Capitulo 19

Capitulo 19: Visitas No Agradables

*.*.*-JUNSU-*.*.*

-por cierto te ves muy lindo hoy –veía al proveedor y veía a Yoochun empuñando sus manos… -me gustas mucho Junsu

-¡suficiente! –dice Yoochun acercándose a nosotros. Me asusté, él podía atacarlo y… -Señor Kim, tiene que irse –¿él dijo eso?... ¿él no iba a reaccionar violento? Pero… siempre fue muy celoso y… -Sr. Kim –él me presionaba por una respuesta y me aprovecharía de eso   

-¿y si quisiera irme con él? –vi la mirada de mi esposo clavarse en mi rostro pero no con enojo, sino con dolor

-entonces puedes irte… si así lo deseas –su voz era suave, así que ¿él lo iba a permitir? Pero…

-¿me acompañas Junsu? –el proveedor me ofrece su mano para que lo siguiera pero claramente no la iba a aceptar

-no puedo ir. Yo… estoy casado –le respondí y el joven me mira apenado, no era su culpa que no lo supiera. Se despidió de mí y me fijé que Yoochun estaba detenido en su lugar –¿nos vamos? –le sugerí y el asiente. Me abre la puerta de copiloto y luego ingresa a su asiento

-y ¿Qué película veremos? –le pregunté para mejorar su rostro

-ahh… es una comedia –él estaba frio en aptitud por lo que había pasado, esa pregunta fue imprudente. Ahora me sentía mal, estacionamos en un centro comercial muy bonito. Él se bajo del auto y yo me quedé allí esperando que abriera mi puerta. En cuanto salí aproveche ese momento para halarlo de su saco obligándole a verme a los ojos, mis manos se empeñaban en agarrarse de la tela en cuanto lo tuviera así de cerca

-pensé que reaccionarias diferente –le dije observando toda su cara

-claro que quería golpearlo –me confesó esta vez sin dejar de apreciar mis ojos

-pero no lo hiciste

-¿querías que lo hiciera? –de repente su rostro estaba mucho más cerca del mío    

-no. Que le dijeras que yo soy tu esposo y que me dejara en paz

-es que… ya no lo sé –sus ojos miraron hacia abajo –no sé si me amas –claro que lo amo, lo pienso todo el día y lo quiero a mi lado siempre –tu silencio parece confirmarlo

-¿y qué dicen mis ojos? –yo miraba sus labios, los imaginaba probar con los míos, chuparlos con lentitud para explorar su sabor

-no me tortures así –quería besarlo, mi deseo rogaba que lo hiciera pero el muy tonto no lo comprendió -¿puedo al menos tomar tu mano para caminar?

-eh?! –Yo quería golpearlo –tómala –le respondí de mala gana. ¿Acaso no vio que le pedia un beso? Yoochun toma mis manos con las suyas y las lleva a su boca para besarlas, hubiese deseado esa caricia en mi rostro y no en mis manos

-creo que vamos tarde a la película –y así el termina de dañar nuestro momento más cercano luego de la discusión. Me llevaba casi que corriendo para entrar a la sala. Nos sentamos en un sofá muy cómodo ya que las sillas eran “para parejas” viendo los actores principales aparecer en la pantalla.   

*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.

Luego de la película, fuimos a un restaurante de comida japonesa. Era delicioso y Yoochun quería jugar con nuestros recuerdos de la luna de miel. Todos esos momentos bellos que hicimos estando recién casados en ese país. Éramos muy empalagosos en las calles y las personas nos recriminaban pero no nos importaba hacerlo

-¿creo que sabe mejor el ramen de aquella tienda recuerdas? –ahí estaba él obligándome a pensar en Japón, en nosotros dos, en el hotel… le hablaba con mi mirada reprendiendo su pregunta -¿no recuerdas? –él sonreía con picardía, como todo un Casanova conmigo     

-recuerdo que bebiste demasiado y tuve que cargar tu pesado cuerpo hasta el hotel y…

-y luego fue una noche caliente –él terminó y yo sonreí colocándome un poco nervioso. Él me sirve un poco de soju y lo bebí de inmediato

-ya deberíamos ir a casa –contrario a lo que pensé. Yoochun llama al mesero para pedir la cuenta. Él pagó y subimos al auto para regresar a nuestro hogar. Hasta ese momento había sobrevivido a su cercanía, omitiendo la oportunidad que se perdió antes, no quería fallar a mi voluntad para volver a él. Entramos a la sala descubriendo a la señora que cuida de So Hyun que esperaba por nosotros para irse. Le agradecí por su ayuda y nos despedimos.

-iré a descansar –yo pronuncié pero Yoochun me atrapa por detrás y no me dejó avanzar pasos demás

-antes quiero hacer algo, confía en mí –él cubre mis ojos con un pañuelo y me sienta en el sofá para que espere unos minutos. Le llamaba pero él no me respondía, paso un tiempo que se me hizo largo pero él dijo que fueron cinco minutos –aquí estoy –él me ayuda a levantarme y se ubica detrás de mí tomando mis manos para guiarme. Ese acercamiento era peligroso para mí. Lo necesitaba después de tantos días sin su calor. Me quitó la venda de los ojos y descubro que estamos en el patio de la casa, frente a la mesa de comedor, decorada con velas y una botella de vino. Alcanzo a ver un portarretratos con la foto hacia abajo y no podía verla.

-chunnie… -dije y me percate que había dicho su diminutivo, así le digo con cariño y él sonreía feliz

-quiero hacer un brindis –él dice –aunque tú no vas a tomar nada

-puedo un poquito –le contesté de inmediato haciendo que riéramos los dos. Le veo llenar las copas y chocamos las mismas para beber. Yo alcancé a mojar mis labios porque Yoochun me quitó mi bebida. Me mostré enojado tierno y él no se aguanto de tocar mi mejilla

-¡oh el regalo! –él me muestra el portarretrato con una foto de Yoochun y So Hyun preciosa, ella sentada en sus piernas haciendo caras lindas. Estaba concentrado viendo la foto que no me percaté en qué momento terminé enrollado en los brazos de Yoochun   

-Junsu –él susurro mi nombre y miré su rostro tan cerca del mío –ese día estaba enojado… tenía miedo de… -pegué mis labios a los suyos para callarlo. Dejé la foto sobre la mesa para abrazar mejor a Yoochun y unirme a ese pecho que me cobija con tanta protección. El beso era tan profundo que parecía comerme su boca entera. Abría mis labios para que mi lengua pudiera tocar la suya totalmente dispuesta a mezclarse con la mía en movimientos lentos, quietos invitándonos a experimentar nuevas formas de saborear los labios

-te amo Yoochun –volví a besarlo pegándome más a su cuerpo dejando muy claro lo que quería -te necesito

-espera… espera -él se separa unos centímetros presionando en mis hombros –es malo para el bebe… ya sabes

-¡claro que no! Estoy en el primer mes –le miré a sus ojos fijamente –podemos hacerlo –me apropié de sus gruesos y suaves labios. Me aferraba de su cuello y él de mi cintura para pegarme lo que más podía a su cuerpo. Si él no me detiene para trasladarnos a la habitacion hubiéramos estado juntos sobre ese comedor.

Tenía tantas ganas de sentirlo cerca de mí, besándome y amándome como solo él lo sabe hacer. La cama se movió por mucho tiempo de las embestidas en mi cuerpo. Fue muy hermosa esta reconciliación. Alcanzamos el placer en el orgasmo y nos acostamos uno al lado del otro para dormir lo que restaba de noche.   

MESES DESPUES….

     *.*.*-JAEJOONG-*.*.*

-Yunho… -le nombre mirando a sus ojos tratando de hablarle con mi rostro

-¿es hora? –le dije que sí y el entendió, me pidió que me quedara quieto y buscó el bolso con lo preparado para Changmin. Me dio su brazo para que me apoyara de él y fuimos por el auto ya con el chofer en espera de nosotros. Le pedí que llamara a Junsu y le avisara. Las contracciones cada vez eran más seguidas y veía a Yunho con gestos de dolor como si sintiera lo mismo que yo. Él me besa la frente y hace presión en mi mano.

Llegamos a la clínica ubicándome sobre una camilla para trasladarme al quirófano. Estaba decidido que en ese parto me haría la cirugía para no tener más hijos.  El personal médico me ayudo a dormir y cuando desperté ya todo había pasado.   

Mi esposo estaba a mi lado y la cuna pequeña con el bebe ahí adentro. Iba reaccionando poco a poco y quería ver su rostro. Yunho lo trae a mis brazos y era la persona más feliz del mundo por cuarta vez en mi vida. Él se chupaba su dedito tratando de encontrar sabor. La enfermera me pasa el tetero para que pudiera darle y él lo devoró en menos de quince minutos.

-creo que quiere más –comenté en voz alta

-Changmin no más –decía mi esposo y todos nos reíamos. Era precioso, sus ojitos cerrados, su nariz, sus labios, su boca, le adoraba con toda mi alma. Mis otros hijos entraron por la puerta de la habitacion para tocar al nuevo integrante de la familia. Todos le dieron un beso a Changmin y se mostraron felices

-¡Hola! –era Junsu quien aparecía con su estomago de cuatro meses y medio escondido bajo un saco grueso. Me trajo un peluche para el bebe y cargó a Changmin feliz imaginando que era su bebe que en poco tiempo llegaría. Él no tardó mucho tiempo y se fue a casa.

*.*.*-JUNSU-*.*.*

      

Bajé del taxi y me apresuré en entrar a casa. So Hyun estaba dormida y la señora que la cuida se fue rápido para que pareciera que yo estuviera en casa todo el día. Era increíble tener que salir a escondidas. Escuché el auto estacionarse frente a casa y tomé una revista sentándome en el sofá luciendo tranquilo.

Yoochun hace su entrada por la puerta principal y me levanto para ir a saludarle de beso en la boca pero su rostro de enojo me detiene de hacerlo

-¿Dónde estabas?

-¡¿yo?! Pero… no he salido de casa   

-acabo de ver a la Sra. Ma salir de aquí –él lo dice esperando una pronto respuesta mía

-pues… ella vino a visitarnos

-no es cierto –él se quita su saco y deja el portafolio a un lado

-¡sí lo es!  

-solo dime ¿Dónde estabas? –él se me acerca presionándome con su mirada

-te dije que ¡aaasshuu! –tonta suerte la mía por estornudar    

-¿aun así lo negaras?

-pero solo fue un –empecé a toser -¡olvídalo!

-el doctor lo dijo, es un embarazo de alto riesgo, Junsu ¡por favor! ¿Quieres pensar en nosotros?

-no quiero discutir contigo, ahí está tu cena. Me voy a tomar un baño –evadí sus preguntas y me fui de la sala.

Me sentía muy cansado y me acosté sintiendo casi una hora después a Yoochun colocarse a mi lado apagando la luz. La verdad no me podía dormir, me parecía que hacía demasiado frío y esperaba que con el cuerpo de mi esposo me diera más calor pero él me daba su espalda

-chunnie –le llamé y él contestó ya casi dormido   

-mhh –él pronunció dos veces

-tengo mucho frio ¿me abrazas? –él se gira sin ningún titubeo pero al tocarme se sienta en la cama y enciende la lámpara de su lado. Él me tocaba la frente y mis mejillas

-estas con fiebre –él concluye y yo confirmaba tocando mi piel, efectivamente estaba caliente pero yo sentía mucho frio –iremos con el doctor

-¡¿Qué?! No es necesario –él me miró de una forma que comprendí que tenía que hacer lo que él me pidiera o si no estaría en serios problemas. Me salí de la cama y me coloqué un abrigo grueso. Fuimos al auto y él lo enciende para ir a la clínica

-¿me dirás a donde fuiste?

-esta bien –confesé –fui a ver el bebe de Jaejoong, es hermoso y además…

-¡¿fuiste a una clínica?! De todos los lugares que hay tuviste que ir a donde están las enfermedades concentradas ¡¿acaso estás loco?!  

-¡es mi mejor amigo!

-el doctor dijo que no debías salir de casa, que estuvieras en reposo, por eso te pedí que dejaras de trabajar es que… ¡¿no lo entiendes?!

-¡ya no me grites! –Le dije y comencé a sentirme mal, me estaba mareando en el auto y quería vomitar de repente –no me estoy sintiendo bien –dije y él aceleró llegando a los diez minutos a la clínica  

Mi cara lo decía todo, como me sentía. Los doctores me acostaron en una camilla y en ese momento me quedé dormido.  

*.*.*-JAEJOONG-*.*.*

El sonido de un celular me despierta y lo maldije, tenía pocas horas durmiendo debido a las constantes despertadas de Changmin pidiendo comida en la madrugada. Contesté de mala gana y era el móvil de Yunho que lo había olvidado

-aló –dije

-Yunho… dime que iras esta noche a mi fiesta –una voz emocionada me habla

-¿Quién eres? –le dije sentándome en la cama para escuchar con mayor atención

-eh… Yunho por favor

-él olvido el celular en casa y…

-lo siento –él me terminó la llamada y yo quería devolverla pero no sería imprudente. Quizás no entendí bien por mi agotamiento. Llamé a la oficina para decirle que había olvidado su celular y le sentí preocupado

-¿quieres que lo lleve? –me ofrecí

-no, esta bien. No pasa nada -¿Por qué rayos no me sentía seguro de él? Algo pasaba y quería saber que era. Me levanté y me di un baño. Ordené que hicieran un almuerzo delicioso, precisamente su plato favorito y lo empacaran en un porta comidas. Pedí que cuidaran de mi bebe mientras estaba ausente y tomé el auto para ir a la oficina de Yunho.

*.*.*-JUNSU-*.*.*

-Junsu… soy el doctor Choi –escuchaba esa voz conocida desde lejos que poco a poco se iba acercando hasta que abrí mis ojos como si hubiese sentido que me iba a caer mientras dormía -¡Junsu! ¡Junsu!

-estoy… bien –logré decir

–Llamaré a tu esposo que quiere verte –seguía abriendo mis ojos para despertarme. Yoochun aparece sentándose a mi lado y ayudándome a levantar para quedar sentado en la cama.

Mi corazón se arrugó al ver el rostro de mi esposo con los ojos mojados. Él había llorado, estaba muy preocupado por mi y eso me partió el alma

-lo siento –fue lo que se me ocurrió decirle muchas veces

-te odio tanto –él me dijo dando un beso en mi frente 

-¿Cómo está el bebe?

-está fuera de peligro pero tú… no soy exagerado cuando te pido que te quedes en casa, por favor escu… -le puse mi dedo índice en su boca y le hablo

-lo prometo. No voy a hacer nada hasta que nazca el bebe. Lo siento

-debes estar aquí unas horas más y luego te llevaré a casa –asentí y toqué sus manos para ofrecerle mis sinceras disculpas mirándolo triste

-ya no me mires así…

*.*.*-JAEJOONG-*.*.*

No tenía un buen presentimiento. Mi intuición debía ser escuchada porque de lo contrario yo no estaría tranquilo en casa. La secretaria me permite entrar a la oficina de mi esposo para esperarlo ya que no se encontraba. Cuando siento sus pasos cerca iba a abrirle la puerta pero la ventana de vidrio me dejo verlo hablar con un chico antes de ingresar

-gracias por el almuerzo –le decía mi esposo al joven –la comida fue deliciosa

-y la compañía mejor –el descarado responde, abría mi boca de sorpresa ¿Qué no sabe que Yunho está casado?  

-¡oh!... muchas gracias -¿Por qué Yunho está siendo coqueto?

-creo que olvidé un documento en tu oficina ¿puedo pasar? -¡Es un sínico!

-sí, claro que si –Yunho le abre la puerta para que ingrese primero como todo caballero y ambos se sorprenden de verme allí de pie –Jaejoong… amor –Yunho no lucia tan alegre de verme. Lo que mi corazón decía era cierto y me estaba conteniendo

-eh… volveré por el documento después –el estúpido pronuncia antes de irse para que Yunho cierre la puerta y se me acerqué    

-Y… ¿Qué haces aquí?...