Capitulo 10

Capitulo 10: Lo Que Tu Desees

*.*.*-JUNSU-*.*.*

-¡Él! –Le reconocí, era el ultimo guardaespaldas de Sang Woo -¡¿Qué hacia aquí?!

-me descubrieron –Yoochun habla en voz alta y debía explicarme bien su respuesta, mi presentimiento no era el más positivo y se lo hice saber con mis ojos llorosos. En cuanto el hombre desapareció nos movimos para entrar al apartamento. Dentro todo era un caos, habían revuelto las pocas cosas que tenia la casa y yo me asusté haciéndolo saber con mis gestos –no… no estés preocupado por mi –me decía Yoochun acercándose a mi dándome un abrazo

-¿Qué es lo que pasa? ¿Por qué te están buscando? Quiero entenderlo todo –mi amado me suelta y se sienta para relatarme la situación

-Sang Woo había ordenado matarme –mis ojos se mantenían aguados queriendo llorar pero conteniéndose –afortunadamente quien iba a disparar era mi amigo, me salvó y dijo que engañaríamos al millonario, me escondería por un tiempo para que Sang Woo lo creyera pero…

-¿pero qué? –estaba desesperado por conocer cada detalle. Yoochun se me acercó de nuevo para sostener mi rostro entre sus manos

-mis ganas de verte fueron más fuertes

-entonces… es mi culpa –dije de inmediato

-¡claro que no! –Él admiraba mi cara tocando mi mejilla y mis labios con su dedo pulgar –no quiero que pienses eso… había planeado primero vengarme de él para luego buscarte

-no hagas nada Yoochun, vámonos de esta ciudad, huyamos y seamos felices –traté de hacerle entrar en razón pero él no tomó mis palabras en serio, por el contrario sonreía

-¿me amas tanto? –le golpee en su estomago por su pregunta, no estaba tomando mi consejo en serio –cuando tome venganza contra él, nos va a dejar en paz te lo aseguro

-¿y qué planeas hacer? –él buscaba en su mente las palabras para explicarme

-ser guardaespaldas tiene sus ventajas. El dinero de Sang Woo no es de él sino de su esposa. Ella lo mantiene. ¿Qué crees que hará cuando sepa que su esposo le es infiel cambiando de amante cada dos meses?   

-pero… ¿Cómo te encontraron aquí?

-solo se me ocurre pensar que Sang Woo aun te seguía para saber si estabas en contacto conmigo. Debieron vernos en algún momento. Mañana enviaré las pruebas de infidelidad que he estado recopilando para que su esposa le quite los beneficios que ha tenido hasta ahora –su estrategia no estaba errada, podía funcionar pero no dejaba de preocuparme. Lo único que deseaba era estar a su lado por los siguientes años sin que nadie interfiriera en nuestra felicidad –baby –él me toma de la mano –quería darte una sorpresa para que me perdonaras pero… -yo coloque mi dedo índice para sellar sus labios y hacerle callar

-que me ames es lo único que me importa… por ahora

-¿por ahora? –Yoochun hace énfasis en mi frase –no sabía que eras tan controlador –yo asentí con mi cabeza cayendo sobre su pecho para estar más cerca de su boca –creo que ya no considerare el matrimonio contigo  

-¿crees que quiero casarme con alguien como tú?

-¡claro que sí! –Él me hace un puchero que adoré –mis hijos nacerán dentro de un matrimonio  

-¡¿hijos?!

-deberíamos intentar hacer uno ahora ¿Qué dices? –esa sonrisa tan picarona me hacia entregarle todo de mi pero debía hacerme desear más

-no, llévame a casa –le pedí y él me besó el cuello con lentitud, haciendo que mi concentración se enfocara solamente en sus caricias y en exigir su piel desnuda para amarnos en todo el sentido de la palabra

-después de amarte… te llevaré a donde quieras

*.*.*-JAEJOONG-*.*.*

Mis ojos se estaban abriendo por primera vez en el día luego de haber adorado a Yunho completamente. Le sentí tocar mi cabello y hablarme muy cerca a mi oído

-me encanta verte dormir –su beso en mi mejilla fue tan amoroso que me desperté con una sonrisa amplia y acomodándome mejor para estar bajo su pesado, fuerte y sexy cuerpo

-me hiciste sufrir, pensé que me odiabas –le recordé cuando él abandono el apartamento y me dejó solo por unos minutos

-lo sé, soy un tonto, perdóname amor, te amo te amo te amo –Yunho me daba besos sueltos por el pecho llegando a mi estomago –y te amo a ti también bebe   

-quiero que se llame Minho… ¿te gusta?

-como quieras –él decía sin dejar de besar mi estomago. Le pedí que buscara mis labios y lo hace. Hicimos contacto con nuestras lenguas de una forma lenta y sensual que me sentía girar en el cielo, flotar en el aire donde solo sus brazos me sostenían dándome seguridad a su lado.

Él me ama tanto como yo a él y sé que no me soltará por mucho tiempo, mis manos adoraban jugar con su cabello entre mis dedos, siguiendo el movimiento de nuestras cabezas en direcciones opuestas por el beso tan profundo que nos adueñaba en ese momento. Me detuve para admirar a ese hombre que me devolvió el amor, que me hizo entregarle cada uno de mis respiros y a quien amaba como si fuera la primera vez

-prometo amarte siempre Yunho –le dije con mi ya típica mirada de amor y su sonrisa era mi premio

-¡appa! ¡omma! –los dos miramos a la puerta y Karam estaba allí de pie, se quedó congelado por la forma en la que nos encontró intuyendo que quizás no era normal

-¡¿los encontraste Karam?! –la mamá de Yunho aparece detrás y nos separamos de inmediato para sentarnos en la cama

-¡madre! –le hablo Yunho cubriendo su cuerpo con la cobija arrodillándose en la cama y ella comenzó a reírse

-vamos Karam te doy unas galletas, ellos ya van a salir de la cama… es que durmieron hasta muy tarde –cerraron la puerta y cubrí mi rostro de vergüenza con ambas manos, encontrarnos en este momento

-¡¿en que habíamos quedado?! –Yunho regresa sobre mí y le miro asombrado

-¡estás loco! –me levanté para darme una ducha rápida e ir a atender a mi hijo.    

Me apresuré en saludar a mi pequeño y sentarlo en la mesa de la cocina para que me ayudara a preparar el desayuno junto con la madre de Yunho, mientras él se duchaba y cambiaba de ropa.        

Le serví un plato a cada uno en el comedor y nos sentamos para disfrutar de la primera comida del día

-omma ¿Por qué appa y tu estaban desnudos en la cama? –yo casi me ahogo con la comida y creo que los tres adultos nos miramos con asombro

-porque… porque… -miraba a Yunho para que dijera algo pero no lo hacía y le reprochaba con mi mirada 

-porque hacía calor –respondió la madre de Yunho y nuestro pequeño se dio conforme con esa respuesta. Seguimos con el desayuno tranquilo pero rogaba en el fondo que Karam no me hiciera más preguntas de esas, no estaba preparado para hablar aun

-madre –comenta Yunho –me casaré con Jaejoong

-¡¿de verdad?! ¡Qué alegría! ¡Qué buena noticia!

-mañana iremos a la casa judicial –él explicaba –firmaremos la unión civil y de la celebración se encargaran ustedes

-¡perfecto Yunho! –decía su madre muy feliz. No pude evitar tocar la mano de Yunho dándole miradas de agradecimiento, mi vida estaba en su mejor momento y todo era por él.  

AL DÍA SIGUIENTE…

   *.*.*-JUNSU-*.*.*

Yoochun estacionó la moto frente a la cafetería para dejarme allí. No se quitó el casco para evitar que lo vieran si alguien de Sang Woo estaba cerca vigilándome

-¿te veré en la tarde? –Le pregunté –tienes que venir conmigo a la unión civil de Jaejoong   

-Junsu no creo que…

-¡no quiero ir solo! –le hacía caras tiernas para convencerlo

-no lo prometo

-te estaré esperando y más te vale que aparezcas porque si no, olvídate de mí –me giré para no escuchar su respuesta. Y sonreí porque le oí quejarse de mi condición.

Jugaba con las llaves de la cafetería en mis manos, me hacían recordar que esa fue la excusa de Yoochun para hacerme subir a su moto y terminar en su habitacion desnudo siendo amado por él. Sonreía con algo de complicidad que la mesera principal al esperar por mi se percato

-estás muy radiante hoy –me dice y le agradezco –y… ¿la misma ropa de ayer? –ni siquiera yo me había fijado en eso y borro la sonrisa, estaba muy apenado. Era muy fácil deducir por qué tenía la misma ropa. Fui de inmediato a mi oficina a buscar si tendría algo de ropa limpia pero no, revisaría las cosas importantes para luego ir a casa y regresar. Sin darme cuenta habían pasado dos horas. Iba a salir pero me asustó al abrir la puerta y ver a Sang Woo frente a mí con un arma en sus manos     

-¡¿Cómo es que ese mal nacido de Yoochun está vivo?! ¡Yo ordené que lo mataran! –él dijo gritando con el odio llameando en sus ojos. Levanté mis manos para hacerle saber que estaba desprotegido

-¿Qué es lo que quieres? ¡Esto es una locura!... baja esa arma por favor

-¡siéntate en el sofá! –él me ordena siempre apuntando a mi cabeza y pecho. Lo  hice para que me esposara las manos por detrás

-¿Cómo es el numero de Yoochun?

-¡no te lo daré!

-no tengo tiempo que perder ¡Dame el numero! –el seguro del arma es quitado y la presiona sobre mis sienes. Temí lo peor y le di el número. Sang Woo me coloca cinta en la boca y me toma una foto para enviársela a Yoochun quien devolvió la llamada de inmediato

-¡¿Qué es lo que haces maldito?! –era la voz de mi amado  

-protegiendo mi dinero, regresa de inmediato a esta mugre cafetería con el sobre que ibas a entregar a mi esposa… ¿creíste que no me iba a enterar?... si no lo haces juró que disparo

-¡no le hagas daño! ¡Voy para allá!    

-aaww… tan romántico –Sang Woo se burlaba de nosotros y lo odiaba con todo mi corazón. Desearía yo mismo disparar esa pistola. Esperamos por unos minutos hasta que la puerta se abre y Yoochun aparece mirándonos a los dos

-aquí estoy –él pronuncia con poco aire en sus pulmones reflejado en su pecho inflándose –déjalo ir y te entrego el sobre

-¿seguro no hablaste con mi esposa?

-no me diste tiempo –Yoochun contesta y exige que me liberen dándole el sobre, acto seguido él pudo acercarse a mí para retirar la cinta –¿estás bien? –le dije que sí

-¡¿pretendes engañarme?! ¿Qué son estos papeles en blanco? –Sang Woo le apunta al pecho y grité de temor 

-Yo tengo los originales –una voz de mujer aparece por la puerta y comprendí que era la esposa, en ese momento de confusión Yoochun me desata y nos colocamos de pie para apreciar la escena –arroja esa arma al suelo

-¡nada de eso es cierto! –el cobarde trataba de negarlo

-¡no seas más sínico! –la mujer le reclamó y llamó a los guardaespaldas para que le atraparan

-¡¿Qué hacen ineptos?!

-quien les paga a ellos soy yo y por tanto seguirán mis órdenes. Caballeros llévenlo al auto –vimos como Sang Woo era llevado por los fuertes hombres y la mujer se quedó con nosotros

-están en todo su derecho de acusarlo por lo que les hizo, incluso les apoyaré si deciden hacerlo

-gracias –Yoochun le dice

-gracias a ti Yoochun… si aun quieres trabajar para mi…

-no es necesario –yo contesté de inmediato. Les acompañamos afuera y escuchamos ruidos del baño. Allí habían escondido a los empleados de la cafetería. Abracé a la mesera principal y les pedí a todos que se calmaran y que olvidaran este pequeño incidente, incluso les pedí que tomaran el día de descanso.    

-¿lo ves? –me dice Yoochun acercándome a él mientras rodeaba mi cintura con su mano –Sang Woo no nos molestará más

-eso fue muy rápido y sencillo ¿Por qué no lo hiciste antes?

-le estaba dando tiempo a mi amigo de alejarse de Sang Woo, tarde o temprano él sabría que estaba vivo. Además recopilar la lista de sus amantes tardó más de lo que pensé –con rapidez paso mis manos por sus hombros para tenerlo cerca de mí

-deberías mudarte conmigo, no quiero estar más lejos de ti –le confesé

-si me di cuenta, fuiste muy grosero con la esposa de Sang Woo

-¿No entendiste su oferta? –Jugué con el cuello de su camisa mientras miraba en ese mismo punto para no verle a los ojos –creo que le gustaste y no solo como empleado –Yoochun se burlaba de mis celos y me da un beso tierno. Abrí mis labios para dejarle probar mi sabor y así nos quedamos por unos minutos –te amo demasiado –le susurraba para volver a besarlo

-solo tú serás mi esposo, no quiero a nadie más

-¿esposo…? ¡ay mi Dios! –Yo me separé de sus brazos para buscar en la oficina mi celular, tenía diez llamadas perdidas de Jaejoong -¡la unión civil! –Miré mi reloj -¡Jaejoong ya se casó!

-vamos te llevo –me ubiqué detrás de Yoochun en la moto para llegar cuanto antes a su mansión, él ya debía estar allá con la cena deliciosa que habíamos organizado.        

Pocos autos estacionados frente a la mansión solo indicaban que la pequeña celebración por la unión civil ya había comenzado. No esperé que Yoochun guardara la moto, me baje corriendo para llegar a la puerta principal. Ni siquiera estaba vestido apropiadamente para llegar allá. Toqué el timbre y la empleada me saluda regalándome una sonrisa, entré de inmediato y busqué a Jaejoong. Le encontré y me acerqué sintiendo su mirada de odio, enojo

-¿quieres seguirme? –Me dice él guardando la compostura frente a los invitados y caminamos hasta la cocina donde pidió que nos dieran un poco de privacidad –no te conozco… -fue su saludo -¿Qué haces aquí?

-Jaejoong perdóname

-eres mi mejor amigo, eras mi única familia en este momento y no te importó llegar, no tienes ninguna excusa

-Jaejoong –él no me dejó hablar y salió de la cocina dejándome solo. Nunca se había enojado tanto conmigo.