CAPITULO UNO
JAEJOONG
-¡Deja de tontear y atácame!
-AHh!!! -el suelo parecía ser mi
amigo de las tantas veces que caía, mi mano derecha la cual cargaba la espada
dolía por el peso de la misma, era la tercera vez que me hallaba en el suelo -te ayudaré… -mi instructor finalmente
se apiada de mi -¡usa esta! – una
espada delgada y bella fue lanzada a mi lado, arroje muy lejos la anterior que
tenía para apoderarme de la nueva, me coloque de pie y en posición de ataque - ¿mejor? -su pregunta tenía algo de burla
-seguro esta es para niños -dije
un poco decepcionado de mismo
-todos tenemos un arma especial… quizás lo tuyo son
las dagas -mi instructor inicio de nuevo el combate, esta vez
fui más rápido y respondí a tiempo
-iaahh! -chocamos nuestras espadas
y las dejamos estáticas peleando a fuerza y segundos después hice que diera dos
pasos hacia atrás, esta vez había ganado y mi rostro finalmente mostraba una
sonrisa de triunfo
-mucho mejor… felicidades
-reconoce mi instructor, íbamos a comenzar la revancha, pero la presencia de mi
madre interrumpe el lugar desviando nuestra atención hacia ella
-necesito hablar contigo -mi
tutor comprende y se despide de nosotros. Mi madre me pide que la acompañe
hasta el puerto del palacio, ella adoraba ver hacia el mar cada vez que quería
hablarme sobre algo muy importante.
En silencio nos dirigimos hacia el muelle y
espere que ella tomara la palabra
-sabes que tienes que casarte pronto, ya lo hemos
organizado y… debes saber que no será con una princesa
- ¡¿Qué?! ¿A qué te refieres con eso? ¿Me casaran con
un hombre? ¿Acaso mi padre quiere humillarme de esa manera?... ¡¿Están locos?!
Somos un reino de paz, no necesitamos alianzas ni tampoco debemos lealtad a ningún
rey…
-¿me dejas terminar de hablar? Luego responderé a cada
una de tus preguntas -mis manos ya estaban empuñadas del enojo que solo la
idea de casarme con un hombre me producía, pero si quería discutir necesitaba
escuchar muy bien -desde hace unos años
estamos teniendo problemas con nuestra tierra, no estamos cosechando buenos
alimentos, los frutos son de calidad muy baja y necesitamos agricultores con
más conocimientos, el reino del norte ha mostrado interés en nosotros y no
podemos rechazar su oferta – no pude evitar que mis ojos se mojaran y que
una lagrima saliera haciendo el mayor esfuerzo de no mostrar emoción alguna – eres el príncipe Jaejoong…. Es tu deber
cuidar de tu pueblo, ellos entenderán porque lo haces y además…. – no quise
seguir escuchando mas y me fui del muelle dejando a mi madre hablar sola.
Quizás morirme era mejor opción que casarme con un hombre.
YOOCHUN
-la mejor solución que
podemos ofrecer para nuestro reino es aliarnos con el reino del sur, donde uno
de los príncipes esta libre para unirse en matrimonio y… -la pluma con la que escribía algunas notas cayo de mis manos al ver
aquel rostro precioso con ojos pequeños ingresando a la sala de reunión
llevando en sus manos una bandeja con vinos, lo dejó en la mesa y tras una
venia de respeto se fue -¿tú estás de
acuerdo Yoochun? -me preguntó mi padre y ante la mirada de todos los
ministros solo pude asentir, no lograba recordar de que hablaba pero yo deseaba
que la reunión acabara cuanto antes para ir a buscarle -creo que vas a ser el mejor rey de todos los tiempos, eres un motivo de
orgullo para mi
-¡felicitaciones! -escuché
una voz y dudaba si era para mí
-muchas felicidades -todos
comenzaron a decirme y yo sonreía sin saber porque… a decir verdad las ultimas
palabras de mi padre eran extrañas y poco comunes… todos los presentes se
levantaron de sus asientos y se fueron a continuar con sus quehaceres, de nuevo
el esclavo que últimamente enloquecía todo mi cuerpo se acerca para retirar la
bandeja, me apresuré en ir caminando detrás de él quien con mucha obviedad lo sabía.
Continuó su camino por el palacio hasta que hubo un pasillo en el que se
adentró y yo me le uní
-príncipe… ¿Qué hace?… – preguntó
con asombro, le acorralé a la pared con la estúpida bandeja en sus manos
haciéndome tener distancia de sus carnosos y muy seductores labios que solo
había probado una vez y deseaba volver a hacerlo
-me gustas, no puedo evitarlo -el me dedica una hermosa sonrisa
-no es mi intención rechazarle príncipe, pero… todos
los esclavos hemos sido fuertemente advertidos de no acercarnos a… -mis dedos cerraron sus labios para que dejara de hablar tonterías
mientras mis sentidos no dejaban de admirar la belleza de sus ojos
-esta noche… a las 10 en la sala de lectura –metí
mi mano en el bolsillo de mi traje para depositar la llave en su hanbok a lo
cual él asintió, escuchamos voces cerca de nosotros y me alejé para buscar a mi
tío y mejor consejero tenia algunas preguntas que hacerle sobre la reunión que
tuvimos un par de horas atrás de la que no escuché nada.
JUNSU
Vi
alejarse la figura de Yoochun debido a los susurros de sus consejeros quienes
caminaban constantemente por los pasillos, les saludé a todos para mostrarme
encantado de realizar mi labor, pero al girarme para seguir mi camino me
encuentro con la venenosa de Choa
-así que estas coqueteando con el príncipe -cruzó sus brazos en señal de arrogancia
-eso no es asunto tuyo -le
respondí acomodando la bandeja en mis manos para continuar con mi camino
-es un asunto de Hani y no me quedaré callada -nuevamente confirmaba que Choa era la persona que mas odiaba desde que
llegué al palacio de rey del norte, estaba destinada a perturbar mi vida que de
por si era bastante difícil.
Llevé la
bandeja a la cocina donde la deje caer sobre la mesa produciendo un sonido
fuerte en señal de enojo, las chicas que hacían la limpieza de los platos y
tazas, entre ellas Ailee, mi única amiga me observa con detenimiento
-¿Qué hizo Choa esta vez? – secó
sus manos y se acerca a mi pero ese no era el lugar preciso para hablar, la
tomé del brazo y la halé hacia la salida de la cocina que daba a un patio
pequeño donde nadie escucharía nuestra conversación
-se dio cuenta que Yoochun está interesado en mi
-¡¿Qué?! Esa imprudente… Seguramente ya Hani debe
saberlo -siempre escuchaba los consejos de mi amiga, ella tenía
muchos años viviendo en el castillo y sin ella no hubiera podido sobrevivir a
las venenosas del palacio -ella vendrá a
ti, no le hagas enojar, después de todo es la cortesana favorita del rey y le
está enseñando a Choa
-así que solo a eso puede aspirar la tonta esa -no me sorprendía para nada -¿Qué
crees que deba hacer?
-ignóralas, tienes otro trabajo que hacer -le miré confundido -he ideado un
plan para ti -nos alejamos mucho mas hacia los arboles para hablar sobre nuestra
salida de la esclavitud. Tener los ojos de un príncipe puestos en mí debía
tener alguna ventaja como también una esperanza de obtener la libertad.
YUNHO
-¡70 Wons! -escuché
por oferta, me levanté de la mesa en
la que negociaba con mi comprador
-eres el dueño de la mejor tienda de cerámica en el
reino y ¿solo eso ofreces por el caballo mas bello que has visto en toda tu
vida? -las personas que acompañaban estas negociaciones
comenzaron a reír
-siéntate Jackson, hablemos de un buen precio -agregué un poco de drama a la situación y luego de negar un poco con mi
cabeza y pasar mis manos por los ojos me senté frente a él
-200 Wons es lo que vale mi caballo -dije confiado y escuché el murmullo negativo de los presentes que
rodeaban nuestra mesa
-si deseas cobrar un precio legal…. No lo vendas en un
sitio ilegal -el maldito tenia un muy buen punto de argumento, me
dejó sin saber que responder -130 Wons,
es mi oferta final -mencionó y saco de su manga una libreta sobre la cual
anotó el precio y firmo ubicándola frente a mi para que leyera la información –lo tomas o lo pierdes -necesitaba el
dinero, me faltaba poco y muy en contra de mis deseos tomé el papel en mis
manos aceptando su dinero.
Todos
aplaudieron destacando la habilidad de negociante al haber conseguido un
excelente resultado, él lo hacía por diversión mientras yo lo hacía por
necesidad
-Hey! Jackson -miré a
mi comprador -quédate a celebrar
¡Cervezas para todos! -grito esto último causando alegría a todos los
presentes.
Recibí
la cerveza de una de las meseras cuya mirada fue muy clara sobre lo que quería
de mi… pretendía seguir a su oferta pero cuando mire hacia la entrada de la
cantina… mi padre acompañado de sus dos guardias inspeccionaban el lugar…
rápidamente deje el vaso de cerveza y salí corriendo por la parte de atrás del
bar, ya no tenía caballo, mi única opción era correr, en el camino me fui
quitando la barba postiza que usaba para volver a ser Jung Yunho, el hijo
bastardo de Jung Woo Sung, hermano del rey del norte…. Mostrando mi verdadera
identidad, era más fácil regresar al castillo con ayuda de algún ciudadano.
YOOCHUN
-¡¡¡¿Qué yo que?!!!
-¡Que te vas a casar con el príncipe del sur! y ya no
lo volveré a repetir, si tienes problemas de entendimiento regresa con tu tutor
-mi tío tomo las cuerdas de su caballo para liberarlo
-espera, espera ¿Qué pasa si no quiero casarme? Yo no
estoy preparado para eso ¡Yo no deseo casarme! ¡¡¡Dime que puedo hacer!!! -él me miro dándome un mensaje claro que no necesitó de palabras -¡No! Eso no lo voy a hacer
-devuélvele a Yunho su daga y te diré la excelente idea
que tengo en mi cabeza
-tío ¡Por favor! -subió a
su caballo y se fue en dirección al oeste del pueblo, casarme no estaba en mis
planes por ahora como tampoco entregar la daga que nuestro abuelo nos dejó y
que yo gané con mucho esfuerzo.
Pronto
comenzaría a oscurecer y solo el encuentro con ese bello esclavo era lo que
daba alegría a mi terrible día, solo imaginar el probar esos labios de nuevo me
aceleraban la ansiedad por llevarlo a mi cama y hacerle allí todo lo que mi
deseo gritaba sin pudor.
JUNSU
Aun no
eran las diez de la noche, pero era el momento oportuno de caminar a la sala de
lectura para mi encuentro con Yoochun, el corazón me latía fuerte porque no era
una misión sencilla…. Ingresé a la habitación oscura y encendí solo dos velas
para que no fuera muy obvio que alguien estaba en la recamara, había un stand
de libros que toque con mis dedos, algún
día aprenderé a leer… abrí un libro cualquiera y toqué las letras impresas
en el papel… también aprenderé a escribir…
la voz de Ailee resonó en mi cabeza
Debes enamorar al príncipe…. Eso hará que te haga
libre
Escuché
los pasos de alguien y era muy probable que fuera Yoochun. Busqué la forma de
sentarme sobre la mesa del despacho de una manera sexy, para atraer su atención
a mí. Los nervios me estaban ganando, pero yo poseía algo a mi favor, yo
siempre fui reconocido por mi belleza, mi cuerpo siempre fue deseado por muchos
hombres, lo suficiente para causarme problemas y ser vendido en unas 8
ocasiones llegando finalmente al palacio del rey… la vida me estaba dando la
mejor oportunidad de todas y… en ese instante la puerta se abrió
-aquí estas….
-Yoochun cerró la puerta en su espalda activando el pasador, sus ojos solo
podían mostrar lujuria y claras intenciones de poseerme esa misma noche, lo
cual debía evitar a toda costa, necesitaba hacerme desear mucho más.
Siguiendo
con el plan, me senté mejor en el despacho y abrí mis piernas para invitarle a
acercarse, su sonrisa comenzó a mostrarme que mi movimiento le había gustado, sus
pasos fueron amplios hasta llegar a mí, sus manos tocaron mi cintura pequeña y
sus labios se posaron en los míos en un beso devorador, nuestras bocas se
reconocían muy bien y no podía negar que disfrutaba mucho de ese beso, pasado
el tiempo seguíamos disfrutando de chupar nuestros labios, sus besos
definitivamente eran feroces y posesivos… queriendo someterme a su calor sus
manos recorrieron mi espalda para sacar mi traje del encaje del pantalón y pegarme
totalmente a su ya despierta hombría
-Mmh! -gemí al sentir esa dureza
hacer contacto con mí entrepierna, Yoochun disminuyó la fuerza de los besos
hasta detenerse por completo para ver a mis ojos… no comprendía que sucedía,
pero toda mi piel se erizó cuando esa mirada hizo conexión con algo muy
profundo dentro de mi ser…
Yoochun
tocó mis labios con su dedo pulgar y mi cuerpo estaba pidiendo más de su toque,
mis manos parecieron actuar con vida propia desenlazando mi propia camisa para
dejarle ver mi pecho desnudo, expuesto para sus ojos
-lo sabía… eres… hermoso -no lo
entendía, mis ideas no coordinaban con mis emociones, con mis piernas encerré
el cuerpo de Yoochun y mis manos atrajeron sus cabellos para pedirle un beso,
quería ser suyo… quería que tomara todo de mí, su lengua jugaba con la mía
envolviéndose con locura, yo estaba muy caliente, lo suficiente para no pensar
en nada más que en su cuerpo dentro del mío uniéndose sin control.
Yoochun
seguía mi deseo y rozaba su falo entre mis piernas encendiendo aun más nuestro
calor, mis gemidos no paraban mientras sus jadeos eran fuertes tomando aire
para seguir con los besos.
-Ayudaaa!!!
-escuchamos un fuerte sonido seguido de una voz de mujer cortando nuestro
momento más íntimo esa noche
-tiene que ser una broma
-maldijo Yoochun para si mismo y con enojo se separa de mi arreglando sus ropas
-vístete y vete -me ordena y
regalándome una ultima mirada se aleja de la sala para evitar que sea
encontrado conmigo.
Yo tomé
mas tiempo para arreglar mi traje, acomodé algunos papeles sobre la mesa y
apagué las velas para salir rápido, fui hasta la mujer que gritó recordando que
se trataba de Ailee. ¡Nuestro plan! Otros hombres le estaban ayudando a
levantarse y yo les dije que la llevaría conmigo hasta nuestros dormitorios.
Unos metros después, lejos de la vista de los guardias ella camina
correctamente olvidando su fingido dolor en el pie
-¿Y? -fue su pregunta -¿lo hice a tiempo? ¿evite que el príncipe
y tu…?
-si… si… no pasó nada -dije
mostrando una sonrisa, pero muy en el fondo sabía que algo no estaba bien en el
plan. Lo que había sentido en esa sala… no era lo que había imaginado… casi
estoy deseando detener este plan… pero ¿mi libertad?...
YOOCHUN
Abrí la
puerta de la habitación de mi padre sin sorprenderme que su cortesana favorita
estuviera allí presente preparando su copa de vino
-príncipe -ella me muestra sus
respetos y mi padre sentado en la cama se acomoda para escucharme
-¿Cuándo dijiste que debo viajar al reino del sur para
casarme?
-en dos días…. La boda se realizará en un mes, su
padre ha solicitado que se conozcan primero antes de la ceremonia oficial. Me
alegra mucho que estés dispuesto a ayudar a tu pueblo con… -deje a mi padre hablando solo porque solo esa información era la que
necesitaba escuchar
A la
mañana siguiente, luego de mi baño de agua caliente, pedí a los esclavos que me
dejaran a solas en la habitación de trajes y busqué un cofre alargado color
madera oscura el cual contenía una preciosa daga heredada por mi abuelo.
Necesitaba estar unos días más en el reino antes de emprender mi viaje al sur,
y mi tío había prometido tener una buena solución.
YUNHO
Era mi día
más esperado, tenia el dinero suficiente para mudarme a otra ciudad y comenzar
de nuevo, con otra identidad dejando de ser el hijo bastardo del palacio… ya
nadie más me volvería a llamar de esa manera.
Mis
valijas estaban listas y las subía con cuidado al coche que me llevaría al
puerto mas cercano para partir. Miré a lo lejos para despedirme en mi mente de
todo, no pensaba regresar nunca más. Con una sonrisa de victoria me subí al
vehículo y pedí al cochero tomar camino. Mi vida iba a mejorar y seria libre,
lejos de cuestionamientos y de la familia real, no la necesitaba y no la
quería.
Los
caballos se detuvieron con fuerza haciendo que por poco golpeara mi cabeza con
el interior del coche, me bajé para preguntar al cochero si estaba bien y fui
sorprendido al ver 6 guardias de mi padre dispuestos a llevarme con él
-díganle que no me interesa saber de él y que me voy -por supuesto la orden era apresarme o matarme, ignorando mis palabras
los guardias me capturan y me suben al coche del palacio, mis esfuerzos por
liberarme serian en vano y solo me quedó maldecir a mi padre por dañar mis
planes de huir.
Fui
conducido a la casa de campo de mi padre en vez de su palacio lo cual era
bastante extraño. Los guardias me piden que ingrese a la casa y lleno de muchas
dudas abro la puerta principal encontrando a Yoochun y mi padre de pie
esperando por mí
-¡Hola Yunho! -fue el
saludo alegre de mi primo con quien llevaba una mala relación hace unos diez
años, yo no era tonto y podía oler de que se trataba la reunión
-sea lo que sea mi respuesta es ¡NO! -Yoochun hizo señas de que esperara un momento, tomó un alargado baúl en
sus manos y lo ubico en una mesa central
-la daga de nuestro abuelo… es tuya -mis ojos abiertos podían decir que jamás esperé por esa oferta, lo que
querían proponerme debía ser muy difícil
-acaso… ¿podría morir?
-no Yunho -mi
padre habla -yo jamás permitiría que te
hicieran daño -él comprendía que no era el momento para tener una
conversación entre nosotros por lo que hace silencio y retoma lo más importante
-solo queremos que viajes al reino del
sur y… -él miró a Yoochun -asistas a una boda
-¡exijo la verdad!
-Ok, está bien… me casaré con el príncipe del sur -explicó Yoochun -su padre pidió
que fuese un mes antes pero antes debo resolver unos asuntos aquí… quiero que
te hagas pasar por mí los días anteriores a la boda
-¡¿Qué?! Por supuesto que no, tengo mejores cosas que
hacer -les di mi espalda para irme de esa casa
-¿Qué dirá mi padre si se entera que sus caballos
finos están siendo vendidos en el comercio ilegal por alguien llamado Jackson? -¿Cómo es que Yoochun sabia
de eso?…. me giré para enfrentarlo
-tengo informantes Yunho, lo siento -contestó mi padre -sé de tus
planes de irte del reino, pero antes de que lo hagas quiero hacer lo posible
para que te quedes un tiempo más y si este secreto ayuda a eso, estaré
dispuesto a acusarte con mi hermano -lancé un grito de frustración total
odiando la absurda idea de cubrir a Yoochun, quería tranquilidad, quería
alejarme de lo referente al reino y no era posible que me involucraran de la
peor manera
-te pagaré dos lingotes -Yoochun
agrega
-que sean tres -me fui
de allí para evitar tomar el cuello de mi primo y ahorcarlo con mis propias
manos.
El primer capitulo se lee muy interesante, seguire con la historia, gracias por compartir.
ResponderEliminarNOOO Junsu la está regando y feo¡¡¡ v a terminar lastiado mi Ratón y se va dar de topes por no medir consecuencias¡¡¡ ay Diios Yunho va a regañdiented pero va a salir ganabdo¡¡¡ esto esta muy bueno¡¡¡
ResponderEliminarNueva historia!! Muchas gracias!! A leer se ha dicho!
ResponderEliminarPobre junsu el solo hara lo necesario para ser libre, haaaa que emocion gio leerte siempre es un placer...
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