Capitulo 11

Tiempo de Angustia

-tu… ¡¿Qué haces aquí?! –me reclamó Jaejoong

-vine por Junsu –caminé hasta acercarme a él y tomarlo de la mano para que saliéramos del lugar

-¡suéltalo! –me dice Lee Tuk, le conocía perfectamente, pero le ignoré y camine rápido con mi amado de la mano hasta que estuviéramos retirados de la casa. Incluso le guié para que nos adentráramos a un pequeño sendero entre arboles y llegamos a la orilla de un rio. La luna estaba lo suficiente llena de luz para ver nuestros rostros con claridad. Le senté sobre una piedra grande y tomé aire para hablar

-¡saliste a cenar con ese tipo! Incluso te propuso casamiento ¿eso te parece divertido? –él se quedó mirándome por unos segundos y luego se coloca de pie

-¡tú y yo no somos NADA! No puedes reclamarme lo que haga con mi vida, además tú… no me interesas

-¿y ese beso que me diste?

-fuiste tú quien me besó –me le acerco a medida que le hablo

-pues no me detuviste en ningún momento

-¡no más! –Él me grita -Vete de mi vida. Vete con esa mujer ¿para qué viniste por mí? Si no sabes amar a una sola persona no me interesas, prefiero estar con alguien como Lee Tuk que me amará solo a mí

-¿Victoria? –Él seguramente ha pensado cosas que no son –tuve que llevarla hasta su pueblo, de lo contrario ella seguiría perturbando la vida de Yunho y Jaejoong… no la conoces Junsu. Tenía que asegurarme que ellos no tendrán obstáculos de ahora en adelante. Solo… tú me gustas

-no creo en nada de lo que dices –hubo un corto silencio entre los dos. Él debía creer en mis palabras, no podría mentirle, no me atrevería –bien, tengo una propuesta que aceptar –él quiso irse pero le detengo haciéndole girar y le encierro entre mis brazos

-¡No le aceptaras! –le recordé. Me calmé y respire profundo, le miro a sus tiernos ojos -¿Qué es lo que crees? ¡Dímelo! –le pedí que fuera honesto

-déjame ir  

-contesta mi pregunta y te dejaré libre

-creo… -él me quiso contar -que te aburriste de ella y ahora… quieres divertirte conmigo –él me hablaba sin mirarme a los ojos y sus palabras me dolían, eso era el antiguo Yoochun, quien no conocía el amor

-cásate conmigo –le dije y solo así recibí la atención de su mirada

-¡¿Qué?!

-no jugaría con algo como eso, quiero verte todos los días de mi vida, quiero que me ames, que sonrías por mí. Te daré lo que me pidas, lo que necesites

-pero… -no quería escuchar nada triste de sus labios. Los sello con los míos y me quedo así unos minutos. Le pego mucho más a mi pecho ubicando sus manos en mi cuello. Quería que me abrazara también. Aunque forcejeo al principio, finalmente me dejó besarlo con suavidad, nuestras lenguas se conocieron por segunda vez y no podía negar su existencia. Esperé por alguien como él por mucho tiempo. Él hace que mi corazón se acelere de una forma que incluso me asusta

-Yoo…chun… -él quiere decirme algo pero yo aun no quiero soltar sus labios. Me concentro en atrapar su línea inferior para luego pasar a la línea de abajo. Él me enloquece con su forma de responderme

-Chun… por… favor –cierro el beso con mucha calma, con lentitud y me quedo sintiendo aun su respiración

-no puedes negarme que te gusto –le dije –no puedes… tu me amas

-no… es… cierto –si me dice lo que no quiero escuchar prefiero callarlo con mis besos de nuevo. Con mis manos atrapo su rostro dándole profundidad y transmito toda mi necesidad de él

-está bien… -él me mira -me gustas, ¡sí! Me gustas –él me confesó y yo sonreía de felicidad, iba a su boca de nuevo pero él gira su rostro a la izquierda

-¿Qué pasa?

-Jaejoong no te acepta conmigo

-¿Cuál es el problema? –no entendía su punto    

-no estaré contigo sí Jaejoong no está de acuerdo

-¡¿Qué?! –yo no creí haber escuchado bien, me separó de él y le miro a sus ojos con rostro de confusión, Junsu comprendió que necesitaba más explicación sobre su decisión

-yo… no tenía a donde ir… estaba prácticamente obligado a permanecer en la guerra y es gracias a Jaejoong que pude salir de ese lugar

-¡no fue por él! Fue por mí que los fui a buscar

-tú no querías traerme. ¿Lo olvidaste? –me hubiese arrepentido toda mi vida de no haberlo conocido bien. No pude refutar nada en ese instante pero debía responder algo

-no lo olvido y hubiera sido un grave error, pero ya estás acá, no tienes porque depender de lo que Jaejoong diga

-él quiere lo mejor para mí, y aunque piense que tu no lo eres… te pido que le hagas cambiar de opinión

-¡¿Qué?! –esto no es razonable, que cosas son las que él dice

-Junsu… -quise pedirle que no actuara así

-dijiste que harías lo que yo te pidiera –he perdido. Convenceré a Jaejoong solo porque quiero amar a Junsu libremente. Por esa noche fue suficiente para mí y le llevé al hospital para que descansara. Le ofrecí mi casa y mi habitación pero se negó y sus ojitos me hacen decirle que si a todo lo que necesite. Su tranquilidad es mi prioridad.

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Al día siguiente fui a llevarle desayuno a Junsu. No confío en que el hospital le de comida suficiente para que esté bien alimentado. Prefería asegurarme que él comiera bien

-buen día –le dije acercándome a su boca pero él me coloca su mejilla sonriendo de diversión por su gesto

-es tan temprano ¿Qué haces aquí?

-quiero que desayunes –su sonrisa era la perfección. Nos sentamos sobre el piso del hospital en un espacio que estaba solitario, enfermos no habían y casi nadie caminaba hacia allá. Le destapé las canastas y le entregue los palillos junto con un plato de comida. Le veía comer y le veía su rostro. Es hermoso. Me hace sonreír con solo verle.

-¿no comerás? ¿Por qué me miras así?

-te amo –quizás no fue el momento de decirle esas palabras porque casi se ahoga con el bocado que tenia. Me apresuré a ayudarle y él me miraba con seriedad

-¿de verdad? ¿Sientes eso por mí? –le sonreí y asentí. Tenía que decirlo. Él termina de comer y le pido que demos un paseo por el pueblo, nuestra primera caminata como amantes.

Íbamos tomados de la mano, se notaba nuestra felicidad e incluso le di un beso en la mejilla en un momento en que sus gestos sobrepasaron la ternura y no me pude contener de abrazarlo y hacerle saber a los demás que yo era su caballero. No me importaba los comentarios o miradas que nos juzgaban, yo me enamoré de la persona que hay en Junsu y él se ha convertido en una mitad de mi.

Sentí la mano de mi amado separarse de la mía y le iba a preguntar la razón de eso pero su mirada se fijaba en Jaejoong que venía acompañado de su esposo. Jaejoong claramente nos vio tomados de la mano y su disgusto se vio reflejado

-Junsu buen día –él se acerca –Yoochun buen día –su comentario fue por educación más que por querer saludar

-¿ustedes dos? –comenta mi primo concluyendo

-¡no Yunho! –contesta Jaejoong y no me pude contener

-¡sí! nosotros dos nos amamos –tomé de nuevo la mano de Junsu –él sólo me aceptará si tu lo permites. Yo lo amo y quiero que…

-¡NO! –Jaejoong levanta su tono de voz –Junsu no es para ti. Él ha sufrido mucho en la vida y no quiero que tenga más dolor, tú has sido un libertino y no creo que hayas cambiado de verdad, quizás piensas que es amor lo que sientes por él pero le dejaras una vez te aburras –Yunho trataba de calmar a Jaejoong porque sus palabras eran muy duras. Miré a Junsu y él tenía su cabeza agachada, odiaba esta situación.

-¡vamos para que te calmes! –le dice mi primo a su esposo y se fueron de nuestra vista. Con mi mano levanto el rostro de Junsu, sus ojitos estaban aguados y me partía el alma verlo así

-lo siento mucho –le dije –me esforzaré la próxima vez para que no estés triste. Te compraré algo para que olvides este momento. ¡Espera aquí! –fui corriendo a la tienda que vimos minutos antes en la que Junsu vio un libro que le gustó. Era algo costoso pero quiero darle lo que me pida. Recordé como era el libro y lo pagué. Al regresar donde Junsu esperaba por mí, no lo encontré

-¿Dónde estarás? –quizás habrá visto algo que llamara su atención. Caminé cerca del lugar pero no lo veía por ningún lado. Empecé a pensar en lo peor y me calmé, mi corazón se estaba angustiando y ya no lograba ver bien a las personas

-¡Junsu! –grité con la esperanza de que me respondiera y apareciera pero no ocurría nada de eso.

Jaejoong iba de regreso de su caminata y se me acercó

-Yoochun, lo que quise decir antes –yo le ignoraba, Junsu era mi prioridad -¿pasa algo?

-No encuentro a Junsu –le dije

-¡¿Qué?!

-¿Qué quieres decir? –habla mi primo

-le dije que me esperara aquí unos minutos y me dijo que sí, pero cuando regresé, él no estaba

-amor –comenta Jaejoong –busquemos a Junsu

Los tres nos dividimos y caminamos por todos lados en busca de él. Cada minuto que pasaba yo me desesperaba aun más. Se me ocurrió regresar a donde me encontraría con él y la agashi de la tienda del frente pudo haberlo visto

-agashi… recuerda un joven alto, delgado que esperaba aquí hace unas horas

-creo que sí, no lo sé

-él estaba aquí, justo frente a usted ¿no lo recuerda?

-yo creo que si lo recuerdo –pronuncia una mujer más joven trabajadora de la tienda –recuerdo que usted se fue y le dejó. Al poco tiempo un hombre se le acercó y le llevó de la mano en aquella dirección

-¿alguien se lo llevó?

-sí. Pero luego de ahí no conozco más detalles. Lo siento

-gra…cias –escuchar las palabras de esa mujer me asustó. Junsu había sido llevado por alguien pero... ¿Quién? Me reuní de nuevo con Jaejoong y Yunho para comentar lo que había encontrado

-a Junsu se lo han llevado, eso vio la mujer frente a la tienda en que le dejé –ni siquiera las palabras me podían salir con facilidad

-Yunho –habla Jaejoong –por favor, tú conoces personas  que nos pueden ayudar con la búsqueda

-haré lo posible, me voy

-¡por favor! –Le dije a mi primo antes de que partiera –él tiene que aparecer

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Han pasado dos días enteros y no he podido dormir, mi mente no deja de pensar en Junsu y en el lugar en el que pueda estar. Mi alma me duele, la sola idea de que esté mal, que no haya comido parte mi corazón y no sabía que podía hacer.  

-yo… seguiré buscándolo –dije antes de salir de casa de Jaejoong. Me sentía menos mal mientras preguntaba por él, esperarlo en casa no me hacia bien

-Yoochun por favor come un poco, no lo has hecho bien en estos dos días. Tu salud…

-luego comeré -Iba de salida cuando un joven corre hasta la puerta principal de la casa

-Yunho-shi, parece que alguien no muy conocido en el pueblo salió esta mañana hacia otra villa e iba con un joven muy parecido a las características que mencionaron

-¿hacia dónde iban? –pregunté

-por la ruta del norte –me subí a mi caballo siendo seguido por Jaejoong y Yunho. No muy lejos se podía percibir una caravana y todos iban para el norte, revisé cada persona pero entre ellos no estaba mi amado. Alguien me dijo que unas personas prefirieron alejarse del grupo y que debían ir mucho más adelante. Me apresuré para seguir y vi cuarto caballos. Le pedí mayor velocidad al animal que me transportaba y ¡le vi!

-¡Junsu! –grité y él giró su rostro para verme. Su boca estaba cubierta por una tela y eso fue suficiente para que despertara dentro de mí ese deseo protector para traerlo conmigo. Los tres hombres se detienen y se giran para quedar frente a mí creando un bloque para alcanzar a Junsu

-¿Qué haces aquí? –me pregunta un hombre que no alcancé a reconocer bajando del caballo. Le imité y me acerco

-me llevaré a Junsu –dije con seriedad y ese hombre sonríe

-¡tú me lo quitaste primero! vine por lo que es MIO -ya le recordé, es el mismo idiota líder del escuadrón de guerra en el que estaba Jaejoong. Con mayor rapidez mi molestia hacia ese hombre creció

-él no es tuyo. Su mente y corazón están con otra persona

-¡eso no es cierto! –Yunho y Jaejoong llegaron y Seungri reía

-¡que gracioso! –Él mencionó -los que me trajeron hasta aquí vinieron para llevarse a Junsu también  

-¿Qué dijiste? –preguntó Jaejoong

-te vi en la Villa del sur, te reconocí y supe que mi niño estaría contigo –que lo llamará su niño hizo que mi sangre se calentara -¿lo ves? –Ahora él me mira –el destino hizo que lo encontrara. Él tiene que estar conmigo –no pude contener un minuto más mi ira y le golpeo pero con poca fuerza, los días sin comer el cuerpo me los estaba cobrando. Él logra sobar su rostro pero me regresa la misma acción y caigo fácilmente escuchando su risa. Yunho se me acerca y me ayuda a levantar

-Seungri ¡por favor! Junsu no quiere estar contigo –pedía Jaejoong. Mi amado no podía opinar nada, solo sus ojitos mostraban su dolor de verme en la escena. Yunho se contenía al igual que yo para golpearlo, pero por su condición de ser ministro le estaba prohibido participar en algún altercado usando su fuerza

-Yo puedo –le dije a mi primo y tomé un poco más de fuerza para golpearle de nuevo, mis habilidades son realmente buenas y en medio de mi debilidad le hice caer a Seung. Los otros dos hombres se me acercaron y les golpeé pero no fue sencillo, uno de ellos me atrapa mientras él otro me daba toques en mi estomago. Alcancé a ver que Jaejoong le dijo algo al oído de Yunho y él comenzó a ayudarme. Les dejó a los hombres inconscientes y su último objetivo fue Seungri.

-ve por Junsu –le dije a Jaejoong viendo a los otros hombres en el suelo

-¡lo lamentaras! –le dice Yunho frente al líder, pero este fue más rápido y saca de su costado derecho un arma y le apunta a mi primo. Reaccioné rápido y le di mi espalda protegiendo a mi familiar, el sonido fuerte hizo que Jaejoong gritará y caí sobre Yunho

-¡noo! ¡Yoochun! ¡Yoochun! –él dolor que sentía era comparado con una quemadura de fuego. Solloce un poco y sentí un mareo con el que cerré mis ojos.