Capitulo Dos

CAPITULO DOS

JAEJOONG

Hice presencia en el comedor donde mis padres estaban tomando el desayuno, no quería hablar con ellos, pero atendiendo el llamado del rey decidí presentarme

-pensé que tu madre había hablado contigo

-si lo hizo, y debes saber que estoy en desacuerdo de todo, no quiero casarme con un hombre, por muy apuesto que todos reconozcan que es

-no seas egoísta Jaejoong -estábamos hablando de mi felicidad y no podía al menos tomar decisiones propias, eso comenzó a enojarme

-¡mujer! -mi padre llamó a una esclava -pide que preparen dos caballos -mi padre me mira -tu y yo iremos a cabalgar un rato -se levantó de la silla con paso lento debido a su avanzada edad y fuimos caminando hasta la entrada principal del palacio donde ya los equinos estaban listos para nosotros.

Subimos cada uno a su animal y comenzamos el recorrido, mi padre me llevó al centro del reino donde muchos campesinos le saludaban, se bajó del caballo y le seguí los pasos

-mi rey…. Ayúdanos -una mujer se acercó presentando sus respetos -la tierra que amablemente nos has concedido ya no está produciendo frutos, no tenemos que comer

-enviaré arroz y pan – mi padre respondió

-¿Qué hay de nosotros amado Rey?

-también enviaré comida

-¡Nuestro Rey es el mejor! -otras voces se escucharon haciéndome entrar en consciencia sobre lo bueno que es mi padre con su pueblo

-prometo encontrar una solución para la tierra, volverán a cosechar y todos seremos felices

-¡Viva el Rey! -ante eso no pude evitar sonreír sintiendo orgullo de lo bueno que es mi padre, regresamos a los caballos y esta vez cabalgábamos despacio, uno al lado del otro

-necesitamos una solución que el rey del norte esta dispuesto a dar, he pedido que el príncipe llegue en los próximos días para que puedan conocerse un poco antes de la boda, sé que al principio es un poco difícil pero luego… sé que te enamorarás y vivirás feliz sirviendo a tu pueblo

-¿Qué pasaría si no me enamoro de ese príncipe?

-lo harás, sé que lo harás

-¿Qué pasa si no? -insistí en la pregunta

-dispondrás de esclavos o cortesanos, como desees para escapar a tu realidad, pero siempre estarás atado al príncipe del norte -mi padre un poco enojado decide tomar ventaja del recorrido mientras yo tomé otro camino para discutir mi futuro.

YOOCHUN

Luego de mi clase de combate estaba programada mi clase de piano, un Rey no podía exigir lo mejor si no conocía de estos temas, mientras caminaba por el palacio hacia el salón de instrumentos, veo la figura de Junsu limpiar unos cuadros.

Me acerqué sin vacilar a su cuerpo y antes de que pudiera reaccionar le tomo de la mano para empujarlo en una habitación que resultó ser la sala de té, cerré la puerta para pegarle en la misma bloqueándole con mi cuerpo

-tenemos un encuentro que terminar -le mencioné viendo como una sonrisa entre bella y tierna se dibuja al tiempo que sus ojos se concentran en los míos

-pensé que lo había olvidado -sus manos se ubican con comodidad sobre mis hombros lo cual fue agradable para mí… él estaba coqueteando sin ninguna reserva –no puedo borrar sus labios tocando los míos -me confesaba mientras su aliento se unía al mío, nuestras frentes se pegaron extendiendo una dulce tortura por unir nuestras lenguas -especialmente cuando… -mis manos tocaron con fuerza su trasero para pegarlo a mi hombría ya despierta, estaba caliente solo con su forma de hablarme sensual. Sus ganas de besarme fueron superiores a las mías y su lengua se coló entre mis labios atrapándome en un fogoso contacto. Aunque hubiera querido detener el beso no hubiera podido, me encantaba cubrir su necesidad de mí, me deseaba con locura, pero no tanto como mi pene me ordenaba invadirlo hasta lo más profundo.

Fue Junsu quien detuvo el beso estableciendo una distancia que cortó ese momento de calentura entre los dos, eso me dejó totalmente confundido

-lo siento -me dijo -no debería reaccionar así…. Yo… mi príncipe pido disculpas -él presentó una venia y yo subí su cabeza para que dejara esa estupidez

-olvida eso, esta noche vienes a mi habitación y no tienes excusa -sin esperar por una respuesta me alejé para continuar con mi programa de música. Debía calmar mi problema entre las piernas pero seguramente en la noche iba a cobrarle como merecía.

JUNSU

Definitivamente iría a su habitación, era un extraño sentimiento el que me invadía cuando estaba cerca de él. No podía negar todas las emociones que me recorrían cuando sus labios se apropiaban de los míos… me apresuré en salir del salón de té y mis ojos se abrieron como lunas al ver la figura de Hani observando hacia mi dirección, sus ojos eran fríos y su mente se adelantaba a todos los hechos, dio dos pasos largos hasta ubicarse frente a mí

-el príncipe y tu estaban aquí… -no me convenía pelear pero no sabia que responder, el silencio era la mejor opción aunque ella no se quedaría con dudas en su cabeza -¡¿te estas metiendo en su cama?! -su voz acusadora se levantó

-soy un simple esclavo, no un cortesano -sus manos me apretaron por los hombros

-¡Vi al príncipe salir de este salón! No mientas -no pude tolerar su mal trato y me libero de sus manos

-eso no es de tu incumbencia -lo siguiente que recibí fue una bofetada fuerte, había despertado a su peor versión de víbora

-lo diré una sola vez, aléjate del príncipe o juro que haré lo que sea para que no lo veas nunca más

-siendo la cortesana exclusiva del rey ¿Crees que el príncipe te mirara alguna vez? -estaba esperando un nuevo golpe de su parte pero un guardia de seguridad aparece llamando a Hani y pidiendo que se encontrara con el rey, la última mirada que me lanzó me advertía su odio puro, ella no se quedaría quieta ni yo perdería la oportunidad de hacer caer a Yoochun ante mis encantos sexuales.

YUNHO

Estaba completando las valijas que ubicaba sobre el carruaje que esta vez me llevaría al reino del sur para cumplir la estúpida tarea de Yoochun, al menos el pago era bueno y mi plan no se veía afectado, busqué mi caballo favorito Hero, para contarle sobre mis nuevos movimientos…

-¿Crees que podemos hablar ahora? -la voz de mi padre se hace notar y le miro unos segundos para dejar el caballo y pedirle que ingresemos a la casa para sentarnos en las sillas en medio del jardín -puedo saber ¿Por qué quieres huir de aquí? -tomé un profundo suspiro

-estoy cansado de ser el hijo bastardo del palacio, reuní el dinero necesario para mudarme a otra ciudad y empezar de nuevo

-creo que merezco un poco de reconocimiento -él me mira atento a mis gestos -permití que te dieran educación de príncipe, hice respetar tu nombre con todos los guardias del palacio, mi herencia está dividida en partes iguales para todos mis hijos y… siempre me preocupo por ti -un silencio me invadió sin esperarlo -no podré detenerte pero puedo verte por un mes más mientras estés en el reino del sur, iré con Yoochun en los próximos días -yo asentí -he venido para traerte esto -unas telas envolvían otras telas y las abrí para comprender su contenido -vas a cubrir tu rostro cuando veas al príncipe Jaejoong

-no lo entiendo

-es muy sencillo -mi primo aparece en el escenario dando su explicación -tu cuidador dirá que he tenido una cortada en una de mis mejillas que debe ser cubierta para que cicatrice pronto, por un periodo de tiempo nadie podrá ver tu rostro completo, de esta manera cuando yo aparezca las personas no notaran el cambio

-pff! Es lo más estúpido que he oído en mi vida

-¿debería quedarme con este lingote de oro? -me levanté de la silla para tomar mi primera parte de pago pero antes de dármelo me advirtió algo más -él será mi esposo, no dañes mi nombre y sobre todo… no te atrevas a tocarlo -me reí por su última frase

-Créeme Yoochun, lo último que quiero hacer es enredarme con un príncipe -tomé la barra en mis manos y les dejé en el jardín para ultimar los detalles de mi viaje, en la noche iniciaba el recorrido e iba a ser bastante aburrido

JAEJOONG

-aquí tienes Nana -le entregué una bolsa con monedas de oro a mi amiga -ve a esa tienda y trae lo que esa anciana ha preparado para mí

-pero deberías venir conmigo

-sabes lo que dice mi padre sobre no exponer mi identidad -ella hace un puchero tierno

-necesito mi esposo cuanto antes -por un segundo olvidé mi promesa de conseguir un caballero para ella

-estoy trabajando en ello -mi amiga se baja del coche y en compañía de uno de mis guardias personales se dirige a la tienda donde prepararon un veneno especial para mí, no conocía detalles del príncipe del norte, a excepción de su fama de mujeriego y de ser un hombre guapo, aun así, no conocía sus intenciones sobre gobernar en mi reino, estaba dispuesto a proteger a mi pueblo como fuere.

Los pasos de Nana acercándose me hacen observarla, traía mi liquido especial y luego de sentarse frente a mí me lo entrega en las manos

-me dijo que no lo expongas al calor… ¿Es una esencia? ¿Puedo olerla? -le quité la botella de vidrio y le sonreí

-¿Cómo quieres que sea tu caballero? -quise desviar su atención

-alto, piel canela, pecho duro y ancho… -ella comenzó a narrar a la persona que quería y yo traté de escucharle, pero recordaba que el tiempo se me acortaba para prepararme contra ese príncipe que estaba por llegar, en este momento ya estaba de viaje y debía estar listo para atacarlo -¿Crees que sea difícil?

-en absoluto, creo que ya tengo unos candidatos… por cierto solo hay una tienda más que visitar, luego te llevaré a tu castillo -ella asintió muy feliz y continúo hablando sobre como seria su fiesta de boda…

Estando en el palacio fui a la habitación que ofrecerían al príncipe del norte, en ella coloqué varias navajas bajo la cama… también en el cuarto de aseo escondí una cuerda que pudiera ayudarme en caso de un ataque y el veneno… ese preferí conservarlo en mi habitación en un lugar que nadie pudiera encontrar fácilmente.

Planeaba responder a su primer ataque y decir a mi padre que ese matrimonio no era correcto para nuestro pueblo, de alguna manera me liberaría de casarme con ese príncipe,

JUNSU  

Preparé una bandeja con té caliente y la llevé conmigo hasta la habitación de Yoochun, toqué a la puerta y me sorprendió la rapidez con que fue abierta atendiendo a mi llamado, mis ojos sencillamente se iluminaron al verlo, su cabello negro despeinado le hacia ver extremadamente sexy y que decir de esa sonrisa pícara que revelaba sus intenciones, era mi suerte que no fuera principiante en ese tema o ya le hubiera entregado mi corazón.

-pasa -su voz ordenó…. Entré y dejé la bandeja sobre la mesa de centro de su habitación -desnúdate y acuéstate en la cama -¡¿Qué?! ¿así… sin nada de besos?... iba a follarme y acabar en mí en solo cinco minutos…. estaba muy equivocado si eso pretendía… yo tenía un objetivo que cumplir y sobre eso nadie me iba a detener

-lo haré… -dije para su tranquilidad, rápidamente encontré una silla cómoda y posicionada frente a la chimenea de la habitación -pero deseo que te sientes allí -Yoochun lo dudó por un momento, pero finalmente acepta y se sienta abriendo sus piernas para ofrecer su mejor versión sexual -me… desnudaré… -unas velas iluminaban el lugar y se me ocurrió apagar una viendo su reacción confusa, parecía no gustarle la idea, pero al mismo tiempo decidió confiar en mí -Ahora… para ti…

Con mucha lentitud mis manos tocan el lazo de la camisa y lo desatan abriendo poco a poco mi camisa, me ayudó a mí mismo a mover la tela dejando ver mi pecho limpio y en buena forma… comencé a mover mi cintura suavemente dibujando con mi mano una línea recta desde el cuello hasta mi hombría haciendo que la postura de Yoochun reaccionara acomodándose en su asiento… su mirada estaba más atenta a mi cuerpo especialmente debajo de mi cintura.

Sin quitar mi camisa abierta, fui bajando mi pantalón quedando solo en un calzón pequeño cubriendo mi pene visiblemente duro. Dejé los pantalones en el suelo y di varios pasos hasta su silla para mostrarle sin pudor mi trasero enseñándole su buen tamaño y lo dispuesto que estaba para él quien no dudó en jugar y halar por el borde de mi calzón indicando que quería que lo retirara pero no lo hice… aun no era el momento.

Me arrodillé frente a él mirando a sus ojos sus expresiones de deseo, tocando con mis dos manos desde sus rodillas recorriendo sus muslos hasta llegar a tu entrepierna oliendo su esencia a hombre fuerte… enloqueciéndome y enloqueciéndole… Yoochun se bajó los pantalones con rapidez dejando expuesto su pene enorme, duro y húmedo… hasta ese momento mi plan estaba siendo exitoso, le tenía bajo mi dominio, aunque fuera por esos segundos

-¿despacio o fuerte? -pregunté tocando con mi mano derecha su pene y mirando con profundidad a sus ojos desde mi posición abajo      

-como sea, pero mételo en tu boca ¡Ya! -tras una sonrisa, introduje toda su longitud en mi boca haciéndole gemir desde el primer segundo. Con mi lengua me dediqué a dar círculos en la punta observando como su cuerpo se relajó totalmente sobre la silla -uhff! –continúe chupando toda la longitud de su dureza cuyo sabor comenzaba a disfrutar, con su pre semen había humedecido mis labios y me detuve un momento para mostrarle cuan hinchados estaban de tanto darle placer, Yoochun no pudo evitarlo y su boca soltó un sonoro suspiro.

Regresé a jugar con mi lengua en su aun duro y firme pene, ahora con mis manos también le masajeaba y pasados los minutos supe que él no podría contenerse más, sin dejar de mirarlo vi cómo se corrió y expulsó toda su esencia gimiendo en voz alta agotando toda su energía en ese gemido. Su vientre estaba mojado de su semilla al igual que mis manos y labios.

Por un minuto nos quedamos en nuestra posición, le daba tiempo a él de recuperarse y a mi de pensar en que cada movimiento que hiciera debía ser perfecto, debía ayudarle a limpiar y me levanté del suelo para hacerlo pero él me detiene con su brazo

-¿A dónde vas?

-buscaré una toalla para limpiarte -Yoochun me empuja hacia él de forma que caí sentado sobre sus piernas

-aun no hemos terminado -él dice a mi oído tocando con su mano mi endurecido pene -creo que… -su mano me toca suave en movimiento ascendente -tu necesitas… ayuda  

-mmhh…. aahhhh -mi dolor comenzaba a aliviar, Yoochun tenía la presión perfecta en mi pene y sin reservas gemía y jadeaba… incluso quería nombrarlo, pero eso seria demasiado pronto para…

-córrete para mí -esa voz ingresó por mis oídos olvidando que el mundo existía   

-Yoochunnnnn!!!! Aaah… aaa.. -todo mi semen fue derramado mojando su mano que aún seguía en mi pene tocando con suavidad, mis labios estaban abiertos emitiendo sonidos de placer y tratando de recuperar el aliento. Me obligué a levantarme y él hace lo mismo para pegarme a su pecho tocando mi cintura

-¿estás bien? -yo asentí con un ligero mareo, mi energía se habían agotado y posiblemente hubiera caído al suelo si él no me sostenía  

-voy a tomar un baño, espérame en la cama -esas palabras significaban que él no deseaba que me fuera todavía… volví a asentir y le vi caminar con su camisa aun puesta hasta el cuarto de aseo. Me dejé caer en la silla donde sucedió todo ese maravilloso juego sexual sonriendo ante esa experiencia tan única que había logrado tener.

Todo era bello hasta que recordaba el plan, mi cabeza estaba muy enredada y pensar en el siguiente paso se hacia un poco confuso… escuché unos pasos cerca de la habitación de Yoochun y mi reacción fue rápidamente recoger los pantalones para colocarlos. Nadie podía saber de nosotros.

Tocaron a la puerta y yo me ubiqué detrás de la misma… Príncipe… esa voz no la lograba reconocer, pero era de una mujer… Príncipe ¿puedo pasar?... la puerta se fue abriendo y mis ojos se extendieron ante la situación de peligro en que me encontraba, me moví al mismo tiempo de la puerta ocultándome detrás de ella y vi a Hani de pie observando a la cama.

Yoochun sale de la habitación de aseo cubriendo de su cintura hacia abajo sorprendiéndose de ver a la cortesana dentro de su recamara

-se puede saber ¿Qué haces aquí?...