Capitulo 7

Capitulo 7: La Agradable Sra. Jung

*.*.*-YUNHO-*.*.*

-no soy idiota Yunho –él me dice –o sí… lo soy, soy el más idiota de todos. Ya mismo me voy de aquí

-escúchame… –le dije pero él no lo hizo. Cubrí mi rostro con mis manos sin saber qué hacer y mi madre lo comprendía todo. No me decía nada porque ni siquiera ella, fuente de sabiduría sabría qué hacer. Jaejoong bajó las escaleras y traía una maleta consigo. Regresó conmigo para hablarme

-organizaré todo para llevarme a Karam, que tengan… buena noche –él sale de la casa y me dejé caer sobre el sofá. Mi prometido intenta quitarse la vida porque le quise terminar, mis sentimientos han cambiado, aman a otra persona pero él no comprenderá que debo cerrar mi pasado antes de iniciar un presente.       

*.*.*-JAEJOONG-*.*.*

Por supuesto busqué a Junsu, él me ofreció un espacio en su casa aunque no quería incomodarlo, luego buscaría donde vivir para llevarme a Karam conmigo. Esa noche estábamos en la cafetería solo para nosotros y él como siempre me hacia tomar cervezas. Él destapa la tercera y me la entrega

-pero ¿Cómo te sientes?

-no lo sé –suspiré –Junsu viví las mejores horas de mi vida mientras estaba en sus brazos... –yo mordía mis labios recordando todo -yo sé que le gusto, él me lo dijo… además dijo que estábamos juntos… pero… ¿Por qué lo escogió a él? –tomé más de la mitad de la cerveza

-hay una esperanza, no la pierdas. Él regresará a ti –Junsu me hablaba con seriedad –de acuerdo a lo que dices de ese Sukkie, quizás estará tratando de manipularlo –me acerqué para abrazar a Junsu y él se burlaba de mi –creo que ya estas borracho

-tengo un poco de sueño

-¿lo ves? –Junsu se reía  -vamos a casa –nos alistamos y dejamos la cafetería cerrada. Iríamos en busca de un taxi y no nos dimos cuenta que ya era cerca de media noche

-Junsu está muy solo –le dije y él sonreía

-¿a que le temes?... nada nos pasará –debíamos ir a una avenida principal y en el camino encontramos dos hombres que parecían muy sospechosos. El corazón me comenzó a latir del susto y me aferré al brazo de Junsu –caminemos más rápido –le escuché decir a Junsu y eso intentamos hacer pero los dos sujetos corren para ubicarse frente a nosotros

-¡rápido! ¡Dennos el dinero! –Junsu siendo más arriesgado que yo, se gira llevándome de la mano para empezar a correr por dónde veníamos. Me fijé que alguien venía también caminando vistiendo un abrigo grueso y un sombrero. Le hicimos señas de que corriera con nosotros pero en vez de eso se quedó quieto

-¡van a robarnos! ¡Tienes que correr! –Junsu trató de hacerle mover sin ningún resultado, acto seguido vimos que se coloca en posición de ataque en espera de esos ladrones. Nos quedamos quietos sin saber porqué y vemos cuando ese hombre misterioso golpea a uno de ellos, los ladrones iban a devolver ese recibimiento pero este hombre era muy fuerte, nuevamente les golpea e incluso hace que los dos queden inconscientes.    

Él toma a Junsu de la mano para mostrarnos que debíamos regresar para la avenida principal y entonces reaccionamos corriendo. Nos apresuramos en llegar rápido que al girarnos para atrás ya no estaba el hombre misterioso

-¿Dónde está? –preguntó Junsu pero yo llamé el primer taxi que vi e hice que subiera en el

-no lo sé pero fue un angelito ¿no lo crees? –Junsu intentó buscarlo con la mirada pero ya el taxi había avanzado unas cuadras

-Jae ¿estás bien? –asentí y descansé mi cabeza en su hombro para terminar de calmar mi acelerado corazón cerrando los ojos.

UNA SEMANA DESPUES…

-Junsu creo que este diseño será mejor –él asiente y escuchamos que alguien entra a la cafetería –es… la madre de Yunho –yo me adelanté y me acerqué de inmediato

-Jaejoong

-Sra. Jung… no esperaba verla… siéntese por favor ¿paso algo con Karam? –le ayudé con una silla y ordené un café

-él está bien, vengo a traerte esto –ella me entrega una llave y yo le pedia con mi rostro que explicara –es un apartamento que está  a mi nombre, yo no lo uso –yo negaba con mi rostro -¿sabes? Cuando Yunho decidió cuidar de Karam me mudé con él para ayudarle, así que puedes usarlo mientras…

-lo siento Sra. Jung pero no puedo aceptarlo

-no seas así Jaejoong… te estoy ayudando con mi hijo ¿es que no te das cuenta? –Yo me quedé asombrado -¿Por qué crees que él llegó a la casa de huéspedes? –Me sonrojé de la vergüenza –además no es por mucho tiempo que usaras el apartamento… ¿lo aceptaras? –no supe cómo decirle que no y tomé las llaves en mis manos haciéndola sonreír -¿Qué te parece si vamos ahora?

-¿ahora? –miré a Junsu y me hace señas que no tiene problema si me ausento de la oficina. Busqué mi saco y fui con ella en su auto. Me enseño cada espacio del lugar y era bellísimo. Luego de eso me llevaría de regreso a la oficina pero ella quiso invitarme a comer un postre. Nos sentamos en la mesa y cuando nos trajeron el plato el chocolate que comí no me agradó y tuve que ir al baño. Al regresar ella me esperaba de pie cerca de la entrada

-Jaejoong… ¿tienes nauseas?

-¡Claro que no! Solo que el chocolate sabía horrible –ella no estaba contenta con mi respuesta y me dice que nos vayamos. Me dejé llevar por ella y cuando me doy cuenta se estaciona frente a un laboratorio -¡¿Qué hacemos aquí? Sra. Jung

-hazte la prueba de embarazo

-¡¿perdón?! –No creí escucharle bien –no es necesario… yo no estoy en embarazo   

-no creo que en la casa de huéspedes ustedes hayan solo dormido, debemos salir de la duda

-no tengo ninguna duda. No estoy embarazado

-de acuerdo. Si no lo estas podrás pedirme lo que quieras y tendré que dártelo

-lo que yo quiera –ahora sentía que jugaba con ella

-así es, lo que quieras –acepté y entramos para que me tomaran la sangre y me hicieran la prueba

*.*.*-JUNSU-*.*.*

No he dejado de pensar en ese hombre misterioso. ¿Por qué desapareció después de ayudarnos? Al menos hubiese esperado que le diéramos las gracias por protegernos pero… simplemente huyó. ¡ay no! ¿Podría ser un servidor de Sang Woo? ¿Aun querrá molestar mi vida?    

Mejor me concentraba en revisar los diseños del nuevo evento que realizaríamos, me encantaba el trabajo de Jaejoong, se le notaba la inspiración y se lo debía a Yunho. Sonreía en mi cabeza, recordé que él me había mostrado otros diseños pero no los encontraba. Salí a la cafetería para preguntarle a la mesera principal y me entrega un sobre. Cuando iba de regreso a mi oficina vi por la ventana un hombre que llevaba el mismo traje con sombrero que ya reconocía y me apresuré en acercarme

-¡Hey! ¡Espera! –le llamé pero él caminó más rápido y no me dejó hablarle. Incluso ya la situación empezaba a preocuparme ¿nos estarán vigilando? ¿Por qué?  

 

*.*.*-JAEJOONG-*.*.*

-deberías abrir el sobre –me dice la madre de Yunho

-ehh… si –realmente no quería hacerlo, antes lo tomé como una broma pero… ¿y si era verdad? Eso sería algo completamente inesperado, darle un hijo a Yunho en este momento, no sería prudente ya que lo nuestro no es claro, entre nosotros aun hay obstáculos y no sé si él me ame igual como yo a él

-Jaejoong –la Sra. Jung llama mi atención y abrí el sobre pero respiraba profundo antes de mirar el resultado… todo ha sido tan rápido, pero también tan maravilloso que me encantaría ser omma de nuevo pero teniendo su compañía, su apoyo, su… -¡no más! –la madre de Yunho me arrebata el papel y lo ve, abrí mis ojos en espera de sus palabras pero ella estaba inmóvil

-¡¿Qué dice?! ¡Sra. Jung!      

-tenias algo que pedirme ese era el trato ¿no?

-…es decir que… -me quedé en silencio, como si hubiese esperado otra respuesta

-¡Jaejoong! ¡Voy a ser abuela de nuevo! –ella se me lanza para que la abrace pero yo estaba congelado. ¿Le daré un bebé a  Yunho?

-déjeme ver el papel –la aparté de mi pecho y con mis ojos busqué en la parte de abajo el resultado del análisis. Había un sí digitado en negrilla y mi corazón ya no latía normal, esa noche que había llamado como la mejor de mi vida, ha dejado su consecuencia y no lo sé…. ¿Qué voy a hacer ahora?

-¿Qué te pasa? ¿No… no te agrada la idea de un bebe? –vi preocupación en el rostro de la mujer

-no lo sé –le respondí y ella se quedó en silencio casi que juzgándome con su mirada.

-escúchame Jaejoong… te llevaré al apartamento… descansarás, deberías dormir un poco… sé que es una noticia difícil pero… -ella ahora lucia un poco nerviosa  

-no le diga nada a Yunho por favor –ella asiente –yo se lo diré cuando lo crea prudente ¿de acuerdo?

-está bien pero no esperes mucho tiempo, él podría enojarse y no te recomiendo que lo conozcas en ese estado. Vamos, yo te llevaré para que descanses  

*.*.*-YUNHO-*.*.*

  

Quien aun es mi prometido, ha estado recibiendo atención médica y psicológica para que recupere su condición, han sido dos ocasiones en las que intentó quitarse la vida. La ultima vez tomó una sustancia toxica que afortunadamente no fue lo suficiente para lamentar. Él me quiere a su lado y por temor a que recurra en estos intentos auto dañinos le dedico mi atención.

-Sukkie… ¿te sientes mejor? –ingresé a la habitacion donde él estaba sentado sobre la cama. Él me ofrece su mano y me siento cerca de él

-Yunho lo siento –él lloraba –he sido un tonto pero… es que te amo tanto. No quiero perderte

-aquí estoy –le dije apretando su mano –solo prométeme que no intentaras nada más

-está bien, lo prometo –me iba a la cocina y Sukkie me agarra por el saco -¿A dónde vas amor? No me dejes solo

-iré por un vaso de agua, no me moveré –le dije conteniendo mi molestia de su excesivo control y llenándome de mucha paciencia

Al estar en la sala encontré a mi madre muy pensativa sobre el sofá. Eso no era normal en ella y no dude en preguntarle que le pasaba

-oh… Yunho –ella incluso se sorprendió con mi presencia.

-madre ¿Qué tienes?

-oh… si es que… ¿sabes? Olvidé unas cosas en el apartamento, debería ir por ellas

-es muy tarde, déjalo para mañana –ella se levanta del sofá para unirse a mí

-son… son mis pastillas Yunho ¿podrías ir tu por ellas? –la miré tratando de interpretar sus intenciones pero como siempre, me es imposible leer sus locuras, le dije que no quería dejar a Sukkie y se enojo conmigo –tu madre también es importante, ya deja de cuidarlo como si fuera un niño, incluso Karam me dice que te extraña mucho

-ya hablé con Karam y le expliqué –le di mis razones al pequeño dejando en claro que lo quiero mucho

-iré por mis pastillas –la detuve por el brazo y suspiré dejándome llevar de su orden. Le dije que iría y fui por las llaves del auto

 *.*.*-JAEJOONG-*.*.*

Estoy sobre la cama abrazando una almohada, buscando un poco de calor que me gustaría reemplazar por uno verdadero. Pensaba en mi estado… embarazado… idealicé que Karam sería mi único hijo pero… otro pequeño llenaría mi vida. Un recuerdo para siempre de Yunho, ¿Cómo he llegado a amarlo tanto?

-¿el timbre? –mencioné en voz alta y me acerqué a la puerta para abrir. Me quedé sorprendido de ver a quien llamaba a gritos en mi mente y a quien deseaba como nunca antes tener a mi lado y sobretodo estar encerrado con su cuerpo

-no… no sabía que estabas aquí –él dice con una sonrisa, quizás fue una bonita sorpresa para los dos, le hago pasar a la sala y le explicaba    

-no tenía a donde ir y tu madre quiso ayudarme –él se queda de pie mirándome con detenimiento

-Jaejoong –él pronuncia –… deberíamos… sé que es complicado pero… Sukkie –no quería saberlo, mi objetivo de tenerlo frente a mí sin esperarlo no era hablar de ese idiota. Ignoré cada palabra que decía porque me concentré en sus labios, y luego mis ojos vieron su camisa blanca recogida en los brazos que le quedaba perfecta con esa abertura en el pecho que me hacia recorrer su largo cuello –… así que… ¿Jae, me estas escuchando?      

-no –le respondí y en dos pasos estaba frente a él uniendo mi boca a la suya, quería marcar como mío su labio inferior y aunque él no me respondía al principio, una vez toqué su lengua con la mía él se dejó perder en esa pasión que desarrollaba nuestros cuerpos transmitido en las caricias.

Sus manos me tomaron por la cintura apretándome a su piel. Me dediqué a rozar mis dedos por su nuca y cabello, halándolo un poco para que sintiera mi cuerpo con ganas de algo más que besos

-Jaejoong… ¡Espera! –él me detiene para mirarme a los ojos, mi mirada debía decirle todo, que lo amo, que lo deseo, que me entrego a él por completo y que… pronto le daré un hijo, que cargaré en mi cuerpo la consecuencia de dejarnos llevar por el deseo que nació entre nosotros desde la primera vez que nos vimos.

-quiero otra noche Yunho –le dije con mis ojos cerrados sintiendo su aliento rozar el mío de lo cerca que estábamos. Mi corazón se emocionó cuando él retoma el beso profundo y me conduce hasta el sofá para acostarse sobre mí.