Capitulo 10

A Junsu No

-¡Vamos! –Yunho no soltaba mi mano para nada, aun no habíamos hablado bien y tampoco queríamos hacerlo hasta que estuviésemos en un lugar mucho más privado para nosotros. Cada uno utilizo un caballo, incluso cuando estábamos más cerca de la cabaña que quedaba a las afueras nuestros animales caminaban juntos y nuestras manos se unieron. Solo nos sonreíamos y suspirábamos

-¡es aquí! –mi esposo me señala la casa de madera y se baja primero para luego ayudarme a mí, me encantaba que me tratara con esa delicadeza  

-báñate conmigo –le dije. Un viaje del que acaba de llegar y sin mucho descanso exigía a mi cuerpo un baño. Fuimos directo a la habitación acondicionada para limpiarnos y antes de entrar a la cubeta Yunho me abraza por detrás y me hace girar para besarme mejor, en medio de esa sensación él me desnudaba. Él quería hacerlo para mí. Le sonreía y volvía a esos labios que tanto extrañaba. Mi pantalón ancho finalmente cae dejándome desnudo y me meto en la cubeta. Yunho me acompaña y nos abrazábamos dándonos besos al mismo tiempo. Me detuve porque la excitación no podría ser controlada y salgo de la cubeta. Mi esposo me seca con unas telas que estaban sobre una mesa y de allí pasamos a la frazada donde él se ubica encima de mí

     

-¿Por qué lo hiciste Jaejoong? –era nuestro momento de hablar

-porque me sentí culpable. Todo te salía mal y pensé que si me alejaba de ti… ibas a estar mejor

-eres mi vida… ¿no lo sabes? –sus manos tocaban las mías jugando con ellas a entrelazarlas –quería morir cuando te fuiste –una lagrima salió de mis ojos, le había causado mucho dolor y era lo que menos esperaba hacer, él la seca para seguir uniendo nuestras manos –fui a buscarte y lo hice por varios días pero nadie me daba razones tuyas, decidí volver y me embriagaba todas las noches…

-lo siento mucho, de verdad –sus labios rozan mi mano y su mirada no dejaba de seguirme. Me sentí muy atraído hacia él y me le acerco para besarlo pero fue más corto de lo que esperaba

-prométeme que no te iras de nuevo

-lo prometo –le dije sin pensarlo, otra experiencia como la guerra, estar alejado de su protección. Era algo que no quería revivir, eso estaba claro para mi

-te amo Jaejoong –sus besos en mi cuello iniciaron y así su sensual tortura para despertar mi deseo. Se termina de ubicar bien sobre mí cargando mis piernas sobre las suyas para que pudiésemos estar lo más unido posible. En los besos se trasmitía la entrega de cada uno en ese momento. Ambos solo teníamos el pantalón y él rápidamente retira el mío. Yo le ayudo a retirar el suyo y así desnudos nos acercábamos de nuevo.

Sus movimientos sobre mi me encendían y me llenaban de pasión. Tenía ganas de no soltarlo nunca, le besaba con mi lengua tocando cada parte de su boca, de vez en cuando la mordía con delicadeza y él hacia igual conmigo

-te amo Yunho –su boca recorre mi pecho deteniéndose en mis tetillas haciéndome gemir en voz baja, mientras iba incendiándome, me sentía un poco duro hasta que llegó a mi sexualidad y atrapándola con sus manos la succionaba con lentitud

-oohhhh… Yunho –él aumenta su ritmo y me enloquecía, tocaba su cabello y me excitaba aun más. Necesitaba que él volviera a mis labios y lo hizo. Él sabe cómo hacerme el amor hasta el punto de regalarle mi cuerpo para que haga lo que su deseo le pida.

La excitación de Yunho la sentía unirse a la mía, su miembro estaba completamente erguido y pidiendo entrar en mi cuerpo

-te… nece… sito –pronuncia mi esposo entre besos y le digo que entre cuando quiera. Hace su primera introducción y grité. Sentí dolor. Habían pasado meses sin que sus manos me tocaran y él se percató

-lo siento –su boca volvió a besar toda mi sexualidad preparándome para él

-Yunn...ho… hazlo ya –estaba de nuevo demasiado excitado y listo para él, sus entradas eran lentas en un principio y luego se movía más y  más rápido. Tocó mi punto de mayor placer y gritaba su nombre, nos veíamos a la cara y yo le pedía que me besara mientras me hacia suyo

-uooohh… eres mio… mmm… uuhhh –los golpes que se escuchaban cada vez que él entraba y salía de mí me hacían sentir mayor gozo. No quería que se detuviera pero él quería otra posición. Me gira con mucho cuidado ubicándome sobre su pecho y de nuevo ingresa en mí. Él se sienta y en nuestra posición nuestras bocas quedaban a pocos centímetros para que nos besáramos compartiendo nuestra lengua y saliva. Sus manos me sostenían con fuerza ayudándome a subir y bajar de él. Mi miembro se rozaba con su pecho y me separo un poco para masajearlo

-…voy a… mmm

-muévete Jaejoong –él también estaba cerca, sus manos abrían mis nalgas para entrar más en mí y a los pocos segundos le sentí con su liquido bañarme por dentro. Él me ayuda y me masajea viendo segundos después mi esencia sobre su mano para luego besarme, ya no con la misma intensidad y deseo pero con mucho cariño. Nos dejamos caer sobre la frazada recuperando el aliento y Yunho toma mi mano para no estar separado de mí

-eres… mi todo Jaejoong… te amo –con la poca fuerza que había recuperado me le subo a medio pecho y le abrazo apoyando mi cabeza en su hombro

-seamos felices siempre Yunho. Digamos lo que pensemos y seamos honestos –sentí un beso en la frente y agradecí volver a vivir eso con él. Mi felicidad ahora estaba completa.

Habíamos estado en la cabaña tres días, en los que hablamos y nos contamos todo lo que nos había pasado. Nos amamos muchas veces, e incluso peleamos en una ocasión cuando le reclame porque iba a casarse de nuevo pero el sexo fue la solución a nuestro disgusto. De ahora en adelante nada nos iba a separar

-¿crees que ya debemos regresar? –me pregunta Yunho abrazándome por detrás mientras preparaba un té

-si –le dije y horas después regresamos a casa de su madre en los caballos.

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-hola –dije a unos hombres que encontré reunidos

-¿está enfermo? –me habla uno de ellos dudoso porque mi aspecto lucía bien

-no. ¿Kim Junsu?

-ahh!!!... el nuevo –contesta otro –siga a esa habitación él está ahí

-gracias

Caminé y deslice la puerta encontrando a mi amigo leyendo un libro, le habían dado ropa de médicos y se veía muy bien con los colores azul y blanco

-¡Jaejoong! ¡Eres tú!  

-¿pensaste que te olvidaría? –le dije y me le acerqué para darle un abrazo fuerte

-han pasado tres días y no sabía nada de ti

-lo siento, he estado con Yunho… en una cabaña –sonreía de vergüenza pero él lo comprendía todo

-debes ser feliz ahora

-sí, lo soy. Junsu he venido para traerte conmigo esta noche. Harán un banquete por nosotros y quiero que estés presente, además Yunho quiere conocerte. Le conté todo sobre nosotros.

-es una buena noticia. Claro que iré

-bien. Esperaré que cambies tus ropas para irnos –mi amigo tarda un momento en irse y me miraba queriendo decir algo

-Jaejoong… sabes si… bueno…

-¿Qué me quieres preguntar?  

-¿Yoochun estará?

-¡eso que tiene que ver!, no me gusta tu pregunta Junsu. Te dije que no pensaras en él. No lo he visto desde hace tres días y no sé si esté con nosotros –mi amigo asiente y se va a otra habitación. Sale a los pocos minutos con su hanbok normal. Creo que fui muy duro con él pero el primo de Yunho no es de fiar, entiendo que se sintió mal por el daño que nos hizo y por eso me fue a buscar pero eso no borra que sus intenciones de vivir la vida engañando a los demás hayan cambiado. En cuanto llegamos a casa le detengo antes de entrar

-Junsu. Lo siento. He sido muy duro con mis palabras pero quiero protegerte, yo no confío en él. Siempre fue un jugador en el amor, aun estás a tiempo de no enamorarte de él

-está bien –me sonríe pero tengo la sensación que él está muy enamorado. No le veo alegría completa en sus ojos.

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-Junsu –me le acerqué a mi amigo dándole un poco de agua fermentada pero me la rechaza. Dice que le emborracharía pronto y no quería arruinar mi banquete –deja de buscarlo que no llegará –era muy obvio que viera cada invitado que llegaba

-¿ehh? –él negaba con su rostro pero ya había aprendido a conocerlo

-ya pregunté. Parece que se ha ido con Victoria de viaje

-¿con…?

-te lo dije Junsu, él no sabe amar. Solo sabe divertirse

-yo… ya comprendí tus palabras, no tienes que decir más –sabía que él estaba un poco molesto pero de verdad no lo quería junto a Yoochun. Él no se merece tener a Junsu a su lado.

-quizás si tu… -me percaté que un caballero no dejaba de observar a mi amigo y sonreía ante la nueva idea que desarrollaba mi cabeza. Junsu me quita de las manos la taza con agua fermentada y se la toma toda. Ignoré su actuación y me fui en busca de ese joven de edad un poco mayor a mi amigo

-Kim Jaejoong –le dije mi nombre para presentarme

-Lee Tuk –él responde -tu amigo… -veo que hablamos de lo mismo, eso me gustó. Fue directo al punto

-primero dime ¿qué haces? –no cualquiera está destinado para Junsu y debía seleccionar bien

-soy mercader de telas, todas tus invitadas llevan algo de mi tienda –me guiña el ojo

-¿estás soltero? –él sonreía pero seguía mi juego

-sí –él miraba a mi amigo -pero ya quiero alguien para casarme como Junsu

-¡¿cómo sabes su nombre?!

-él curó a mi hermano pequeño, desde ese día me fascinó –si, él parece ser apropiado -¿me ayudaras con él? –me dice y me sorprendo de lo rápido que es, le miro dudoso y él me hace pucheros como si nos conociéramos de hace años. Me convenció

-¡sígueme! –le dije y busqué a mi amigo con mis ojos -¡Junsu! ¿Qué has…? –él estaba agarrado de una mesa. Parece que bebió demás y le costaba sostenerse de pie sin ayuda –hyaa!!! –le regañé pero él solo sonreía  

-tranquilo –me dice Lee Tuk, a él parecía gustarle la situación –yo le cuidaré y le llevaré a mi casa

-¡No! –me opuse a esa idea de inmediato

-¡está bien! Le llevaré al hospital -¿podría confiar en él?

-ehh… tampoco creo que deberías llevarlo, será mejor que… -el brazo de Yunho me hala a su lado

-me has dejado solo mucho tiempo ¡no más! –él me aleja de allí y le grité a Lee Tuk que no se llevara a mi amigo pero parece que no me escuchó. Fui obligado a darles mis respetos a los familiares de mi esposo quienes ahora aceptaban nuestro amor. Tardé en esa reunión más de dos horas y mi mente aunque respondía a las preguntas estaba pensando en Junsu y en ese hombre. No estaba tranquilo. En cuanto se acabó la reunión iba a salir corriendo en busca de él pero el brazo de Yunho bloquea mi camino

-¿A dónde crees que vas?

-pero… mi amigo… es que…

-nada. Te quedas conmigo y punto. Vamos a dormir que mañana nos iremos de viaje

-¡¿Qué?! Pero… ¿A dónde?

-vamos a mudarnos de este pueblo

-ohh… ¡genial! Pero debo ir a despedirme de…

-¡te quedas conmigo! -nada puedo hacer Junsu… espero que estés muy bien.

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Nuestro viaje tomó dos días hasta que finalmente encontramos el lugar que sería nuestra casa. Lo había escogido yo, no fue muy difícil convencerle sobre lo que quería aunque eso me exigiera una entrega de amor. Cada día mejoraban nuestros encuentros y sentíamos que la vida finalmente nos sonreía.

De regreso al pueblo, en lo primero que pensé fue en mi amigo. Desde que le dejé borracho con Lee Tuk no supe más de él y pensé en muchas cosas que pudieron pasar. Pude escapar de los brazos de Yunho y me dirigí casi que corriendo al hospital

-¡Junsu! –le vi revisando algunos tazones. En cuanto me vio, supe lo que era odio en sus ojos –Jun…su ¿Qué pasó?

-¡¿crees que si te veo borracho te dejaré en manos de algún extraño?!

-pero… ¿Qué pasó?

-¡pensé que querías protegerme! Eso es lo que me dices todo el tiempo

-¿él… te violó? –le pregunté sin temor para entender su enojo

-¡NO!

-¡¿entonces?! -¿Qué más grave que eso?

-él está obsesionado conmigo, ¡me está volviendo loco! a cada momento me envía cosas y me…

-Señor Kim –ambos giramos a ver al joven que se acercó a nosotros –le envían esto para su salud. Por favor acéptelo –yo recibí la bolsa de tela por mi amigo y la abrí. Pude distinguir comida de excelente calidad

-¿estos son sus regalos? –le pregunté mirando a mi amigo y le di orden al joven que podía retirarse

-él no me gusta Jaejoong… hay al…

-lalalala –coloque mis dedos índices en mis orejas y no quise escuchar el resto de su frase -¡olvídalo! Ha pasado cerca de una semana… no perderé mi tiempo en esto. Te propongo algo

-no quiero

-Señor Kim –esta vez quien nos interrumpe es un niño –esto lo envían para usted, están esperando por la respuesta –él pequeño le extiende un sobre a mi amigo y él lo lee y niega con su cabeza

-no sé que harás pero no quiero recibir más detalles de su parte

-escucha mi propuesta –él no estaba muy cómodo pero debía intentarlo -acepta su invitación a cenar, luego de esta noche si de verdad no te gustó yo le diré que se aleje de ti –sé que lo está pensando. Espero que acepte, cruzaba mis dedos

-está bien, iré, pero no solo

-¿Qué?... bueno… Yunho y yo iremos también –él suspira y me pide que regrese a casa. Él prefería ocupar su cabeza en algo más y le respeté su decisión.

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A Yunho le agradó la idea de ir a cenar los cuatro en uno de los mejores restaurantes de la villa. Él conocía a Lee Tuk de años atrás y ambos se admiraban mucho. Eso era lo que necesitaba, buenos comentarios y referencias sobre el pretendiente de Junsu.

Llegamos a tiempo al lugar y Junsu fue el último en llegar. Se excusó del caballo lento que le prestaron ya que se había negado a llegar junto a Lee Tuk. Nos sentamos sobre cómodos cojines, cada parejas de frente y ordenamos deliciosa comida. Compartía algunas conversaciones de solo mirada con mi amigo, le pedía que fuese más amable y él mejoro un poco su actitud.

-me agrada saber que buenas personas son los amigos de Junsu –comentó el pretendiente –a mi me encantaría también ser un amigo más –él le miraba y Junsu al menos ya sonreía con pereza pero lo hacía

-Junsu es un poco tímido –mencioné –debes darle tiempo

-él sabe que puedo esperarlo el tiempo que necesite –él de nuevo sonreía pero esta vez forzado.

La cena fue servida en la mesa y cada uno toma unos palillos en sus manos para disfrutar de los alimentos. La velada se desarrollo en silencio hasta que retiraron los tazones y tomábamos un poco de agua fermentada para cortar el sabor de la comida. Aunque creo que fue el momento de Lee Tuk de tomar un poco más de valor

-no quisiera pasar por alto esta ocasión –habla el pretendiente –creo que es una buena oportunidad que tus amigos –él miraba a Junsu –estén presentes esta noche… -¡omo! ¡Le va a decir! –Junsu me gustas mucho –mi mejor amigo abre sus ojos como plato –me gustas, lo suficiente para pedirte que te cases conmigo –ahora Junsu abría su boca de sorpresa

-¿Qué dijiste? –Junsu no lo creía

-me gustaría que te cases conmigo… yo sé que es muy rápido pero te daré el tiempo que quieras –todos estábamos en silencio –dime… ¿me aceptarás?  

-ehh…?! Yo… ehh… -él sonreía sin poder seguir adelante y quería ayudarle a decir que si –creo que…

-él NO te aceptará -¡¿Qué?! ¿Quién… quien le pidió que hablara? ¿Cómo es que supo que estamos aquí? ¡Esto no es cierto! ¿Tenías que aparecer aquí y ahora?... Estúpido Yoochun.