Capitulo 13

Capitulo 13: Vida De Parejas

*.*.*-YUNHO-*.*.*

-no puede ser –dice Jaejoong ubicando su cabeza en mi hombro –no quiero esperar mucho –le tomé de la mano y permanecimos sentados por unos minutos en esa posición. Mi celular comienza a sonar y era el vicepresidente de la compañía, él estaría a cargo ahora que tomaría unos días de vacaciones. Le contesté y por el tono de voz comprendí que se trataba de algo serio. Me alejé de Jaejoong quien me siguió todo el tiempo con la mirada

Habían cancelado el último contrato firmado con dos de nuestros principales proveedores, mi compañero estaba desesperado sin saber qué hacer y le pedí que se calmara, era una situación delicada y debíamos solucionarlo cuanto antes. Le di tranquilidad con mis palabras y supe que debía regresar a la empresa. Miré a mi esposo y él parecía intuir lo que diría. Su rostro serio así lo expresaba

-no puedo viajar, debemos regresar  

-pero es nuestro momento –él me responde de inmediato –Yunho… quiero estar contigo de descanso

-Jaejoong, las cosas en la empresa no están muy bien. Debo regresar para el bien de todos

-como tu digas –Mi esposo se levanta de la silla para dirigirse a la salida. Estuvimos a tiempo de recuperar nuestro equipaje. Fuimos por un taxi y alrededor de una hora después entrabamos por la puerta principal de la mansión. El enojo de Jaejoong era muy claro pero me encargaría luego de él, por lo pronto fui de inmediato a la oficina para hablar con los socios y negociar nuevos puntos para que la empresa siguiera exitosa.

Estuve todo el día en la oficina, no me fijé que ya eran las diez de la noche y a esta hora es que me acostaré al lado de Jaejoong. Él me daba su espalda y le abrace. Le sentí despierto y le prometí la luna de miel para más adelante. Él se gira para abrazarme y le devolví la protección

-lo siento por no comprender –él susurró y nos dormimos así.

TRES AÑOS DESPUES…  

-¡Minho! ¡Ven a estudiar! –Jaejoong le llamaba por toda la casa, sabía que él estaría escondido en algún lugar. Karam y yo nos reíamos porque esa historia se repetía casi todos los días. En cuanto el menor de la familia fue descubierto dentro de un mueble de la cocina Jaejoong le haló por las orejas y mi pequeño me llamaba para que lo rescatara   

-¡appa! –me acerqué para sentarle en la silla de estudiar y me quedé a su lado. Le convencí de hacer la tarea y entonces se convertía en el niño más obediente. Me encargue de explicarle las vocales mientras Jaejoong acostaba a Karam quien ya tenía sueño

Jaejoong regresa al estudio para vernos con una sonrisa en su rostro. A él le fascinaba verme ayudando al más pequeño con las tareas

-amor, mañana es la graduación de Minho –él comenta –ya pasará a primer grado –mi esposo estaba emocionado –se verá tan lindo con la toga y el birrete tan pequeño

-ahí estaré –le dije y mi hijo termina la tarea

-vamos a dormir –pronuncié cargándolo en mis brazos jugando con él. Lo llevaba como si él volara y su risa me encantaba oírla. Le ayudé para que durmiera en su cama. Le di un beso en la frente y cerré su puerta para ir a mi habitacion con Jaejoong.   

Mi esposo estaba sobre la cama apoyado en sus codos. Desde que entré a la habitacion él me seguía con la mirada, detallándome de arriba hacia abajo. Yo sonreía de nervios, no lo podía creer que a estas alturas de nuestro matrimonio él me intimide cuando me mira así. Quise mostrarme más fuerte y pretendía colocar mi pijama, me desabroché la camisa con lentitud mostrándole mi espalda y le escuché sonreír. Me giré y su mirada ya era llena de perversión, él se arrodilla en la cama extendiendo su mano hacia mí

-Yunho ven –le obedecí y me acerqué para darle un beso húmedo que le dejó sin aliento. Sin esperarlo me hala por el cuello haciendo que caiga sobre él en la cama para seguir compartiendo el sabor de los labios de cada uno. Con los años el deseo había aumentado, cada vez eran más placenteros nuestros encuentros. Nos entendíamos a la perfección, nos conocíamos la forma de excitarnos hasta la locura, como por ejemplo los besos en el cuello.

Cuando mis labios rozan incluso con los dientes el cuello de Jaejoong él solo desearía que entrara de inmediato en su cuerpo, le estaba torturando y su respiración agitada era mi confirmación de que pronto me necesitaría. Le daba chupones y él se doblegaba ante mis brazos. Con sus manos desesperadas quería retirar mi pantalón y le ayude quedando en bóxers pero no era suficiente para él. Me quería desnudo, caliente, erecto, con necesidad de su cuerpo como él del mío.

Rápidamente Jaejoong busca mi hombría semidura para endurecerla con su lengua como solo él lo sabe hacer. Rodear muchas veces la punta y luego meterlo completo dejándolo unos segundos dentro de su boca haciéndome gemir. Le retiré de mí antes de venirme porque con unos minutos más creo que le bañaría de mi esencia.  

Le cargue y le ubiqué para que estuviera boca arriba. Abrí sus piernas para que yo pudiera tener acceso a esa presión que necesitaba mi pene. A esa cavidad caliente que pedia a gritos para estallar de placer. Entré con suavidad para acostumbrarle hasta que mi esposo me lo pidió con mayor fuerza        

-Ooohh…. Oohhhuu… justo así… ooohhh Yuuunhhooo –la cabeza de Jaejoong se echaba para atrás tratando de contener tanto gozo y al mismo tiempo soportando mis embestidas. Reconocía que era brusco pero así calmaba mi deseo con ese instinto sexual de querer conectarme con el interior de su piel.

De esta forma Jaejoong es mío, es parte de mí, es mi complemento, mi otra mitad. A quien amo, me quedé dentro de él para besarlo mojando el alrededor de su boca. Me quedé absorbiendo su respiración a escasos centímetros de separación

-te aamooo –le susurré comenzando a moverme de nuevo buscando rapidez para llegar al orgasmo. Jaejoong se toca manchando su propio abdomen de su semen. Yo le di unas entradas más y le dejé mi esencia dentro de su cuerpo

-uuff… ufff… -Jaejoong se aferraba al poco aire que respiraba para calmar su agitado corazón, sin separarse de mi cuerpo. Abrazado a él logramos estabilizar la respiración y me levanté para darme una ducha

*.*.*-JUNSU-*.*.*

Esperaba por Yoochun en casa mientras él llegaba de su trabajo. Me dejé caer sobre el cómodo sofá y de la mesa del teléfono tomo nuestra foto de la boda enmarcada con borde gris. Recuerdo que fue una celebración pequeña, eran unos cuarenta invitados a los jardines del salón de un hotel, quería una adaptación natural y realmente fue un lugar acogedor y romántico.

Han pasado tres hermosos años viviendo juntos, dándonos apoyo y mucho amor. Con mi dedo índice tocaba el rostro de Yoochun, mi esposo. Nunca imaginé que haber sido el amante de un viejo millonario me permitiría conocer el amor de mi vida, la persona que quiero besar toda la vida. Escuché la puerta abrirse y fui hacia él para darle un abrazo

-¿quieres salir a comer? –él me pregunta y le dije que era buena idea. Me cambié la ropa y salimos.

       

Yoochun y yo almorzamos en un centro comercial, esa tarde se convirtió en una cita. Habíamos visto una película con palomitas de maíz y jugado en la sección de entretenimiento con las maquinas de autos y motos. Caminábamos siempre de la mano para no separarnos y también para sentirnos dueño del otro

-¡entremos aquí! –dice mi esposo metiéndome en una tienda para bebes

-¿Qué haces?

-busquemos un enterizo blanco –él buscaba la sección de recién nacidos

-pero chunnie… yo no estoy embarazado –le dije

-pronto lo estarás… lo hemos hecho muuchass veces y esta noche intentaremos de nuevo y…

-¡ssshhh! –Le di un suave golpe en la frente –no hables fuerte

-escoge el enterizo que te guste –me lo dijo para que dejáramos de discutir tontamente. Finalmente llevamos dos camisetas pequeñas hermosas. Regresamos por el auto y en el camino Yoochun me entrega un papel

-¿Qué te parece? –Leí bien la hoja y en ella habían unos treinta nombres tanto de niño como de niña –puedes agregar los que te gusten pero mis favoritos están ahí

-amor… creo que estas anticipándote mucho con esto del bebé. Deberíamos esperar que los resultados salgan primero

-tienes razón pero… yo sé que si –suspiré y me quedé en silencio, no sabía que más opinar –lee los nombres y dime ¿Cuál te gusta?  

   

*.*.*-YUNHO-*.*.*

-buenos días Sr. Jung –me dice mi secretaria entrando a mi oficina con un rostro no muy alegre

-¿Qué pasa?

-la reunión con los proveedores… ha sido cancelada

-pero… ¡¿Por qué?! –yo tocaba mi cabeza con las manos. No esperaba esa noticia

-el Sr. Choi tiene un vuelo para hoy y el Sr. Yang me comentó que no estaba interesado en hablar con usted –me quedé pensando en qué hacer y lo único que se me ocurrió era presentarme frente a ellos sin ser anunciado para recuperar su confianza y la de la empresa con estos negocios  

-por favor investiga a qué horas es ese vuelo y en dónde podré encontrar al Sr. Yang –le ordené a la chica y ella asiente.

Daba vueltas de un lado hacia el otro nervioso, inquieto, esperando la información de mi secretaria e ideando las palabras para recuperar esos proveedores, analizaba las tarifas de acuerdo para bajarlas pero no me explicaba en qué habíamos fallado para que terminaran la relación comercial con nosotros

La chica joven entra a mi oficina con una libreta y un lápiz en su mano, le pedí que se sentara y le escuché

-el Sr. Choi viajará a Japón a las dos de la tarde y el Sr. Yang planea reunirse con la competencia, me ayudarán a saber el restaurante y en cuanto lo tenga se lo informaré Sr. Jung –asentí y busqué mis papeles para guardarlos en el portafolio e irme con mi auto hasta el aeropuerto. Quizás era mi desespero por llegar a la sala que sentía el tráfico lento. Por mucho que pitara el auto este no avanzaba  ni dos metros.

Después de una hora y media llegué al aeropuerto y busqué el vuelo hacia la ciudad que habían informado a mi eficiente secretaria. Corrí hacia la sala de abordaje y le encontré al Sr. Choi haciendo la fila para entrar

-disculpe –caminé en medio de las personas –¡Sr. Choi!  ¡Sr. Choi! –él hombre se gira

-¿Yunho? –fue una sorpresa para él

-hablemos un momento por favor –las personas de la fila comenzaron a quejarse y el proveedor mira su reloj asegurándose de que me podría dedicar unos minutos

-¿Qué es lo que quiere? –él pregunta un poco molesto

-no entiendo ¿Por qué quiere cancelar el contrato? Hemos trabajado por más de ocho años juntos y todo ha funcionado bien

-porque ustedes no están cumpliendo –él comenta –los pagos no los estamos viendo desde hace un año, siempre nos están atrasando los giros y ya no podemos asumir esos faltantes de dinero

-¡¿Qué dice?! Pero… yo siempre firmo los cheques a su nombre… lo que dice no tiene sentido –estaba completamente confundido con su respuesta

-entonces le recomiendo que revise el tema con su área financiera. Hemos sido engañados por más de cinco veces –estaba aun impresionado con esas palabras ¿Qué estaba pasando a mis espaldas?

-prometo solucionar este inconveniente, dígame que renovaremos el contrato –trataba de persuadirlo pero él no quiso responderme de inmediato

-tomaré un vuelo, déjeme pensarlo –él hace una venia –me voy primero –llame a mi secretaria para que me averiguara esos pagos y ella aprovechó para darme el nombre del restaurante, no iba a perder este proveedor, antes debía luchar por conservarlo y eso haría

Conduje a alta velocidad para llegar a tiempo a la entrada del restaurante. Seguí al gerente de esa empresa. Mi competencia le esperaba y sin que ellos lo imaginaran me aparecí y me senté en la misma mesa

-Sr. Jung –me dice el socio sorprendiéndose de verme allí

-por favor hablemos  

-es usted un mal educado –dice molesto el gerente de la otra empresa –respete esta reunión

-por favor Sr. Yang

-escuché, es de muy mal gusto que esté aquí –el socio me decía –venga mañana a mi oficina y hablaremos

-¡gracias! –le di la mano y me despedí con al menos una buena noticia, que aceptara verme me iba a dar la oportunidad de convencerle. Ya era muy tarde y era momento de regresar a casa.

Al abrir la puerta principal, encuentro a Jaejoong sentado en el sofá claramente en espera de mí

-lo olvidaste ¿cierto? –él me habla caminando acercándose a mí. Al verle con su cabello más rubio y ropa elegante recordé todo -¿Sabes cuantas veces Minho me pregunto por su appa? ¡¿Cómo pudiste faltarle a tu hijo?!

-¡no quise hacerlo! –Levanté mi tono de voz –tuve un día difícil, no imaginas que tanto… lo siento

-sé que tienes un momento difícil pero ¡somos tu familia! Y deberíamos ser tu prioridad

-pero claro que son mi prioridad, ¿Por qué crees que trabajo tanto? Para darles a ustedes lo mejor

-a veces lo mejor es tu presencia, no el dinero

-Jaejoong no seas injusto, sin el dinero ¿Cómo te llevaré a donde quieres ir de luna de miel? ¿Cómo podré comprar los juguetes de los chicos? ¿Cómo estaremos tranquilos? 

-solo te pedí que estuvieras con nosotros y debiste estar ahí aunque tuvieras muchos problemas –no quería seguir discutiendo, no terminaríamos nunca esta diferencia –al igual que con nuestra luna de miel, más que el lugar me importaba estar contigo lejos de los demás

-Jaejoong –él simplemente me mira y se va. Le dejaría tener la última palabra realmente estaba muy cansado del día que viví. Tomé agua para estar más calmado y me dirijo a la habitacion.

Mi esposo ya estaba acostado sobre la cama dándome la espalda y cubierto hasta el cuello. Traté de acercarme, haciendo lo de siempre para arreglar las cosas pero él definitivamente no quiere que le toque

-amor lo siento –le susurré a su oído

-de nada vale esa disculpa –él cubre su rostro con la cobija

-estoy reconociendo que me equivoqué –Jaejoong se voltea para mirarme y sentarse en la cama

-¿Quieres que actúe como si nada hubiera pasado?

-sí, eso quiero –de nuevo intenté acercarme para darle un beso en la mejilla pero él me aleja –está bien –al mencionar esto me salí de la cama. Tomé la almohada y buscaba una cobija en nuestro closet

-¿Qué haces?

-dormiré en otro lugar para no molestarte…