar a su oficina y verlo con platos de comida sobre su escritorio. Comía a toda hora, con razón era tan alto pero envidiaba que no engordaba, siempre estaba en buena forma.

-¿qué quieres?

-bueno, en estos momentos por la temporada siempre se contrata un nuevo mesero

-¿y si no lo hago que pasa? -hablaba con la boca llena de comida -no quiero gente extraña

-es que no será ningún extraño. Yo lo conozco… Es mi amigo

-así que ¿quieres aprovecharte que mi padre no está para contratar otras personas? ¡No!

-pero es buena persona -había que insistirle al mimado -conózcalo mañana y luego me dice si le dejamos trabajar aquí ¿le parece?

-eh... está bien si me prometes que no me reportaras más problemas por una semana

-bueno... Lo prometo

***JAEJOONG***

 -¡espera! -me gritaba el señor Kang y me giré para escucharlo

-no te vayas, he hablado con el jefe y...

-¡¿qué?! -¿quien le pidió que hiciera eso?

-ya lo arreglé todo y puedes seguir con el empleo

-¡¿qué?!

-¿eres tan bruto que no entiendes?

Claro que había escuchado bien pero después de haberle gritado y decirle esas cosas… ¿no me despidió? No sé porque veo la situación como algo increíble

-pensé que realmente necesitas del dinero y rogué por ti, además te debía un favor –termina de hablar el señor Kang

Y ahora que se suponía: que debía agradecerle, a ese irracional ¡no lo iba a hacer! Además se me hacia tarde para mi otro empleo en la pizzería. Mejor sigo mi camino.

***YOOCHUN***

 Odio las reuniones familiares, sobre todo cuando mis padres hablan de mi matrimonio que aunque fue arreglado todos querían que fuera cierto. Incluso la misma Kahi siempre lanzaba mensajes indirectos para que le ayudaran a convencerme que podíamos ser felices. Pero la verdad eso no pasará jamás.

Como pude armé una buena mentira para salir de esa reunión e irme en busca de Junsu, aquel chico oveja que me ayudaría a des estresarme y a divertirme un buen rato. Lo tengo todo preparado, incluyendo la habitación de esta noche. Tomé las llaves de mi coche y me apresuro en acelerar rumbo a casa de él.

***JUNSU***

 -Minho ¿de verdad crees que me veo bien? -era un poco difícil con mi guardarropa lucir ropa que no demostrara mi real status de, como podría decir, ¿luchador en la vida? -¡No sé que llevar!

-ya deja de quejarte -me pedía mi compañero de habitación -él ya sabe lo que eres, además así te ves bien

-¿por qué nunca me ayudas? Cuando te enamores ¡harás lo mismo!

-¿es que ya te enamoraste?

-ehh... No sé. Sólo sé que...

-ya olvídalo. Hazme un favor -empezaban los sermones de mi amigo, parecía mi papá -se cuidadoso, no le aceptes invitación a hoteles o su casa ¿de acuerdo? Iré a dormir

-¡rayos! Minho tienes cita mañana con mi jefe en el restaurante

-¡¿qué?! Y ¿hasta ahora me dices?

-lo siento -mi cita tuvo mi mente ocupada todo el tiempo y lo olvidé

-bien -escuché el sonido de un auto detenerse cerca de la casa y sabía que era él -Diviértete -me dijo mi mejor amigo

Subí al auto de Yoochun y le saludé con mi voz, de nuevo me sonríe y se alegra mucho de verme. Es demasiado atractivo para mis ojos y me pone nervioso. Si lo supiera creo que estaré perdido

-¿listo?

-si

 Él Condujo no muy lejos de donde yo vivía, a un parque y se estacionó en la calle. No imaginaba a donde me llevaría pero esa noche ciegamente confiaría en él.

Ese lugar era inmenso y creo que era esa la razón de nunca caminar por ahí y de noche menos. Por un momento me preocupé pero seguía detrás de él.

-es sólo un atajo, ya estamos cerca -me dijo y acto seguido toma mi mano -no te preocupes -caminamos así por cinco minutos más que sentí eternos, pensando que mi mano sudaba de lo que él producía en mi pero que tampoco quería que la soltara.

-¡ta dan! -me dijo y movió las manos como un mago mostrando el resultado de su show

El misterioso lugar era un restaurante al aire libre de ramen, para nada lujoso, más bien normal y muy parecido a los que yo frecuentaba con mi amigo

-aquí venden el mejor ramen de Seúl -agregó -Tienes que comerlo conmigo

Esperábamos el pedido de nosotros en una mesa para dos personas, nos sentamos uno frente al otro y Yoochun no dejaba de mirarme y la verdad me estaba costando mucho mantener esa vista, me obligaba a mirar hacia otro lado, gesto que le producía mucha risa

-¿no te gusta que te observen? -creo que he sido muy obvio. Debo controlarme más

-eh??... Ah!!! Bueno, yo... a mí me incomoda un poco

-¿te incomoda o te pone nervioso?

***YOOCHUN***

Sé que le gusto a Junsu, quería que fuese más difícil pero bueno… Esta noche seguramente habrá mucha acción.

-está bien no tienes que responderme -le dije para tranquilizarlo. Afortunadamente llegaron los tazones con la pasta y disfrutamos de ella. Usé el viejo truco de limpiar la comisura de sus labios y así los toqué y vi mucho mejor. No había duda que era lindo, aunque mucho más tierno que lindo. Lo quería en mi cama esa misma noche.

-¿has terminado? -le pregunté y minutos después de que pagara la cuenta nos regresamos. Dejé estacionado el auto muy lejos a propósito para tener más tiempo de caminar con él. De regreso igual le tomé su mano pero cuando pasamos por un lugar medio oscuro le detuve

-Junsu, quiero decirte que... Para mi eres muy lindo. Por eso no quitaba mis ojos de ti

-ohh... -el joven no esperaba eso y como lo no predecible es mejor, le halé hacia mi pecho posando mis brazos en su cintura y lo besé. Fue sólo un toque de labios pues cuando quise avanzar él me detiene

-no, no, no. No soy así de rápido –él se hablaba a sí mismo, pero ¿qué más da? Demorar lo que sucederá hoy

-¿qué hay de malo? -le pregunté -Si vamos bien -no me rendiría fácilmente y volví a sus labios, tal como pensé sus besos eran igual de tiernos. Pero yo le enseñaría todas las emociones que se despiertan con un beso.

A veces las palabras no son necesarias para hablar y con mis labios encendía fuego en su interior, ¡lo sabía! Soy excelente besador. Su reacción no se hizo esperar y manoseaba mi pecho queriendo arrebatarme la camisa, baja lentamente hasta mi miembro y lo toca por encima del jean, le miré con travesura sin esperar que diera el primer paso y agrego

-vamos a...

-¡lo siento! De verdad ¡lo siento! -el chico se aleja de mi en una abrir y cerrar de ojos

-¿pero que...?

-debo irme ¡lo siento! -caminó rápido alejándose de mí lo suficiente para ya no verlo. Le grité que regresara pero fue en vano.

Confieso que no entendí su reacción, ¿de verdad estaba apenado? O ¿me quiso emocionar para dejarme así? No le iba a olvidar, y menos sabiendo que le gusto mucho. Así me lo hizo sentir. Así me lo demostró.

***JUNSU***

-¿cómo te fue? -esa voz me sobresalto un poco al cerrar la puerta de entrada a casa

-¿Minho? ¿No estabas dormido?

-sí, pero escuché que llegaste. Cuéntame

-es tarde, mañana hablamos

-quiero saberlo ¡AHORA! Aunque… viendo tu rostro -mi amigo me miraba detenidamente como reuniendo información para luego concluir lo que tendría -¿te ha pedido que lo acompañes a un hotel?

-no -hasta que no le dijera no descansaría en insistir -es que... Nos besamos de forma tierna y no sé porque luego yo...Todo era excitante y lo toqué

-¿lo tocaste?... Pero que grave puede ser...

-Minho le to-qué -solo así pudo comprender que era "eso" que mis manos sintieron

-¡¡¡oh-my-god!!! -las manos de mi amigo cubrieron su boca abierta totalmente

-dime algo más -le pedí ante su silencio -me siento terrible, pude detenerme y salí corriendo como un cobarde

-pues pensé que él te haría eso a ti no TU a él. Está bien, veamos qué pasa, él podría entender que la calentura... bueno. Me iré a dormir

Minho no me ayudó a sentirme mejor. Estaba demasiado avergonzado y prefería pensar lo peor como que no lo volvería a ver más, me dolía un poco el corazón al creer algo así. Él me atrae demasiado y sus besos son los mejores que he probado. Ya debo dormir igual, mañana será un nuevo día y no pensaré más en lo que paso esta noche.

***CHANGMIN***

¿Ya llegó la mañana? Tan rápido -decía aun acostado en mi enorme cama

Odio ir a trabajar, ¿porque mis padres tuvieron que irse de vacaciones ahora? Si hubiera pedido un hermano seguramente él tendría que administrar el restaurante. Yo no quiero ir más allí. El jefe de meseros Junsu es una piedra en el zapato. Todos los días me da un problema para resolver.

-buenos días Sr. Changmin -me saluda el jefe de meseros

-no hay nada de bueno –le contesté

-le acompaño a su oficina

Al llegar tomo mi asiento frente al escritorio principal

-¿vienes de nuevo con problemas?

-no, es sobre mi amigo que conocerá para trabajar de mesero

-ahh si, ¿Dónde está?

-bueno estará llegando en unos minutos así que quise recordarle

-Ok, ya puedes traer mi merienda mientras tanto

-¡si señor!

Mi emparedado de doble carne y doble queso era lo mejor de la mañana y al estar en mi oficina podía disfrutarlo como se me antojara. Tocaron a la puerta y seria de nuevo el mesero intenso. Le dije que pasara mientras lamia mis dedos con sabor a emparedado

-Buenos días soy... ¡qué pena! volveré luego

-no no -le contesté con mi boca llena tragando de una sola vez -¿eres el amigo de Junsu? -me dijo que sí. Le pedí que se acercara y tomara asiento

Es un chico más bajo que yo y con rostro alegre, idiotamente me hallaba riendo también. A primera vista me sentí feliz de verlo. Su sonrisa me gustaba, era tierna.

-¿podrías empezar mañana?

-ehh??... ¡sí! Mañana –lo sabía. Su sonrisa se mostró más alargada y de alguna forma eso me llenó. Parece que el trabajo se iba a colocar interesante…

***JAEJOONG***

La verdad no se qué hacer. ¿Agradecerle a Yunho por permitirme seguir en la casa, con el empleo? O demostrarle a ese irracional que no me interesaba su obra de caridad por pasarme esta. Me volveré loco de tanto pensar.

 -hola Jaejoong –la voz del mayordomo me sacó de mis pensamientos

-hola se… ¿se siente bien? –el hombre que me saludó tenía unas muletas y un pie enyesado

-ha sido algo grave la caída que me di en las escaleras –me explicaba –es una suerte que vinieras porque necesito que hagas mis labores solo por hoy, mientras me recupero -¡¿Qué yo haga qué?! -El doctor dice que no debería caminar así que…

-¡No! –respondí de inmediato

-pero Jaejoong… me siento muy mal, tengo mucho dolor. ¿Quieres que te ruegue?

-anda… ayúdale –interviene la cocinera

Todos se unieron en mi contra para que hicieran que mi día fuese un desastre. El solo pensar que tenía que servirle  a ese monstruo hizo que mi corazón se agitara de miedo. Lo único que pude hacer fue suspirar.

***YUNHO***

-secretario ¿Qué es eso que quiere decirme?

-bueno, he escuchado las conversaciones de su tío, y dicen que están próximos a hacerle la última jugada sucia (como ellos saben actuar) para quitarle el puesto de la empresa

Eso no era extraño para mi, ya lo habían intentado tres veces meses atrás pero nunca lo conseguían, eran unos ineptos. Ya no lograban asustarme.

-bueno, y ¿tu desde cuando eres tan amable? –le pregunté

-es que… si usted se va yo no quiero servirle a esos, prefiero trabajar con usted

-¡¿Qué dijiste?!

-debo ir a recoger unos informes señor

En la empresa todo era problemas y enredos, estaba aburrido y resolví regresar a casa, por lo menos allá descansaría.

Caminé directamente hacia mí habitación y me tiré sobre la cama, tomé mi celular y llamé al mayordomo para pedirle que me trajera un té que me hiciera dormir de una vez.

Sentí que tocaron la puerta y me levanté diciéndole al señor Kang que podía pasar y le di mi espalda mientras me desvestía la camisa para dormir más cómodo. No escuché la voz de mi servidor y me giré para ver que… era el inepto de nuevo

-deberías agradecerme ¿no crees? –le mostré mi sonrisa de superioridad. El chico deja la taza con la bebida en mi mesa de noche golpeando fuerte al dejarla reposar

-oye, oye, así no se entrega una bebida, ¡ni siquiera eso puedes hacer! –él estaba a punto de explotar lo pude ver y de alguna manera me gustaba verlo molesto

-¡ya le traje su té! ¿Qué más quiere?

-ya no lo quiero

-entonces me gritó para nada… usted es un… -no terminó de hablar y yo me le acerqué a su rostro, siento que me atrae como un imán

-¡¿soy qué?! –Le encaraba intimidándolo -¿te acobardaste?

-¡detestable! ¡Odioso! ¡Injusto!

¿Por qué de nuevo mientras me grita siento unas ganas enormes de callarlo con un beso? No pude controlarme y sin saber cuando ya me encontraba probando sus labios. Me dejó hacerlo. Su boca me dio permiso de sentirla por un momento e incluso mis manos le tomaron por la cintura para acercarlo a mi pecho desnudo.

Besaba con delicadeza su labio superior, se sentía tan delicioso. Se nos estaba acabando el aliento y fue obligatoria una separación en la que me quedé viendo su boca mientras él veía mis ojos. ¿Cómo explicar eso?

-eh… la cocinera me necesita –fue lo que pronuncio apenado, le asentí y salió casi que volando de mi habitación

***JAEJOONG***

¿Me he dejado besar de ese tipo? ¿Pero qué…? Esto no está bien. No, definitivamente no lo está. La próxima vez se llevará un golpe de mi parte. ¡No es cierto! Necesito de este empleo pero… no más besos.

-Jaejoong –me habla el señor Kang –a esta hora el señor Yun toma su baño en el Jacuzzi ¿podrías llevarle las toallas? –esa misma escena del día anterior. Definitivamente la suerte no está de mi lado.

 -¿puedo pasar? –pregunte antes de entrar al cuarto de baño. Escuché su fría voz autorizándome y abrí la puerta. Tenía sus bóxers oscuros mojados y estaba sentado sobre el borde de la pequeña piscina con su mano izquierda apretando la derecha, y emitía algunos quejidos

-¿dejo las toallas aquí? –Él asintió y quería saber que pasaba con su mano que no dejaba de presionar -¿le pasa algo?

-duele un poco. Si la presiono parece que deja de molestar

-¿le ayudo?

-si, por favor ayuda a secarme

Trague saliva. Mi idea era ayudarle con su dolor en la mano, no que pudiera tocar su cuerpo así fuera a través de una toalla. Pero lo hice antes de escuchar sus gritos.

Abrí la sabana gruesa y la rozaba delicadamente en su pecho sintiendo su mirada fuerte sobre mi rostro. Yo trataba de fijarme en su piel que debía ser secada. No pasó mucho tiempo cuando su mano aun presionada con la otra la subió hasta mi barbilla para obligarme a verlo. ¿Por qué dejaba que me hiciera eso?

-tu boca –pronunció 

-¿Qué… que tiene?

No tenía nada. La miró para luego besarme por segunda vez en el día. Me sorprende que esta vez no le separe de mi y que acepte que haga con ella lo que quiera. Me concentré en su labio inferior. Era carnoso y agradable para sentir. Mis manos querían tocar su rostro pero me contuve de hacerlo y de nuevo le detuve. Huyendo del lugar lo más rápido posible.

***YUNHO***

 Era increíble haber tenido dos acercamientos en un mismo día con ese chico. No quería dejar de besarlo. Necesitaba repetir esa sensación de probar su boca. De mirar su rostro tan hermoso y delicado, yo diría que perfecto. Pero evité pedir más servicios de su parte. Ya todo me era complicado y otro encuentro creo que me enredaría aun más. Ese chico aunque no se quejara, en algún momento lo haría y no tendría como explicar esos besos.

Estuve encerrado en mi habitación hasta las diez de la noche y bajé por un vaso con agua. Llovía muy fuerte, con rayos y truenos que anunciaban una larga noche ruidosa. Alguien gritó desde el sofá y al encender la luz vi a Jaejoong acostado.

-¿tu… no te has ido? –le pregunté

-lo siento –el chico se coloca de pie y arreglaba sus cabellos despeinados -Está lloviendo muy duro. En cuanto escampe, me iré. Lo prometo

-y ¿vives lejos?

-sí, pero es que no iré a casa. Tengo otro empleo en una pizzería –me explicaba –y allí trabajo hasta tarde. No es muy lejos de aquí así que me dará tiempo de llegar si deja de llover pronto.

-¿estabas durmiendo en el sofá? –me sonreía al ser descubierto. Un momento ¿Por qué está temblando? Me le acerqué y le toqué las manos. Estaban heladas.

-no es nada –me decía –solo déjeme quedar en el sofá

-ven conmigo –no podía dejar que se congelara.

Lo llevé de la mano hasta mi habitación y le aparté las sabanas para que se metiera dentro. No quiso hacerlo y le empuje con fuerza hasta que pude arroparlo conmigo. Los dos en mi cama bajo las sabanas.

***JAEJOONG***

-¿se ha pasado tu frio?

-sí, gracias. Ahora creo que debo irme –quise levantarme pero su brazo me atravesó el pecho y de hecho se ubicó encima de mío dedicándome su mirada profunda

-eres… muy lindo

-¡¿yo?! –que no me bese, que no me bese, que no me bese

-tus labios son muy provocativos y quiero…

Tercer encuentro de bocas en un mismo día. Ni yo lo puedo creer. ¿Qué viene ahora? En esta posición no me será fácil detenerme.

Sus labios me pedían permiso para que explorara mi lengua y tuve que hacerlo. Él lo hacía muy bien y me dejaba llevar de sus movimientos. El controlaba todo y yo le permitía. Nos faltaba aire y nos detuvimos. Me miraba de nuevo y volvió al beso, esta vez su mano buscaba la mía para enlazarla y ejercer presión sobre ella colocándola al lado de mi cabeza. Debo parar, debo parar, pero no quiero. Afortunadamente él se detuvo.

-quiero… -me besaba corto –quiero que seas mi amante

-¡¿Qué?!