Capitulo 15

Amar De Verdad

-hola -salude a mi esposo viéndolo jugar con el pequeño de dos años en sus brazos, él le deja sentado sobre unos cojines y se me acerca para darme un beso en la boca y le abrazo por la cintura

-¿a dónde vamos mañana? -él me pregunta

-de verdad ¿pediste una semana en el hospital? -él asiente y le iba a besar cuando él gira su rostro para mirar el niño

-Minho no... -él se va de mis brazos para ir tras el pequeño y le carga dejándome con las ganas de otro beso. Suspiré y me fui a cambiar para dormir -ya te alcanzo -le escuché a Junsu decir...

Estaba sentado leyendo un libro y mi esposo se me acerca, quitándome el libro y sentándose sobre mis piernas ubicando sus manos en mi cuello

-¿Que quieres? -esa también era su forma de pedirme algo

-besarte -sonreí y no le podía negar su deseo. Él se une mucho más a mi pecho e incluso podía sentir nuestra sexualidad un poco cerca haciendo esa caricia mucho más intensa. Mi esposo se mueve rozando mi parte más sensible con la suya y empezaba a despertar mi excitación, en mis besos le demostraba que quería más tocando su lengua y quedándome con sus labios atrapados entre los míos

-amor -él corta la caricia

-no quiero hablar, solo bésame -le pedía a Junsu tocando su rostro para que no se separara de mi boca pero él insiste en decirme algo

-acepta a Minho como nuestro hijo

-¡¿Qué?! -pude susurrar deteniéndome y mirando a su rostro

-siempre me dices si a lo que pido

-No puedo. No me pidas eso

-pero amor... -él quiso confundirme con sus besos y le separe de mi para acostarme a dormir girando mi cabeza para no verle.

-está bien, prometo no hablar más del tema - Junsu se me sube a mi espalda dándome besos cortos -¿De verdad... prefieres dormir? -sentía su lengua recorrer mi cuello y yo soltaba unas pequeñas risas. Me giré para abrazarlo mejor y besarlo con mucho deseo, toco su trasero y él muerde mis labios, él me pone tan caliente con solo sus besos y en este momento es muy tarde para detenernos. Yo ya estaba vertical y Junsu me tocaba por encima de mi ropa de dormir. Cerré mis ojos y me relajaba en esa sensación tan placentera. Él me ayuda a desnudarme y me comienza a masajear con su mano besando mi vientre y piernas

-oohhh... mmm... -a él le encantaba sentir mi respiración agitada y se me acerca a mi boca sin dejar de masajearme y jugaba a dejarme sus labios entre abiertos para que pudiera tocarlos pero se alejaba de mi y sonreía por mi necesidad de su boca. Con mis gemidos era suficiente para que Junsu también se colocara duro y le acuesto sobre la frazada ahora para besarle su sexualidad. La succionaba con rapidez subiendo y bajando escuchándole gemir en voz alta, sus manos se enredaban en mi cabello para él sentirse más excitado

-Yoo!!!... Uohhh!!!... Aaahhh!!!... Mue...vete -me retiré y pude ver su esencia bañar mi mano y él dando sus últimos gritos de placer.

Le besaba con mucha humedad tocando con mi lengua todo el interior de su boca, nuestras lenguas hacían ese contacto más placentero y nos dejábamos llevar por ese calor, yo necesitaba más de mi esposo y él me da su espalda arrodillado para que le hiciera mío. Abro un poco sus piernas e ingreso lento por primera vez

-oohhh -es tan estrecho que siento mucho placer, me muevo un poco y él me dice que he tocado su punto de mayor gozo

-Chunnie... ahí... Muévete -él me pedía y le embestía con profundidad, su cuerpo es demasiado hermoso para mis ojos y saber que era todo mío me enloquecía aun más.

El golpe entre mi vientre y su trasero cada vez que entraba hacia que mi clímax pronto llegara. Le di unas entradas más y me vine dentro de él.

Le besaba su cuello y él con su brazo pedía mi cercanía, él se deja caer por completo sobre la frazada boca abajo cansado y yo me dedique a besar toda su espalda con mi boca queriendo marcar su piel tan suave, baje hasta sus nalgas y también las besaba sintiendo la voluptuosidad de estas y subo de nuevo.

-te amo -le susurre a su oído cuando regresé de recorrer todo su cuerpo con mi boca. Él solo me sonreía con sus ojos cerrados queriendo dormir -Junsu... -yo me acosté a su lado -yo… pensé que te había perdido cuando me ocultaste lo del niño -él abre sus ojos y deja de sonreír

-¿pensaste que ya no te amaba?

-me hiciste sufrir mucho, sé que el niño no tiene la culpa pero... jamás tuve tanto miedo -le confesé y él me abraza

-yo te amo Chunnie, sólo a ti –le miraba a sus ojos grabándome su rostro de sinceridad con esas palabras –perdóname. ¡¿Sí?! –le beso su barbilla haciéndole sonreír y comprendiendo que claramente le perdonaba todo.

++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++

-he llamado a la señora Han para que cuide de Minho –me decía mi esposo reuniendo en un espacio lo que “eso” necesitaría para todo el día. La verdad pensé que me pediría que él nos acompañara pero mi esposo fue considerado y quiso dedicarme todo el día a mí

-¡buen día mis señores! –Aparece la señora -¡hola bebe! –ella le carga inmediatamente le ve y le da un beso en la mejilla 

-aquí está su comida, su ropa, si él pide agua en ese estante se encuentra, si…

-No se preocupe –le dice la Sra. Han, parece que mi esposo estaba muy nervioso. Él se calla y carga al bebe dándole besos y hablándole como si fuese un niño más grande

-Junsu debemos irnos –le dije

-chao mi amor bello, te veré esta noche –él niño le sonreía y Junsu lucia muy feliz por eso –por favor Señora Han… cuídelo –yo tomo de la mano a mi esposo para retirarme de la casa, él realmente se apegó a ese pequeño que veía en sus ojos tristeza por dejarlo solo pero yo quería mi día con su total compañía.

Subimos al caballo los dos y disfrutaba del olor que desprendía su cuello, le daba alguno que otro beso y él me sonreía de felicidad. Fuimos a otra villa que quedaba a dos horas en el animal y llegamos a tiempo para desayunar. Luego conocimos algunas calles y finalmente entramos al lugar de mayor importancia y reconocimiento, era un pozo de aguas termales, de las cuales caían cascadas creando un sonido agradable y este escenario se formaba con varias cuevas   

-entremos allí –le dije a él llevándolo de la mano hacia una cueva grande en la que caminando un poco más adentro nos encontrábamos con otro pozo de agua cristalina. El agua era tentadora pero no teníamos la intención de mojarnos. Nos sentamos sobre unas piedras y ubico a Junsu de manera que quede sobre mis piernas y muy cerca su boca de la mía

-¿querías venir aquí? –me preguntó mi esposo tocando mi rostro con sus manos

-quería estar contigo un día entero en un lugar así. Hacía mucho tiempo que no hacíamos esto

-lo siento –él me dice y une sus labios a los míos por pocos segundos mirándome con esos ojitos que me derretían por completo

-aun me siento mal por lo que le hice a mi primo –él quería mas información y me miraba callado –separarlo de Jaejoong fue mi peor error

-pero tu les has devuelto la felicidad, has actuado bien

-es que ahora le entiendo perfectamente. Vivir sin ti… yo no podría, creo que prefiero no seguir existiendo –su dedo índice cubre mi boca para que no pronunciara más

-no Chunnie. No asustes mi corazón –le beso y le abrazo diciéndole a mi cabeza que el ser que más amaba estaba conmigo y que no me dejaría nunca. Junsu se aferró un poco más a mi pecho y me besaba con mucha lentitud, disfrutando del romanticismo que nos ofrecía el lugar, mis labios se perdían con el contacto de su lengua, le abrace fuerte como queriendo pegarlo a mi piel y los besos nos hacían olvidar el resto del mundo, solo nosotros existíamos y no nos despegamos en varias horas

-¿te he dicho que besas delicioso? –le comenté a mi esposo

-chunnie me lo dices todo el tiempo –su sonrisa hace que vuelva a esa boca para morderla y soltarla para verle sonreír de nuevo

-debemos ir a otro lugar –nos levantamos y regresamos a donde estaba el caballo atado en un árbol, subimos en él y le lleve a una tienda pequeña donde trabajaban el oro, el dueño nos mostraba algunos diseños y le pedí a Junsu que escogiera una cadena. Él me sonreía y escogió una muy delgada y corta agregándole un dije con la letra inicial de mi nombre. Yo pedí lo mismo, quizás era algo muy tonto pero realmente era representativo para mí y me hacia feliz

-solo… por preguntar –menciona Junsu al dueño -¿tendrá para niños? –él hombre sonríe y asiente mostrándole unas más pequeñas

-¡omo!... esta es hermosa –mi esposo me mira y la deja caer de nuevo sobre la caja –está bien, nos llevaremos las que tenemos

-¿quieres esa para Minho? –le pregunté

-ehh… no, solo quería ver algunas –le miré por varios segundos y no podía creer que iba a ser tan blando ante su pedido

-llevaremos esa de niño también –le dije al dueño y él la entrega en una pequeña bolsa

En cuanto salimos del lugar, Junsu me bloquea el camino colocándose en mi frente y me abraza

-¡Gracias! –Escuché en mi oído –eres el mejor esposo ¿sabías? –regresamos al caballo y cabalgamos de regreso a la capital.

++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++

-amor debo salir. No tardaré lo prometo –él revisaba su valija de doctor 

-pero… Junsu… ¿Quién cuidará de eso? –me refería al pequeño

-él estará allí jugando. Solo míralo por una hora 

-¿Cuál es la prisa?

-es la señora Han, parece que ha enfermado ¿crees que no debo verla? –claro que él debería ir, no digo que no pero…

-Minho es un niño tierno y tranquilo. He dejado comida en la cocina, solo dale un poco. Es todo –tras estas palabras mi esposo se va

Él pequeño estaba sobre los cojines jugando con algunos muñecos, tocándolos y me miraba de vez en cuando sonriendo

-¿Qué? ¿Acaso te agrado? –Él reía aun más –pues tú a mi no –quizás la brisa fue la culpable, pero hizo que algunos jarrones de decoración que teníamos cayeran al suelo justo detrás de él y se asustó, se levantó rápidamente y corriendo unos tres pasos para llegar a mí y abrirme sus brazos para que lo cargara. Su rostro era muy serio y se aferro a mi cuello fuertemente

-ese sonido…

-tengo miedo –me dijo mirando hacia el lugar en que cayeron los jarrones. Le expliqué lo que había pasado y le dejo de cargar para que regrese a jugar a los cojines pero no quiso. Me miró con su rostro tierno y me sonreía

-¿quieres jugar conmigo?

-¿Qué?

-¡appa! -¿Cómo… me ha llamado?

-yo no soy tu appa –él me sonreía como si mi voz fuese graciosa para él y corre a los cojines para traerme su juguete favorito, un muñeco de tela -¿para qué me das esto?

-omma juega conmigo ¿Por qué tu no? –él me iba a quitar el muñeco y lo aleje haciéndole sonreír, pensará que acaso es divertido, él corrió para alcanzarlo y lo cambie de mano, reía a carcajadas y se me subía encima para alcanzarlo pero cada vez lo colocaba más alto, así pasamos unos minutos y sin darme cuenta también me divertía

-dame agua –él me lleva de la mano hasta la cocina y le doy una taza de agua. No me fijé que pesaba para sus manos pequeñas y casi se le cae, fui obligado a sostener la taza mientras él bebía un poco

-¿quieres más? –él niega con su cabeza y me sonreía, ¿por qué actúa tan tierno? –yo le mostré el muñeco y me perseguía para quitármelo, me dejé caer sobre los cojines y él se ubico encima de mí

-¡yo… lo quiero! –se reía con muchas ganas, parecía que se había cansado un poco y se quedó quieto sobre mi pecho, cada vez intentaba recuperar su muñeco con menos entusiasmo hasta que ya no se movía más

-¡Minho! –le empecé a llamar y él no me respondía -¡Minho! –le miré su rostro y estaba ya dormido. Se acomodó mejor en mi pecho y siguió durmiendo

-este niño… ¿acaso soy una frazada? –me quedé unos segundos quieto dejándole que su sueño se profundizara para llevarlo a su cuarto y que no se despertara fácilmente. Miraba hacia el techo y de pronto mis ojos también pesaban. Se me cerraban una y otra vez y finalmente me dormí.

++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++

Algo que presionaba mi pecho fue removido y me giré para seguir durmiendo mucho más cómodo de lado. Pasaron unos minutos y recordé todo, Minho estaba encima de mí dormido y… ¿yo también me dormí?... abrí mis ojos despertando y vi a mi esposo sentado a mi lado sonriendo mientras me veía regresar del sueño

-¿Cual es la gracia de verme dormir? –le pregunté

-te veías tan hermoso con nues… el pequeño –él me hablaba y me senté masajeando mis ojos

-¿Cómo te fue? –quería que no hablara de cómo me encontró –la señora Han ¿se recuperará?

-está bien, no fue nada grave y... ¿No es un niño tierno? -me quedé callado y fui a tomar un poco de agua con Junsu detrás de mi

-es muy lindo ¿Cierto? ¡Has jugado con él! Awww!! Qué hermoso

-¿Le dijiste que me llamara appa? -Junsu no me respondía nada y me regala un rostro serio. Le encierro entre mis brazos –sabes que yo no lo he aceptado

-ehh…. ¡Chunnie! eres su appa, yo soy su omma. Es nuestro hijo -Junsu me besa y sabe que con eso yo pierdo mi voluntad -di que si -él me pedía y me dejó de acariciar obligándome a asentir con mi rostro, pero eso no era consciente, yo estaba bajo su hechizo, bajo ese estado en que me pone su boca cuando está a pocos centímetros de la mía

-vamos a la habitación –propone mi esposo y le tomo de la mano para hacerle el amor toda la noche.

++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++

-buen día –escuché la voz enérgica de Junsu sobre mi rostro despertándome -¡despierta! Debes ir a trabajar

-¡es cierto! –me levanté de inmediato y tomé un baño. Mi esposo me hizo el desayuno y fui a disfrutarlo

-y… ¿Qué harás hoy? –le pregunté

-voy a llevar a Minho al hospital, ayer que acompañé a la Señora Han, mis compañeros me dijeron que quieren verlo –asentí y terminé de comer, lavo mi boca y me despido de él dándole un beso profundo que no quería terminar, pero debía ir a mi trabajo.

++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++

-¡muy bien! Tomemos un descanso chicos –les dije a mis alumnos, los futuros guardias de la capital. Aun faltaban horas para llegar a casa y ver a Junsu, le pensaba todo el día, últimamente también pensaba en el pequeño. Junsu tenía razón en que el bebé necesita de nuestra protección. Ya no deseo que se enferme o incluso que llore, quisiera saber que siempre está feliz… con nosotros… con nosotros como sus padres. ¡Estoy muy loco! ¿Cómo puedo pensar así? Junsu… ¿Por qué siempre logras que cambie de opinión? Junsu… estaba pensando en él cuando giré mi mirada hacia un lado y le veo de pie con su rostro completamente rojo y bañado de lágrimas, corro hacia él ya con el corazón destrozado de verle así

-pero… amor ¿Qué pasó?

-se llevaron a Minho

-¡¿Qué?! –sus lagrimas caían más seguido y tomaba aire para poder seguirme hablando –yo… dejé por unos minutos que lo cuidara un chico del hospital y cuando volví no estaban… -él ahora gritaba un poco y mis ojos se entristecieron de verle así –¡me robaron a Minho!... chunnie… ¡mi bebé!… -él lloraba sobre mi hombro y tratando de calmar mis nervios y rabia pensaba que hacer

-te llevaré a casa y descansaras. Yo le diré a los guardias que conozco que lo busquen ¿sí?

-no me lleves a casa, yo puedo ir solo, ve por Minho… mi pequeño ¿Dónde estará? –no iba a dejarle solo en este momento y con su corazón tan destrozado. No solté su mano durante el camino a casa y le dejé adentro sentado sobre los cojines y tomando infusiones para que se calmara. La señora Han cuidaría de él mientras iba por el guardia más importante que precisamente era mi amigo.

++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++

-¿comió? –le pregunté a la Señora Han

-no –me dice con la mirada triste –va a enfermar si sigue sin comer –le arrebaté la taza de ramen y la llevé conmigo a la habitación donde mi esposo tenias tres días sin comer lo suficiente y cuyo rostro estaba ojeroso, sus ojos hinchados y se veía muy débil

-abre la boca –intenté alimentarlo

-lo siento chunnie –me dice llorando –no quiero que sufras por mí, lo siento

-entonces come para que no me duela el corazón de verte así –él come un poco

-ya… pensaré que él no regresará –me decía aun con tristeza en sus ojos –por favor deshazte de esto –él me entrega la cadena que le habíamos comprado en el viaje días atrás

-necesito que te recuperes ¿de acuerdo? –Él asentía –recuerdas que te dije que sin ti prefería no existir… no actúes más como si estuvieses muerto ¡por favor!   

-lo siento… lo siento –traté de ser muy fuerte frente a él y me mostraba sereno. Salí de la habitación y de mis ojos salieron dos lagrimas de dolor por verle en ese estado. No soporto más ver en lo que se ha convertido.

Caminaba en dirección de la casa de mi amigo el guardia, para saber que conocía sobre el pequeño. Escucho mi nombre y me detuve para saber quien me llamaba

-soy Yong Hwa ¿me recuerda? –Asentí serio -¿Cómo está Junsu?

-él se hará la idea de que Minho ya no está con nosotros –todos sus compañeros del hospital conocían la historia

-¿podría ir a verlo?

-la verdad no quiero, no debe ser conveniente. Lo siento –iba a irme cuando él me detiene

-yo deseo que se recupere… ¡espera! ¡Ese!... –Yong Hwa señala a alguien -¡es con quien Junsu dejó a Minho! –él joven que me mostró estaba caminando al lado de una giseng y se notaba que estaba un poco tomado

-¿estás seguro? –él asiente y corro hacia él para tomarle del cuello del hanbok

-¿dónde está Minho? –le preguntaba con desespero y la giseng salió corriendo asustada de mi

-¿qui… qui…. Quien? –el joven tartamudea

-el bebé que Junsu te dejó cuidando

-ahh… Junsu

-¡¿Dónde está?! –le apretaba más por su cuello

-pues… no sé –no le creí una sola palabra  

-iré a denunciarlo y traeré guardias -dice Yong Hwa marchándose

-¿Qué hiciste con el niño? –apreté un poco más su cuello y le estaba ahogando

-lo… lo… regalé –tardé unos segundos en asimilar sus palabras y comienzo a golpearle en el rostro con toda mi fuerza, ver su sangre correr no me importaba en lo más mínimo

-¡¿a quién lo regalaste?! ¡Habla!

-no lo sé… no lo conozco… solo sé que dicen Tres E…

++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++

Ele.Ese.Eme… asi que por eso le dicen Tres E… ¡maldito traficante de niños! Mi amigo guardia me dio la información de donde podía encontrarlo pero debía ir escondido, este personaje al parecer es muy peligroso y nadie se atrevía a enfrentarlo. En este momento, lo único que me importa es la felicidad de mi esposo y eso se resume a traer ese niño de vuelta.

Ingresé a la casa en la que el bandido descansaba y dentro parecía un mercado donde se negocian esclavos. La mayoría de los niños estaban dentro de jaulas como si fuesen animales. Entré a la casa como un comprador de esclavos y miré cada pequeño con mucho pesar, quería liberarlos a todos pero debía retener mis ganas de matar a todos los adultos

-¿Cuál le ha gustado? –me dice el inhumano vendedor

-la verdad ninguno

-¿eh? –se suponía que estar adentro me obligaba a comprar mínimo uno o no me dejaban salir con vida del lugar –pero usted debe…

-quiero alguno que sea más presentable –le guiñé el ojo

-ahhh… de padres nobles –asentí y él me lleva a una habitación donde vi a Minho dormido sobre los brazos de una mujer gorda

-¡por fin ese dejó de llorar! –comenta el vendedor y quise ahorcarlo con mis propias manos

-quiero ese que carga la mujer

-aawww... él no puede ser

-¡¿Por qué?!

-es el más costoso, realmente es muy tierno y no, su destino no es de esclavo. Ya lo pidieron, una familia extranjera y lo quieren como su hijo –pero ¡él es mi hijo! Me decía en mi cabeza, me auto tranquilicé y aun así empuñé mis manos

-lo que paguen por él lo doblo

-¿hablas de verdad? –Asentí y él pide a la mujer que espere afuera –hablemos con el jefe –no tardó en aparecer el hombre que más detestaba en este momento. Le saludo de mano y nos sentamos

-así que doblas lo que me hayan ofrecido por ese bebé

-si

-¡atrápalo! –El vendedor se mostraba confuso –tiene que conocer al chico para pagar tanto, ¡puede ser un espía! –cuando el débil hombre quiso atar mis manos usé mis habilidades en artes marciales y le hice caer al suelo inconsciente de inmediato. Corrí hasta el idiota mayor y tapé su boca para luego ubicarme detrás de él

-debería matarte por haber tocado a mi hijo pero te dejaré vivir, así sufrirás más cuando te descubra la guardia real y el pueblo pida por tu cabeza –él intentaba pronunciar algo pero no se le entendía. Le giré la cabeza para que estuviera inconsciente por mucho tiempo y pude salir de la habitación viendo a la mujer con mi hijo en sus brazos y se lo arrebato diciendo que había hecho la negociación

-pero… -caminaba muy rápido con Minho dormido cargándolo boca arriba

-tu ¡espera! –me gritó uno de los hombres, parece que había descubierto todo y alcanzo a correr lo suficiente para pasar la entrada. Minho despertó y afortunadamente no decía nada y solo se dejaba llevar corriendo, abrazándome más fuerte. Él hombre utiliza un arco y siento una flecha que cruza por el costado derecho de mi estomago haciendo que caiga y escuchando el llanto del pequeño.

Muchas personas me rodean y reconozco la voz de mi amigo el guardia

-¡Yoochun, estás vivo!... por favor, espera un poco el médico… ¡Todos a atacar! –entendía poco con la perdida de mi sangre pero mi amigo utilizó mi entrada al lugar para atacar, esperó que saliera con vida y dio la orden de arrestar al jefe Tres E, ya no puedo aguantar más y mis ojos se cierran en contra de mi voluntad.    

++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++

Los médicos de la guardia me han curado y he despertado, habían pasado cuatro horas desde que traje conmigo a Minho y le escucho llamarme

-¡appa! ¡appa! –me senté sobre la frazada

-¡Minho! ¿Estás bien? –él asiente con su rostro regalándome una sonrisa y le abrazo por primera vez ofreciéndole toda mi protección de padre, le miré y supe que… ¿Jun… Junsu?... él no sabe nada de mí, me termino de vestir y me apresuro con mi hijo para llegar a casa. La señora Han al verme sale corriendo y carga al pequeño en sus brazos. Alegrándose de verlo

-¡le diré a Junsu!

-espere mi señor –el brazo de la señora Han me detiene –primero… hable con su esposo. Me quedaré con el niño aquí afuera –entré a casa y vi a Junsu dentro de nuestra habitación con todas nuestras cosas rotas, hanboks por todos lados y sentado con las piernas recogidas y su cabeza apoyada en las rodillas

-Jun…su –él levanta su cabeza y sus ojos no podían soportar tantas lagrimas que salían de su rostro, me arrodillé quedando a su altura y le miraba sin saber qué hacer, si abrazarlo o no decirle nada

-perdón –él me susurra y me ubico de manera que le cargo en mis brazos como si fuese un niño

-dime ¿Qué te pasó? –le hablo suave   

-pensé que me habías abandonado…

-¡¿Qué?!

-es que… primero perdí a Minho y pensé que te perdería también y me enojé porque no aparecías, y pensé en muchas cosas malas y…

-shhh!!! –Le pedí que se callara –hay algo bueno que quiero decirte –mi esposo se sentaba para escuchar mejor la noticia y toca mi costado derecho haciéndome gritar del dolor. Incluso sentí que la herida se abrió. Él no me dejó opción que mostrarle y se preocupó

-Minho apareció –le dije y él se queda congelado por unos segundos mientras asimila mis palabras –nuestro hijo, te está esperando afuera. Él quiere verte –sus ojos se aguaron y aun no daba un paso –Junsu ves a abrazar a Minho –con algo de incredulidad él se levanta y se va de la habitación.

Mi herida efectivamente se abrió y me dolía demasiado, pero aun así no podía perderme la sonrisa de mi esposo al cargar a nuestro hijo de nuevo. Por esa sonrisa podía arriesgar mi vida muchas veces. Me alejo para tratar de curarme y retiré las vendas que ya tenía. Junsu aparece y me pide que me quede quieto. Él hace la curación y me abraza

-gracias por amarme tanto –tomo su rostro en mis manos y uno mis labios a los suyos quedándome así por varios segundos

-¿quieres regresar con Jaejoong?

-sí, ¿podemos volver? –le sonreí y desde ya arreglaría todo para cambiarnos de ciudad.