Capitulo 2

Llegamos a un bar muy lindo y lujoso en cuanto a decoración, los amigos de Yunho estaban sentados en una mesa y gritaron en cuanto vieron a su amigo. En el camino hacia ellos pude percibir todas las miradas en Yunho, siempre he sido yo quien se roba las miradas pero en compañía de este modelo de pasarela yo me sentía feo. Quería eliminar a todas las mujeres que deseaban con sus ojos a Yunho. Esa noche él iba conmigo y no podían acercársele, solo por eso sonreí sintiéndome ganador.

-Jaejoong… él es Changmin y su esposo Minho

-hola –saludé dándoles la mano y haciendo una venia

-¡wow! Tu novio es realmente lindo Yunho –yo sonreía. Estaba completamente de acuerdo –siempre envidié todos tus novios, no has tenido ninguno feo –Minho le golpea por el estomago ante su comentario mientras nosotros nos sentamos frente a ellos muy unidos, como la “pareja” que somos

-¿no lo sabías Changmin? Minho también fue mi novio –todos reíamos. Yunho pide un coctail suave para mí y algo fuerte para él. Mi mente aun se quedó en la frase de Changmin “no has tenido ninguno feo” su corazón había sido de otras personas y por alguna razón sentí celos.   

Changmin y Minho eran muy melosos, sus besos a veces tomaban su tiempo y nosotros no sabíamos que hacer en ese momento. Mirábamos a todos lados y yo tomaba mucho coctail para distraerme

-ustedes… ¿no se besaran? –Pregunta Minho –las discos no son para ser fríos –él decía mirando a su esposo y besándole el cuello

-vamos a bailar esta canción –comenta Changmin y se van a la pista dejándonos a Yunho y a mí a solas

-han pasado las dos horas, haz cumplido tu parte. Te llevaré a casa –él se iba a levantar de la silla y yo le detengo por el brazo, mi corazón se iba a salir con tanta rapidez que latía pero estaba decidido

-no me quiero ir –le dije –quiero estar más tiempo… contigo –en medio de las luces de la discoteca podíamos ver nuestros miradas encontrarse, abrí un poco mis labios dándole a entender mis ganas de un beso. Él se me acerca y toca mi mejilla admirando mi boca, tuve que respirar profundo y él finalmente une sus labios a los míos. Los atrapa con tanta pasión que de nuevo hace que me eleve. Quería tocarlo y mis manos se enredan en su cabello despeinándolo mientras la intensidad del beso aumentaba y nuestras lenguas se compartían.  

Sus manos se deslizan por mi espalda haciendo que mi piel se erizara y que no pensara en las demás personas a nuestro alrededor, mi mundo se centró solo en nosotros dos y no quería parar, pero el aire me faltaba. Tuve que cortar el beso pero me quedé cerca de su rostro

-¿querías que te besara? –él me pregunta

-dijiste que debía estar dispuesto, solo estoy cumpliendo mi parte

-abriste tus labios para que pudiera probarlos –iba a responderle cuando sentí mi celular vibrar y quise apagarlo, no quería separarme de la boca de Yunho, la llamada era muy insistente y tuve que decirle que iría a contestar afuera donde hubiese menos ruido.

-¿aló?

-Jaejoong… he regresado –esa voz me causó dolor en el corazón

-¿Zico?

-veo que aun me recuerdas corazón, quiero que regreses conmigo, que regreses a mi cama ¿entendiste? –le colgué y quise tirar mi celular pero respire profundo y me calmé. Una lágrima rodó por mi mejilla y no quería que Yunho me viera así.

-¡Hola precioso! –se me acercó un hombre alto y obeso bloqueando mi camino, iba a ignorarlo e ir por otro lado pero de igual forma se me coloca al frente

-déjeme pasar –le dije en voz alta y fuerte

-¡no quiero! Estás como me gustan

-aléjese de mi –ese hombre me toma por la cintura tratando de besarme y consigo pegar en su tobillo zafándome un poco de él pero aun me aprisionaba por la muñeca ¿es que nadie se da cuenta que quiere violarme?

-¡Seguridad! ¡Ayúdeme! –le dije al fornido hombre de la entrada pero me ignoró

-¡¿A dónde vas precioso?! –Él se repone y nuevamente intenta besarme –no me importa con quien estés, seguramente me dejara comprarte por toda la noche

-¡¿Qué?!

-quita tus manos sobre él –escuché esa voz protectora y no me atreví a verle, intentaba liberarme del amarre del hombre

-ahh!!! Llegó tu acompañante

-¡suélteme!

-solo dime la cantidad de dinero que necesites y te la transfiero inmediatamente

-él no está a la venta –Yunho con rapidez le da un fuerte golpe en su rostro y el hombre cae al suelo

-¡vamos! Corre –le dije a mi acompañante tomando su mano pero él no me permitió avanzar

-¿se puede saber quién eres para que nadie se atreva a tocarte?

-¡lo notaste! –Habla el obeso hombre desagradable desde el suelo tratando de levantarse –soy el dueño del lugar y no te dejaré ir como si nada

-yo tampoco dejaré pasar esto como si nada –le amenazó Yunho y toma su celular. Hace una llamada y el hombre se queda en silencio. Parece que conocía a quien mi acompañante llamaba. Luego de esto Yunho no soltaba mi mano, ingresamos al bar en busca de Changmin y Minho y les pedimos que nos fuéramos de inmediato del lugar. El chofer de Yunho en el Ferrari esperaba por nosotros a una cuadra y subimos al auto

-no aceleres todavía –dice Yunho –quiero ver que le atrapen

Pasaron cinco minutos y varios camiones de policía llegaron, sellaron el lugar y se llevaron personas esposadas, entre ellos el obeso hombre que quiso abusar de mí.  

Llevamos a los amigos de Yunho a su hotel y luego el chofer me llevó hasta mi casa. Estábamos frente a la puerta principal

-¿estás bien? –él pregunta

-Gracias, no quise causarte problemas –él asiente y me da su ya conocido beso en la frente para despedirse de mi

-¡no te vayas! –Le dije y me mira -¿podrías quedarte… hasta que me duerma?

-si eso quieres –me dice y me acompaña hasta mi habitación.

Yunho comenzó a retirar los cubre lechos de mi cama para que pudiese acostarme pero yo le detengo y le abrazo apoyando mi rostro en su hombro deseando con ansias que sus manos toquen mi cintura. Él me responde y le miro a sus ojos, luego a su boca deseando besarla para deleitarme con esa fuente de placer. Abrí un poco mis labios para darle permiso

-no podré detenerme Jaejoong, no… no me provoques así

-no quiero detenerte –le dije acercando un poco más nuestras bocas sintiendo nuestras respiraciones cercas y Yunho me besa con mucha pasión, atrapando mi trasero con sus manos y besando mi cuello haciéndome sentir un goce distinto por su contacto.

Él me tiró en la cama ubicándose sobre mi cuerpo y besándome como su deseo le pedía, con mucha profundidad, su lengua se movía de forma muy sensual haciendo que mi cuerpo se entregara al suyo. Mi pecho ya estaba desnudo y él me besaba las aréolas llenándolas de su humedad y me mordía los labios conteniéndome porque sabía que mis gemidos serian altos. Nadie me había hecho electrizar con sus besos y caricias, cada segundo que pasaba mi cuerpo le necesitaba más, le ayudé a que se desnudara su pecho y me dejó observarlo con detenimiento. Estaba muy bien marcado y su color de piel bronceada era muy sexy, deseaba besarlo y hago que él esté acostado sobre la cama para ubicarme encima de él y llenarlo de besos.

Removí su jean y su ropa interior hasta dejarlo desnudo, volví a sus labios y le masajeaba con mi mano derecha, besaba su cuello y bajé por su pecho lentamente hasta su hombría, quería que se endureciera por mi estimulación. La succiono por primera vez y él gemía en voz alta

-ohh…. Ohhh –la meto de nuevo esta vez para lamerla entera y para jugar con ella mojándola con mi saliva, él estaba completamente excitado. Subo y bajo con rapidez y le miraba su rostro lleno de placer, era mi motivación verlo así para seguir succionándole.

Él me detuvo para ayudar a desnudarme por completo y también besó mi sexualidad haciendo que se endureciera en pocos minutos. Jamás había sentido tanto placer teniendo sexo.

No me cansaba de ver y sentir su boca, la boca de Yunho besándome todo el cuerpo. Él me preparaba con mucho cuidado para que me hiciera suyo por completo

-…mmmm…. Haaa…. Haaaa… -él conoció mi cuerpo y supo que estaba listo para él. Juega con mi entrada y hace la primera penetración

-aahhh… uhhh –él la tenía muy grande, a pesar de un pequeño dolor mi cuerpo, el mismo pedía a gritos que se moviera y él lo hace, apoya sus brazos en la cama quedando yo entre ellos, mi piernas abiertas le facilitaban a él su movimiento

-wooohhh ¡Jae!.... eres tan hot… -él me besa con mucha dificultad porque la actividad le exigía respirar pero aun así necesitábamos ese contacto. Pude tocar el pecho de Yunho amando la forma como entraba y salía de mi cuerpo, él es un perfecto amante

-¡no te detengas! Aaahh… ahí Yunho… ahí –mi placer recorría cada parte de mi cuerpo estremeciéndome, haciéndome gritar, recordando en mi mente que era Yunho, quien me daba tanto, el hombre que me defendió, el me que respetó, el que me trató con delicadeza en cada uno de sus besos robados… del que yo me… enamoré. Mi mano se bañaba de mi propio liquido en cuanto terminé de pensar en el mientras me penetraba.

-me voy a correr –dice mi acompañante y sale de mi cuerpo para auto masajearse y mojarme con su semen dando sus últimos gemidos de placer por su orgasmo.

Yo no le quería lejos de mi y aun así pegajoso le arrastré por el cuello hasta mi boca, quería seguir sintiendo su cuerpo deleitarse con el mío. Nuestros besos no eran con la misma intensidad pero no queríamos soltar nuestras bocas

-vamos a bañarnos –sugiere Yunho y asiento, nos levantamos y cruzamos una puerta dentro de mi habitación. Nos ubicamos en la bañera y dejamos que se llenara del agua mientras nos sentamos de frente cruzando nuestras piernas y volviendo a los besos

-eres más hermoso de lo que imaginé –me dice Yunho y sonreía de felicidad absoluta por escuchar sus palabras

-¿me habías imaginado? ¿Estabas teniendo sueños húmedos conmigo? –él sonreía

-confieso que no planeaba conocerte –no sé porque sus palabras no me gustaron pero le seguí escuchando –con mi imagen de nerd nunca te hubiese interesado y no era algo que me preocupara

-¿Cuáles son tus planes?

-regresé de Japón por mi abuela, está algo enferma y quise acompañarla. Soy su único nieto –asentí dedicándole toda mi atención –y estudiaré en el instituto mientras me preparo para aspirar a una beca en Tokio

-ahh… nunca dejaras de ser un nerd –le sonreía pero por dentro quise llorar, yo no parecía estar en sus planes, él no tenía espacio para mí.    

-¿A dónde vas? –él me pregunta viendo que saldría de la bañera

-ya… tengo frio –él toma unos minutos más y se me une, yo me coloqué una pijama y le veo a él retomar su ropa inicial y le miré muy confuso

-yo podría…

-me pediste que me quedara hasta que te durmieras y eso haré –él me lleva hasta la cama metiéndome entre las cobijas y luego lo hace él. Me acerqué a su cuerpo y él me abraza para que me duerma cerca de su pecho.

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La mañana llegó y me entristeció no encontrar a Yunho a mi lado, era lo que más deseaba. Anoche fue el mejor momento de mi vida, sentirme en sus brazos era demasiado reconfortante. Mi celular suena y contesto sin mirar quien era

-¿Yunho? –esperé escuchar su voz

-¿Quién es ese maldito? –era de nuevo Zico

-¿Qué quieres?

-pasaré por ti a la salida, más te vale que no huyas, tengo cosas que decirte

-no me interesa escucharte –de nuevo le terminé la llamada con mucho enojo hacia él. Me cambie y me dirigí al instituto en busca de Junsu mi mejor amigo para contarle sobre Zico.

    

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Busqué por los lugares que frecuento con mis amigos y no los encontré por ningún lado. Tomé mi celular y llamo a Junsu

-hya!!! Te estoy buscando como loco, ¿Dónde estás?

-Jaejoong estoy con algo de fiebre, no he ido

-¡omo! ¿Estás bien? –Me preocupé y a la vez me sentí muy culpable por no saber, iba caminando hacia la salida de la institución, debía ir a verle -¿quieres que te lleve medicina?

-estoy bien, además Yoochun me está cuidando

-ohh… Chun está contigo –un auto lujoso se estaciona justo frente a mí y tuve que terminar mi conversación con Junsu.

Me quedé congelado y de la puerta de copiloto sale mi ex novio vestido de negro completamente y decorado con collares, aretes y un reloj en color oro. Él no escatimaba en mostrar su estatus social.

-¡sube! –me pide que ingrese por la puerta de atrás de su auto

-no quiero, no somos nada

-¿Quién ha decidido eso?

-¡yo!

-mira precioso –él me toma por el cuello como queriendo ahorcarme –vine por ti para llevarte a mi casa, ¡Eres mío! Y eso no cambiará nunca

-¡ya no te quiero! –logré zafarme de sus manos pero él ante mis palabras se enoja y me empuja fuerte haciendo que perdiera mi equilibrio y caigo al suelo golpeando mi trasero

-¡levántate! –Escuché la voz de Yunho mientras ubicaba sus manos en mis brazos para ayudarme a subir –jamás vuelvas a tocarlo –él amenaza a Zico y mi corazón tembló

-y tu… ¿Quién rayos te crees nerdo? –vi que mi ex quería golpearlo

-¡él no es nadie! –Dije con el dolor de mi alma, me alejé de sus manos aun sosteniéndome y clavé mi mirada en mi ex pareja –él no es nadie, solo un seguidor mío, ya sabes cómo son

-sube al auto ¡ya! –él me ordena y sin mirar a Yunho porque no podía hacerlo, mi conciencia no me lo permitía, subí a la parte trasera de su audi, Zico me acompañó sentándose a mi lado y le indicó a su chofer que avanzáramos.

   

Zico me llevó a su nueva casa y me la enseño con mucha felicidad

-y… ¿no es espectacular?

-si –respondí fríamente -¿Qué me querías decir? Debo hacer otras cosas

-cásate conmigo y vivamos aquí, compré esta casa porque es muy similar a tu estilo

-no me casaré contigo, no me interesas como hombre

-¿Quién te ha hecho cambiar de parecer Jaejoong? Ese tal Yunho como me llamaste esta mañana –mi corazón se asustó pero me mantuve firme frente a él

-¡no!... aunque si fuera así ¿Qué pasa? –su mirada me quería fulminar y se me acerca de nuevo tomando mi cuello

-pasarían dos cosas, la primera es que lo mato –mis ojos querían aguarse –y la segunda es que no quisiera ser malo contigo pero te obligaré a que te cases conmigo

-no tienes forma de obligarme –dije muy seguro liberándome de su amarre y estableciendo algo de distancia entre los dos

-conozco tu secreto y no vacilaré en revelarlo a la institución si no te casas conmigo –me quedé en silencio mientras él se burlaba -¿Qué pensarán tus enemigos cuando vean tus fotos de niño pobre, muerto de hambre que fuiste antes de que la familia Kim te adoptara? –Le miré con odio y aun seguía callado -¿Qué crees que harán todos los becados que humillaste diciéndoles moscas en leche con relación a las familias adineradas que van a tu institución? –Él se me acercó de nuevo –ahora estas muy tenso cariño, ve a descansar un poco –me dice señalándome su habitación

-me voy a casa -dije decidido  

-como quieras, Lee Soon –él llama a su chofer –llévalo a su casa

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Desperté en mi cama, sin muchos ánimos para ir al instituto, mi mente no pensaba claro excepto en Yunho enojado conmigo por haber dicho que no era nadie justo después de querer defenderme de Zico. No quiero que le hagan daño por mi culpa. Ahora entiendo porque algunas personas prefieren esconder sus sentimientos con tal de no causar daño a la persona que más se ama. Si Zico de verdad le golpeara no podría con la culpa.  

Caminaba por toda la institución en busca de mi amor, en busca de ese hombre bajo la apariencia de nerd y le encontré, hablaba con un profesor y en cuanto terminó entro al cuarto de baño. Me le uní cerrando la puerta, había un chico terminando de arreglar su cabello y le pedí que saliera rápido para colocar el pasador a la puerta. Yunho quien vio todo se dedicó a ignorarme. Lavaba sus manos y las secaba sin darme un poco de su atención. En cuanto terminó y se dirigía a la puerta de salida, el momento en el que tendría que verme yo me lancé a su pecho abrazándolo por la cintura

-disculpe, necesito salir –su voz era tan fría. Sus manos me separan y yo le veía a sus ojos

-Lo siento Yunho, no quiero que él te haga daño y… él me ha amenazado con revelar mi secreto   

-no tienes porque disculparte –finalmente él me habla –fue mi culpa qué pensara otra cosa de nosotros –eso significaba que él me quería a su lado también, que él estaba dispuesto a tener una relación conmigo aunque… “no planeaba conocerte”

-él sabe que me adoptaron –le confesé –que fui pobre y tiene fotos, planea mostrarla a todos y…

-¿tu imagen se arruinará?

-¡sí! Seré la burla de la institución y no podré volver

-prefieres entonces bajarle la cabeza a ese idiota en vez de confiar en mí, debiste pensar que yo no me burlaría y que al contrario estaría contigo. Guarda mejor tu imagen y sé feliz, a mi déjame en paz, no me busques más  

Yunho sale del baño y yo me quedé allí sin saber qué hacer, sintiendo que había cometido un error pero que no sabía exactamente cuál era.

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Los besos de Zico sobre mi cuello no producían más que disgusto. Estaba accediendo a su chantaje, a cambio de no publicar mis fotos de niño pobre le iba a dar lo que quería de mí, mi cuerpo. Él me tira sobre su cama y recorre mi pecho semidesnudo, cuyos botones habían sido retirados pero no la camisa completa, no me concentraba en sus caricias, mi cuerpo no reaccionaba ante sus manos o lengua recorriéndome, si él fuese Yunho desearía que estuviese dentro de mí moviéndose y dejándome escuchar sus gemidos diciéndome lo hermoso que soy para él y… “en vez de confiar en mí, debiste pensar que yo no me burlaría y que al contrario estaría contigo” sus palabras retumbaban en mis oídos 

-quiero oírte que lo disfrutes Jaejoong, como antes

-no puedo –susurré

-¿Qué?

-que no puedo, ¡no puedo estar contigo! –me aproveché de que Zico estaba en shock y me levanté de la cama. Abotoné mi camisa y me voy de la habitación

-publicaré tus fotos Jaejoong

-¡haz lo que quieras! –le dije y fui en busca de mi mejor amigo Junsu para que me diera un abrazo.

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Caminé por los pasillos de mi lugar de estudio y todos me miraban comentando cosas que no alcanzaba a escuchar con claridad. Llegué a mi clase y Junsu se me acerca

-¿Cómo estás?

-Zico… ¿Él ha publicado las fotos? –Junsu asiente

-las ha enviado a algunos correos y las han distribuido en internet. Mejor vámonos, no tomemos la clase de hoy –le dije que sí y salimos por el pasillo para llegar hasta la salida

-¡pobretón! –escuché una persona gritarme mientras caminaba

-niño rico… ¡falso! –otro me decía

-¡te odio Kim Jaejoong! O deberíamos llamarte Muerto de hambre –yo me unía más al brazo de Junsu mientras caminamos y en un momento me vi rodeado de todos insultándome

-¡déjenos caminar! –pedía mi amigo. Yo me sentía completamente desprotegido

-¡mentiroso! –me seguían bufando y pronto sentí un huevo sobre mi frente

-¡¿estás bien?! –Junsu también recibía lo mismo que yo por estar a mi lado tratando de cuidarme

-lo siento –alcancé a decirle mirándolo lleno de harina en su rostro y también de huevo con agua. Finalmente pudimos ver un camino abrirse entre la multitud y Yoochun aparece

-¡vamos! Caminen conmigo –él nos toma de la mano y nos saca de la multitud para luego abrirnos la puerta trasera del auto y entrar en él. Incluso al auto le tiraban restos de frutas y harina. Yoochun aceleró rápido y me llevaron a mi casa

-yo… lo lamento mucho chicos –les dije

-ya hablaremos de eso –pronuncia Yoochun –ve a limpiarte y descansa

-pero Junsu debería…

-le llevaré a mi casa, él tiene ropa allá

-ehh??

-Jaejoong por favor descansa –asentí a las palabras de Yoochun y se fueron en el auto.

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Había dormido suficiente y cuando desperté ya era de noche, miré mi celular en el historial de llamadas, habían pasados días desde la última llamada de Yunho. Necesitaba verlo, hablarle. Me levanté y me vestí para ir a visitarle.

Llegué a su casa y toco el timbre, me abre al parecer la enfermera que cuida de su abuela, la saludo y le pido que me deje pasar para ver a Yunho. Le dije que era su primo y no me puso problema para dejarme subir a su habitación. Toqué varias veces y escuché su voz diciendo que podía pasar

-¡Jaejoong! –él se sorprende de verme y yo igual viendo su cuerpo llevar solo un jean y sin nada que cubriera su pecho broceado, bien marcado completamente deseable para tocar. Mis ojos se perdieron en su desnudez pero finalmente me concentro y miro a sus ojos acercándome para que no hubiese mucha distancia

-dejé que publicaran las fotos y todos se burlaron de mí, me llenaron de huevo, harina y me humillaron por completo –Yunho solo me escuchaba –no pude entregarme a Zico –pude ver su mandíbula apretarse –y no pude porque te recordé, porque… porque…

-¿Por qué Jaejoong?

-¡porque me enamoré de ti! Porque me importa lo que pienses de mí, porque no quiero que nadie más me toque o me bese o me diga que soy hermoso excepto tu

-ok… yo… voy de salida. Lo siento, no puedo seguir escuchándote –él se coloco una polo y una chaqueta encima mientras le veía con una lagrima que caía de mi mejilla. El avanza hacia la puerta y de nuevo le hablo

-porque te amo Yunho –él me dejó a solas en su habitación cerrando la puerta y me sentí literalmente desnudo. Le confesé a ese hombre que lo necesito y pareció no escucharlo. Tuve el valor de reconocer que me gusta, que solo me quiero entregar a él y eso no fue suficiente. Salí de su habitación y efectivamente se había ido en su auto. El miedo a la soledad, a estar sin él me invadió pero nada más podía hacer. Regresé a mi casa para dormir y tratar de olvidar mi horrible día.