Capitulo 21

Capitulo 21: Las Consecuencias  

*.*.*-JAEJOONG-*.*.*

-¡no me sigas! –me refería a que no me buscara. No le quería sentir cerca ¿Por qué me hacia esto? Dejar la fiesta de su hija, por venir a trabajar y además de eso traicionarme con ese estúpido… jamás esperé algo así de él. Corría para dejar atrás ese lugar que me llenó el corazón de dolor. Ya estaba llorando y me ahogaba. Bajé el ritmo y comencé a caminar. Descargando toda esa rabia, ira, celos, odio...

-¡Jaejoong! –le escuché a una cuadra y traté de caminar más rápido pero mis piernas no daban. Y mí ojos llorosos no me dejaban ver con claridad. No pude seguir y Yunho me abraza por detrás –Jae…

-no quiero que me toques ¡suéltame!   

-no seas ciego amor… jamás te engañaría ¿Y con Kiseop? Eres mil veces mejor… además él me besó, ni siquiera le respondí –intentaba zafarme de sus brazos pero él no me dejaría –por favor hablemos

-ahora no quiero –seguía con mis esfuerzos inútiles por soltarme

-está bien, te soltaré… pero vamos a casa. Prometo no molestarte –yo me quedé en silencio contemplando que era una buena idea. Dije un suave pero decisivo Ok y Yunho me toma de la mano para regresar al edificio

-puedo caminar solo –le dije moviendo las manos para separarlas

-te me puedes perder y ¿Qué haría sin ti? –me resigne a que me llevara de la mano pero yo iba detrás de él, no a su lado. Miraba su figura por la espalda recapitulando esa escena de antes en mi mente.

Yo quería ser un esposo perfecto al darle mi apoyo en la oficina, quería decirle que le esperaría mientras terminaba su trabajo para que regresáramos a casa, pero en cuanto llego a la empresa y cruzo la puerta de entrada, veo a ese… mal nacido de su madre decirle a mi Yunho ¡que lo ama!... Ah… y no conformándose con ese comentario le besa en esos labios que ¡son míos! Ni siquiera vi que Yunho evitara ese contacto, solo se quedó congelado y me miró al instante percatándose de mi presencia.  

Llegamos al estacionamiento y sin soltar mi mano, mi esposo me abre la puerta de copiloto para que ingrese, se sienta a mi lado para encender el auto

-y… ¿se te pasó la rabia? –él me pregunta con una sonrisa que no toleré. ¿Se estaría burlando de mis sentimientos? Mi mirada le dio la respuesta que quería y prefirió colocar música para bajar la tensión. Me fijé en la ventana todo el tiempo… estaba muy dolido.

Fui el primero en salir del auto y entré a la sala de casa encontrando a la madre de Yunho allí viendo tele acompañada de un tazón seguramente con palomitas de maíz.  

-¿te pasa algo Jae? –ella me quiso hablar pero yo no estaba de buen humor

-pregúntele a su hijo –seguí mi camino hasta llegar a mi habitacion. Retiré mi ropa y me puse algo cómodo para dormir. Revisé que mis hijos estuvieran descansando excepto el menor, Changmin quería un tetero. Me senté en la silla mecedora y lo cargué en mis brazos para poner en su boca el chupo con la leche preparada.    

Al pasar una hora, el pequeño cerró sus ojitos dejándose caer en ese sueño profundo que le da tener el estomago lleno. Le acosté en su cuna con cuidado para que no despertara y salí de su habitacion...

-¡ven aquí! –en un descuido y sin poder evitarlo Yunho me cargaba como si fuera una damisela

-¡bájame! –le ordené con voz en susurro para no despertar a Changmin

-estás más pesado –quería pegarle pero casi me caigo y entonces por instinto me agarré fuerte de su cuello –mejor así ¿no?

-Yunho ¡bájame ya!  

-lo haré en la cama, agárrate fuerte –el tonto caminaba lento porque su mirada estaba fija en mi rostro. Yo desearía ignorarlo pero sentía sus ojos muy clavados en mí –no sabía que ya tenías arrugas omma  

-¡yo no tengo! –dije y me obligó a verlo. Su sonrisa de triunfo me confirmaba la broma que me hizo. Por fin llegamos a la cama y me acuesta en ella presionándome con su fuerte torso, él encima de mí

-entonces… aun estás molesto –él me retaba con su mirada y esta vez no perdería

-sí y mucho

-¿hay algo que mejoraría tu humor? –los labios de él rozaron mi cuello

-no quiero tus besos ahora –le dije y reconocía que estaba siendo muy duro con mis palabras -estoy seguro que reaccionarias peor si me vez besarme con otra persona –él olvida su boca en mi cuello para mirarme a los ojos detenidamente

-tú no harías algo así –esta batalla la estaba ganando. Él se aparta de mí para ponerse de pie -no puedes pensar en estar con otra persona, solo para verme enojado –me levanté de la cama para estar a su nivel y le hablé

-entonces trata de entenderme, besar a otro es ser infiel

-¡pero yo no sentí nada! –debía pensar en algo para contestar

-¿Por qué se lo permitiste?

-él fue quien me buscó yo no… ¡él no me gusta!

-¡no quiero escucharte más! No te me acerques hasta que calme mi dolor, me siento herido Yunho y… -mi celular comenzó a sonar desconcentrándome de mis palabras. Miré el identificador y era Yoochun. Contesté sin dudar y recibo la noticia de Junsu en trabajo de parto. Su segundo bebe nacería y ese sería mi escape a esta discusión sin ningún fin.

Fui al closet para buscar algo de ropa casual, un jean y un saco tejido fueron los escogidos

-¿vas a salir? –Yunho lo concluye con facilidad al verme colocar la ropa encima   

-va a nacer el bebe de Junsu

-espera voy contigo –le miré terminando de colocar mi parte de arriba y hablé

-quisiera… estar solo -él odió mi peticion 

-¡me desesperas Jaejoong! –fue lo último que escuché antes de que él ingresara al baño con el motivo de apartarme de su cercanía.

*.*.*-YOOCHUN-*.*.*

Mi esposo ingresó en camilla al quirófano para la cesárea, afuera en la sala de espera yo caminaba por el pasillo tratando de ocupar mi mente en algo que no fuese la cirugía. Jaejoong aparece corriendo y me abraza. Le conté como empezó todo y me daba su mano para trasmitirme fuerza, me decía que nada malo pasaría.

Pasaron dos horas y empecé a preocuparme, esa cirugía no tarda tanto, Jaejoong al igual que yo lo sabíamos. Algo debía pasar… mi corazón se comienza a asustar, los pensamientos negativos son los primeros en reflejarse y me angustian. Odiaba ese momento, deseaba cerrar los ojos y abrirlos con mis dos hijas y Junsu sonriendo para mí, pero aun no recibía noticias de mi esposo

-Yoochun el doctor –Jaejoong me hace notar el médico saliendo del espacio zona de cirugía y me acerqué pero él estaba en espera de otros enfermeros con un aparato medico que no comprendía bien lo que era, él los llamaba con desespero para que llegaran cuanto antes  

-¡Rápido! ¡Rápido! Es posible que lo hayamos perdido –esas fueron las palabras más duras que había escuchado en mi vida, solo él estaba con Junsu… no habría error… ¿es de Mi Junsu de quien habla? no dudé en buscar el cuello de la bata del doctor para hablarle   

-¡¿Qué fue lo que dijo?! ¡Usted está atendiendo a Junsu! ¡¿Cómo está él?! –Jaejoong se me acerca para tratar de separarnos escuchando todo e interpretándolo de la misma forma 

-lo siento debo irme… ¡déjeme ir!

-¿Cómo rayos está él? ¡Yo necesito saber! –le sacudí con fuerza

-su corazón está débil, está perdiendo latidos ¡déjeme ir o morirá! –no pude resistirlo. Mis manos sueltan esa bata blanca para asimilar esa noticia. Di unos pasos a la silla más cercana para dejarme caer con lagrimas inundando mis mejillas, grité fuerte un no!!! Porque eso no podía pasarme a mí. Jaejoong también comenzó a llorar y me toca las manos. Yo debía hacer algo, me negaba a perderlo así de fácil. 

Me coloqué de pie con Jaejoong atento a mis movimientos y faltando a la señal de no pasar, entré al quirófano buscando a Junsu. Le encontré acostado con muchos tubos sobre su rostro y pecho

-¡Junsu! ¡No puedes morir! –le grité desde la puerta de esa habitacion equipada

-¿Quién lo dejo entrar? ¡Sáquenlo de aquí! –fue la voz del doctor. Cuando dos enfermeros me iban a sacar, la maquina detectora de latidos se queda en un tono constante mostrando una línea recta. Todo el personal médico se miró

-¡¡¡Código azul!!! –un enfermero me empuja con sus fuerzas para correr a socorrer a mi esposo. Alguien de seguridad aparece para sacarme de esa zona

-¡¡¡No!!! ¡Sálvenlo! ¡Por favor! ¡Junsu! –mis lagrimas caían sin detenerse. El guardia me toma con fuerza aprovechando mi debilidad incluso para mantenerme de pie

-por favor cálmese –sugiere el guardia

-¡No me calmaré! ¡¿Qué no entiende?! -mi cuerpo iba a colapsar, me empujaron a la salida y lloraba. Junsu… mi esposo… mi amor… la omma de mis hijas… él… no puede ser cierto…  

*.*.*-JAEJOONG-*.*.*

Yoochun fue sacado a empujones del quirófano y me le uní para mostrarle mi apoyo, separando a ese guardia que le había provocado para que le gritara

-Yoochun ¿Qué paso?

-no escuché… su cora… zón –él decía entre sollozos fuertes pegándose a la pared para ir descendiendo hasta quedar sentado en el piso

-¡no es cierto! no… no… Junsu no… -yo negaba con mi rostro, mi mejor amigo… una parte de mi… eso no podía ser verdad… él no puede morir, no me puede dejar. Me dejé caer en el suelo destrozado y creí no poder levantarme hasta que unos brazos me suben y me acogen 

-¿Qué pasa? Jaejoong –la voz de Yunho me dio tranquilidad y me aferré a su cuello llorando con enorme desconsuelo   

-Junsu… -logré susurrar y él lo comprendió. Me apretó fuerte para que no me sintiera solo, con el pasar de los minutos Yunho me acompaña a sentarme en una silla para ayudar a Yoochun. Él estaba muy destrozado, quería morirse y hablaba en voz alta lamentando su vida

-enfermera ¡Dele algo por favor! –mi esposo pidió casi enojado y fue escuchado. A Yoochun, en contra de su voluntad le inyectaron un calmante de rápido efecto, lo acompañaron a una camilla disponible que tenían para acostarlo y así durmiera un rato.

Yunho se sienta a mi lado en la silla para que apoyara mi cabeza en su pecho. Yo no podía dejar de llorar. Cerca de media hora después el doctor sale con un rostro que me hizo llorar más

-¿Dónde está el esposo? –él cuestionó

-le dieron calmantes –responde Yunho ya que mi voz se había perdido

-siendo así… les comunicaré a ustedes –él doctor guardaba su tiempo y eso me afectaba más –logramos recuperarlo –yo… lloré aun más fuerte. Trataba de sonreír pero era en vano. No se pueden controlar los cambios de humor tan fácil –pero está en un coma inducido… hay riesgo de perderlo de nuevo pero haremos lo posible

-mu…chas… gracias doctor –yo limpiaba mis lagrimas con las manos –y… ¿la bebe?

-ella está muy sana –podía al menos sonreír mientras mi mente analizaba que ya eran buenas noticias. Mi esposo le agradece y me atrapa en sus brazos para darme el apoyo que tanto necesitaba

-gracias por venir –le dije. Yo no esperé verlo allí porque imaginé que él me dejaría solo como lo pedí –te necesitaba mucho

-Ya todo pasó… él se recuperará

-te amo –le dije y el sonreía respondiéndome igual

-te compraré algo de tomar para que te calmes –yo asentí secando mi rostro por completo

-iré con Yoochun –entré a la habitacion donde dejaron reposando al esposo de mi amigo. Jamás imaginé verle así de mal, me partía el corazón pero ya le alegraría. Él dormía aun y necesitábamos que el calmante se pasara en su cuerpo.

Yoochun parecía ir despertando, en su subconsciente tenia a Junsu presente. Él no dejaba de susurrar su nombre con dolor, desespero, necesidad. Toqué su mano para hacerme notar y él movía su cabeza de izquierda a derecha. De un solo movimiento abrió los ojos reconociéndome

-¿Qué paso? –fue un lapsus en que olvidó todo. Se tocó la frente y recordó todo –Junsu…

-está vivo Chunnie… Junsu está con nosotros –las lagrimas de Yoochun ahora eran de asombro, de felicidad, de emoción, de calma –la bebe está muy bien

-Luna –él pronuncia sentándose en la cama. Le abracé y Yunho aparece en ese momento. Me entrega un jugo en botella plástica ofreciéndole otro a Yoochun pero no quiso. Él naturalmente quería ver a Junsu y mi esposo le acompaño en todo momento por si algo pasaba.      

*.*.*-YOOCHUN-*.*.*

-lo siento pero las visitas no serian buenas para su estado –fue la respuesta del doctor

-¡es mi esposo! Estoy seguro que me quiere a su lado, déjeme verlo –sé que me estaba exaltando un poco pero era la necesidad de verlo

-¡yo soy el doctor! –me responde el veterano

-escuché –Yunho intercede –solo serán unos minutos, así lo calmará a él y quizás Junsu se mejore. Créame que él solo quiere tocar su mano. Es todo –la calma de Yunho ayudó a que el doctor me permitiera verlo cinco minutos. Me coloqué la bata azul aguamarina e ingresé acercándome a la camilla en la que descansaba

-hermoso… te vas a recuperar pronto –yo toqué su mano y le di un beso en la frente –te amo, no lo olvides. Yoochun te ama Junsu… amor –veía los ojos de mi amado queriendo abrirse –Junsu ¿me escuchas? –su corazón comenzó a latir con sonidos más seguidos y el doctor aparece de inmediato

-le dije que podía ser mala idea –él dice y me sacan de allí, terminaré por golpear a ese doctor. ¡Lo detesto! Esta vez no fue el guardia sino Yunho quien me lleva por el brazo hasta la sala de espera donde Jaejoong aguardaba por nosotros

   

*.*.*-JAEJOONG-*.*.*

Me senté en la sala de espera mientras Yoochun veía a Junsu. Descansaba mi corazón y mis sentimientos de esa angustia. No estaba preparado para perderlo, lo quiero muchísimo y me escuchará cuando pueda regañarle. Había olvidado que Yunho me dio su celular y este comienza a sonar. Mi rostro se arruga al leer el identificador “Kiseop” no dudé en contestar   

-Hola Yunho

-soy el esposo de Yunho ¿Qué es lo que quieres?

-quiero hablar con él

-¿no sabes que es un hombre casado?

-Jaejoong… deberías saber que él me gusta

-¡eres un maldito Kiseop! Haré que te alejes de la empresa y de Yunho. No vas a dañar la calma que hay entre nosotros, somos un matrimonio feliz y completo. Nunca debiste poner tus ojos en él

-no me voy a rendir

-¡te vas a arrepentir! –le cerré la llamada lleno de ira, ¿Cómo era tan descarado y sin vergüenza? Pero no le voy a permitir un acercamiento más a Yunho… 

Mis pensamientos se ven interrumpidos por ese par que regresaban del quirófano. Yoochun estaba más tranquilo y eso me agradaba. Él decidió ver a Luna y yo me quedé con Yunho a solas mirándolo a su rostro fijamente

-¿Qué pasa?

-dile a Kiseop que no te llame más y que se despida de la empresa porque no va a volver. Lo debes echar ¡ya mismo! –Yunho no esperaba mis palabras y su rostro de confusión se hizo notar

-acaso él… ¿te llamo?

-a tú celular y yo contesté –le devolví su móvil para que también comprobara mis palabras –dijo que no le importa que estés casado ¿puedes creerlo?

-no tienes de qué preocuparte amor, sabes que te amo solo a ti

-pero quiero que lo eches a la calle

-Jaejoong… no hables así… solo…

-¡¿no lo harás?!       

-no es así de sencillo, es un socio de la empresa, su dinero está ahí –yo negaba con mi cabeza y me empezaba a llenar de ira. Yunho me toma de las manos para que olvidara el tema

-escucha… buscaré la manera de alejarlo ¿sí? –Yunho me miraba queriendo convencerme pero no lo iba a lograr –ahora debemos estar con Junsu… no con Kiseop ni nada de eso –solo ahí tenía razón y asentí. Yoochun venia en camino con una gran sonrisa en su rostro

*.*.*-YOOCHUN-*.*.*

-aquí está Luna –me muestra la enfermera la pequeña recién nacida con la ropita que le habíamos comprado. La cargué mirándola fascinado de lo perfectamente hermosa que es. Su boquita sería igual a la de Junsu, ya podía imaginarlo. Dormía tan tranquila quizás conociendo que era su protector de toda la vida quien la cargaba. Ya la amaba con todo mi corazón –será mejor que regrese después –me advierte la enfermera y se la entrego para que siga bajo su supervisión.

Salí para contarles a mis amigos lo feliz que estaba, Junsu ya estaba mejorando en su condición y la bebita estaba hermosa. Les agradecí por todo su apoyo ya que sin ellos todo mi sufrimiento hubiera sido peor. Ellos decidieron marcharse por unas horas y regresarían horas después. Encontré al doctor caminando y respirando profundo para fingir amabilidad hacia él le hable

-quiero saber cómo está evolucionando Junsu –él me miró y fríamente responde

-está bien, venga a mi consultorio –entramos a su espacio personal y abre la carpeta con el historial clínico de mi esposo

-¿Por qué pasa esto doctor? –Inicié hablando sentándome en la silla frente a su escritorio –sé que los embarazos de niña son más peligrosos pero él casi muere y eso no es normal

-de acuerdo a las pruebas de su sangre -él responde –encontramos alto nivel del medicamento que se usa para el tratamiento de gestación. Solo puedo concluir que Junsu duplicaba la dosis que debía tomar –él me mira buscando una afirmación a su conclusión –quizás ustedes querían tener hijos de forma apresurada –yo me quedé en silencio analizando sus comentarios. Quizás si presioné a Junsu por un tiempo para que me diera un hijo pero luego aceptamos que no se podía y… -las consecuencias de eso se ven ahora –el doctor siguió hablando -precisamente al momento de nacer el bebe, el cuerpo de Junsu no puede soportar ese medicamento que antes compartía con la criatura, al verse solo… sus sistemas se desequilibran considerablemente

-pero Junsu ¿se recuperará?

-no puede quedar embarazado de nuevo –en eso estábamos totalmente de acuerdo –mi recomendación es que se haga esa cirugía cuanto antes una vez se recupere del todo –yo asentí

-muchas gracias doctor, ¿Cuándo cree que Junsu despierte? –él tarda unos minutos en responder  

-bueno… él ya me preguntó por usted, puede ir a verlo

-de… ¿de verdad? –mi sonrisa le hizo incluso sonreír a él

-es posible que en dos días pueda irse a casa –esa era la mejor frase del día. Salí corriendo de ese consultorio para ir con mi esposo.