Capitulo 8

Capitulo 8: ¿Qué fue lo que dijiste?

*.*.*-JAEJOONG-*.*.*

-Jaejoong… ¡Espera! –él me detiene para analizar mi mirada, aquella que debía decirle todo, que lo amo, que lo deseo, que me entrego a él por completo y que… pronto le daré un hijo, que cargaré en mi cuerpo la consecuencia de dejarnos llevar por el deseo que nació entre nosotros desde la primera vez que nos vimos.

-quiero otra noche Yunho –le dije con uniendo mi frente con la suya cerrando mis ojos sintiendo solo su aliento rozar el mío de lo cerca que estábamos. Mi corazón se emocionó cuando él retoma el beso profundo y me conduce hasta el sofá para acostarse sobre mí.

Su pesado cuerpo atrapando y aprisionando al mío era perfecto, era exactamente como anhelaba estar hace unas horas. Con mis manos voy abriendo esos botones para que pudiera tocar esa piel perfecta, suave y al mismo tiempo calida, firme haciendo notar el trabajo de gimnasio que seguramente haría. Él luego baja sus pantalones para quedar en bóxer dejando ver su marcada hombría ya abultada y se sienta en el sofá para hacerme subir sobre sus piernas. Sus manos tocaban mi trasero a su antojo mientras yo seguía uniendo nuestras salivas en besos húmedos, caníbales y excitantes.

Mi cabeza es removida y sus besos se trasladaron a mi cuello y hombro mientras rozaba nuestras sexualidades para aumentar el calor que produce el sexo. Mi piel exigía estar libre de ropa y me levanto aun besando a Yunho en sus labios para quedar desnudo. Él se coloca de pie para apretarme a su pecho y me conduce caminando hasta la habitacion lanzándome a la cama.

Abrí mis piernas para que él jugara con mi entrada y sentía la punta de su pene pedir permiso, le besaba más para aumentar las ganas de que me penetrara. Luego de unos minutos no lo pude soportar más y se lo pedí sin ningún pudor

-¡¿lo quieres Jae?!

-si… si… si… Yunho –él se unió a mí hasta el fondo haciéndome arquear la espalda, me agarraba fuerte de sus brazos que me encerraban y poco a poco la molestia se fue para que llegara el placer, ese gozo que recorre cada parte del cuerpo haciéndome sentir deseado y amado. Con Yunho me enloquezco, me elevo olvidando todo a mi alrededor… él tiene toda mi atención. Sus movimientos fueron tan variables, en un momento lo hacía como loco y en otro con mucha lentitud, era una deliciosa tortura que amaba sentirla.

Le besaba con dificultad pero no quería alejarme de su boca abierta absorbiendo aire que le quitaba con esta actividad

-oohh… mmm… Yunho –mordía mis labios pero parece que él odiaba eso y se apresuraba a morderlos –te amo… te amo… -le dije, era una necesidad decírselo en ese momento tan real… me masajee para manchar nuestros abdómenes con mi semen y Yunho se viene dentro de mi cuerpo. No le solté luego de ese instante, admiraba su rostro, su belleza, él padre de mi segundo hijo era él y no podía creer tanta felicidad. Yo sonreía respondiendo a mis pensamientos y él se enoja tan tierno exigiendo saber el motivo de mi risa

-vamos a la ducha –él me hala para guiarme hasta el baño y lavar nuestros sudados cuerpos con agua tibia. Jugamos un rato y pronto salimos. Me coloqué una pijama y él regresa su ropa inicial. Le vi con un poco de desilusión y él me comprendió –ven a la cama –Yunho abre las cobijas para que ingrese y se acuesta a mi lado para abrazarme

-¿te quedarás un rato más? –él me dice que sí y me besa con unas ganas, como si no hubiese sido suficiente el encuentro anterior –Yunho… -debo decirle la verdad pero… aun no me siento capaz. Él definitivamente no esperará una noticia de esa

-¿es verdad que me amas? –él interrumpió mi pensamiento y yo le digo que sí, pero su silencio me empezaba a preocupar y asustar, él deja de abrazarme para sentarse en la cama y yo le imito  

-no podemos estar juntos ahora –esa frase comenzaba a herir mis sentimientos –Jaejoong… -él toma mis manos y las atrapa transmitiéndome fuerza –me gustas, lo sabes ¿verdad? Pero… debo resolver primero mi situación con Sukkie. No sé cuánto tiempo tomará pero lo que sí sé es que me encantaría estar contigo –yo asentí con una lagrima rodando por mi mejilla. Si me quería alejado ¿Cómo le diré que estoy esperando un bebe suyo? ¡¿Cómo?! –no… llores… mejor descansa –él se acuesta a mi lado para esperar que me duerma antes de irse de regreso a su mansión.       

Desperté a la mañana siguiente con un malestar en mi cuerpo, quería comer pero al mismo tiempo sentía que cualquier alimento que ingiriera me haría vomitar.

    *.*.*-YUNHO-*.*.*

Me hacía sentir mejor que Sukkie saliera de esa depresión. Él ya comía y recuperaba su color de piel sano. Él estaba observando una revista en el sofá en cuanto llegué de trabajar

-Hola amor –él me dice y mi madre quien cocinaba me observa con total desapruebo

-¿Podemos hablar?

-ya termine –agrega mi madre tapando la comida que preparó –hablen con calma, pero hablen ya –ella menciona no siendo amable y la mirada de Sukkie se anticipaba a la conversación

-¿Qué es lo que pasa? Yo… yo tengo todo preparado para la boda y…

-no me voy a casar contigo

-pensé que habías aclarado todo, que nosotros seguíamos y que… -él trataba de acercarse a mí para hacerme reaccionar, pero con delicadeza le separé de mi frente

-no es así –negué con mi rostro y él se trataba de calmar, la ira empezaba a adueñarse de él

-¡yo te perdono! No me importa, sé que con el tiempo te olvidaras de ese maldito y me amarás solo a mí

-¡no le llames así! Y solo me interesa estar con él, si me caso es solo con él ¡entiéndelo! 

-¡no lo acepto! –Sukkie toma una pecera de decoración de la mesa de centro de la sala y la lanza quebrándola en pedazos de todos los tamaños. Mi madre y mi padre aparecen en la escena pidiéndole a mi ex que se tranquilice

-Hoola –pronuncia Jaejoong quien acababa de llegar a la mansión para visitar a Karam

-¡te odio maldito! –Sukkie se dirige hacia él para darle un leve empujón y mi madre corre hacia Jaejoong para colocarlo detrás de ella -¡desaparece de esta casa! –al decir esto mi madre es golpeada cayendo al suelo

-¡madre! –nos apresuramos en auxiliarla y llamar a una ambulancia.

-¡ya me harté de ti Sukkie! –comenta mi padre –tu padre depende mucho de mis decisiones, si no quieres tener problemas con él entonces por tu bien vete de esta casa de inmediato, si no te aseguro que terminaré todos los negocios que tengo con él. Odio tener que llegar a este extremo

-pero Sr. Jung –la ambulancia llegó y subí al auto con ella. Mi padre también iba a mi lado y solo esperábamos que ella abriera los ojos cuanto antes  

*.*.*-JAEJOONG-*.*.*

-¿Qué esperas para irte? –le dije a Sukkie quien aun trataba de asimilar el desastre que había cometido    

-eso era lo que querías, viniste para quedarte con Yunho y arrebatármelo ¡maldito Jaejoong! ¡Nunca serás feliz con él, nunca!

-vete de esta casa que no eres más bienvenido ¡entiéndelo de una vez! –Me le acerqué para hablarle con más firmeza ­–puedes intentar quitarte la vida de nuevo y esta vez Yunho no te cuidará. Estás solo de ahora en adelante

-¡omma! –Karam aparece frente a mí con una sonrisa hermosa y tierna en su rostro sin saber lo que había pasado

-¡mi bebe! ¡Déjame cargarte! –le atraje a mi pecho y lo alejé de la sala para tener un espacio a solas con él. Fuimos al cuarto de estudio y me mostraba los dibujos que había hecho de la familia y le felicitaba. Me pareció escuchar la puerta principal cerrarse y observe por la ventana un taxi que esperaba por Sukkie. Todo empezaría a favor de nosotros. Yunho ya podría amarme libremente.

*.*.*-JUNSU-*.*.*

Revisaba nuestros eventos realizados el mes pasado para analizar las ofertas que haría y mejorar los precios de nuestros servicios, aun estaba en la oficina y todos los resultados estaban siendo positivos. Alguien toca a mi puerta y le permito seguir

-ya todos nos vamos –era la mesera principal de la cafetería, le dije que no había problema y le pedí que me despidiera de todos.

Pronto se hicieron las nueve y creí que era hora de cerrar, Salí de mi oficina y de nuevo veo al hombre caminando por la acera de la cafetería, con su ya tradicional sombrero y saco largo, esta vez él no iba a escapar, corrí y pude atrapar su saco y pararme frente a su camino bloqueándolo

-disculpe ¿Quien es…? –mis ojos reconocieron su cuello, esa particular manzana de Adán, símbolo de sensualidad y luego subí por sus labios recordando que los que sueño todos los días -¡Yoochun!

-me estas confundiendo –él dice y se mueve a lado derecho para continuar su camino pero le bloqueo de nuevo

-¿Crees que no te reconocería?

-no me llamo así –él logra evadirme y dar unos pasos pero le hablo en voz alta

-de acuerdo extraño, mi oficina esta libre ¿Quieres venir? –él se detuvo para regresar conmigo y tomarme del cuello de la camisa e incluso pegarme a la pared

-¡¿Qué rayos dijiste?!

-adoro tener sexo con extraños, quizás quieras venir a mi oficina y… -él extraño me toma de la mano e ingresa conmigo a la cafetería descubriendo con facilidad la puerta de mi oficina. Al cerrar la puerta él se quita el saco y su sombrero dejándome ver claramente al hombre que amo

-me explicas ya qué fue eso que dijiste –yo sonreía de verlo egoísta, exigiendo que mi cuerpo sea todo de él. Corrí hacia Yoochun para que me cargara, abrí mis piernas y él me sostiene del trasero besándome con deseo. Caminamos hasta mi escritorio donde él me sentó y aun con mis piernas abiertas atrapaba a Yoochun para tener ese contacto de pieles más cercano

-Chunnie… mi amor –no quería separarme de su boca pero quería observarlo bien, recordar su rostro

-dime que no has estado con nadie más ¡dímelo! –lo amo, amo que se vuelva loco por mi

-claro que no, esperaba por ti –Yoochun me quita el saco y luego abre los botones de mi camisa para ver mi pecho desnudo

-quiero hacerte el amor ahora –con estas palabras ambos nos despojamos de la ropa disfrutando de cada beso, cada toque de nuestras manos por la piel desnuda del otro erizándonos, tardamos casi una hora solo en besos y aumentando nuestras ganas de pasar a otro nivel. Me bajé del escritorio para que Yoochun se medio sentara y así yo pudiera meter su hombría semi dura en mi boca, hace mucho tiempo que no lo hacía, hace muchos días que mi mente añoraba estar así.

Lo masajeo primero escuchando sus jadeos y relajándose para ser casi que controlado por mí. Besé su vientre y todo su alrededor aumentando su dureza, quería que rogara por mi boca pero aun se contenía de hacerlo. Jugaba con su pene simulando que lo iba a probar y él se reía

-Maldición Junsu, me torturas –no dejaba de mirar a su rostro cuando esta vez sí besé la punta hinchada de su hombría que ya tenía liquido pre seminal. Me necesitaba con rapidez y comienzo a moverme sin dejar de ver esa cara de placer que me enloquecía y me hacia lamerlo con más ganas –Juun…ssuuu… ohhh… mmm –él me impone su ritmo sosteniendo mi cabeza y yo solo lo complacía –ohh siii… Junsu te quiero a ti –me levanté para recibir sus mojados besos y dándole mi espalda me apoyo sobre el escritorio, Yoochun me ayuda con una silla para que descansara mi pierna y las tuviera separadas para su comodidad

-¿Como he podido sobrevivir sin ti? –él me decía tocando mis nalgas y jugando con ellas, las besaba, las apretaba para prepararme y las llenaba con su lengua haciéndome gemir su nombre demostrándole que lo extrañaba demasiado. Cuando ya estaba listo, él se me acerca a la oreja rozando su pene en mi trasero enloqueciéndome y quizás… torturándome también, solo que él ya lo deseaba meter y cuando lo hizo sentí una pequeña molestia -¿estás bien? me moveré lento

-mmheee –saboreaba mis propios labios al sentir la respiración pesada de Yoochun en mi oído derecho, eso me excitaba muchísimo. Con el pasar de los minutos ya empezaba a tolerar su tamaño y le ayudaba moviéndome por mi cuenta –estoy bien Chunnie… dame más  

-si… más duro… -él me penetraba como un animal -sii… oohhh… si baby… me encantas, me encantas

-aaaahhh…. Aaahhhh…. Chunnieeee… más…. Más… ahí… oohhh siiii –la mano de Yoochun pasó por mi estomago para atrapar mi pene y darle atención también. Estaba duro al igual que él y necesitaba de sus manos –tócame más –entonces Yoochun salió de mi para ayudarme a sentar en el escritorio y sostenía una de mis piernas para seguirme penetrando, así boca arriba sus manos me masturbaban con mayor facilidad y estaba llegando a mi clímax. Mis gritos eran más fuertes y no me importaba si alguien escuchaba, deseaba ese orgasmo que me hacía sentir la persona que amo

-baby… me corro… ohh Junsu… te aaamoooo –yo me vine mojando todo mi pecho y segundos después mi cuerpo es bañado por su semen. Yoochun me hala para quedar frente a él y me besa reafirmando que es él el dueño de mi boca. Mis ojos estaban volviéndose pesados y en cuanto Yoochun recupera algo de fuerza me carga para acostarme sobre el sofá. Y cubrirme con su saco largo

-chunnie no te vayas –le pedí y él toca mi mano para que lo sintiera cerca de mí. Luego de eso caí en profundo sueño.

*.*.*-YUNHO-*.*.*

-Yunho –escuché la voz de mi madre despertando luego de los sedantes, su brazo se lesiono fuerte pero afortunadamente no tuvo fractura –lo siento, sé que estaban preocupados

-¿Por qué hiciste eso? Sé que aprecias a Jaejoong pero… no lo entiendo

-es que… él…

-¿Qué pasa? ¡Dímelo! –mí padre ingresa a la habitacion y le da un abrazo a mi madre, sintiéndose aliviado de que no fuera nada grave su herida –madre estoy esperando que respondas

-ehh… estoy segura que Sukkie lo amenazó varias veces, para que se alejara de ti y… él estaba asustado de eso

-Yunho me quedaré con tu madre, ya puedes ir a casa –yo asentí y me fui en busca de Jaejoong

Subí a la habitacion de Karam y Jaejoong estaba allí dándole el beso de buenas noches ya que él había quedado dormido. Esperé que saliera del cuarto para hablarle

-hola Yunho ¿Cómo está tu madre?

-no fue nada grave –me quedé en silencio reuniendo la forma de empezar  

-¿quieres hablarme de algo? –afortunadamente él lo nota

-¿Por qué no me dijiste la verdad? –la mirada de Jaejoong fue de miedo, su rostro se volvió pálido y no creí que fuera para tanto 

-la ver…dad

-si

-por… porque… -él estaba muy nervioso y no entendía bien pero esperaría por sus palabras ­–no estabas preparado para escucharla, no sabía cómo ibas a reaccionar, este bebe no fue planeado, no fue tu culpa ni la mía   

-¿dijiste bebe? ¡Pero de qué hablas! –Me quedé sin habla –un momento… -mi mente se adelantaba -Jaejoong… ¿estás embarazado?